martes, 24 de mayo de 2016




CON LA ABUELA NO SE ATREVEN

- Me suena tu cara. ¿Cómo te llamas?
- Yo Jesús, ¿y tú?
- Yo Maria…
- ¡Coño, María! La hija de Santa Ana, ¿no?
- Sí, sí… la misma. ¿Y tú?... Espera que ando muy desmemoriada. Y me suena tu cara, ¿eh? vaya si me suena…
- Pues no te va a sonar si soy el hijo de Dios… en fin… el tuyo. Vamos, que eres mi madre.
- ¡Ayvá…! pues tienes razón. Pero es que no te había reconocido… Con eso de que ahora todos los jovenzazos lleváis barba. Y luego hijo, que después de la resurrección subiste al cielo, te pusieron a la derecha del Padre y estabas siempre tan ocupado que no tenías tiempo para venir a verme… Ya ves, estando los dos en el mismo sitio. Y que yo ascendí poco después que tú.
- A ver, madre… no te quejes tanto que más de una vez fui a visitarte y no estabas. Que mucho protestar y te has pegado media vida apareciéndote por ahí. Que menudo susto les diste a los de Fátima. Claro que mira si le sacaron rendimiento, vaya negocio tienen montado allí… ¡Ay, este Pedro mío! Si llegamos a saber cómo iba a terminar la cosa ni pedro, ni piedra, ni iglesia edificada.
- Pues sí, hijo mío… y total ya ves… para acabar en un cajón, que es donde he pasado los diez últimos años. Hasta que la dueña de la casa se murió y los hijos la vendieron.
- Pues no tienes mal aspecto para haber estado encajonada tanto tiempo.
- Desde luego que no… porque me protege el cristal. Peor es lo de las vírgenes románicas de las iglesias, que se apolillan y los restauradores están todo el día metiéndoles por los poros la puñetera cánula del Xilamón. Así que van como atontadas. No me extraña. Con lo mal que huele ese producto. ¿Y tú de dónde has salido?
- Pues mira, ahora que lo dices creo que yo también estaba en el cajón. Pero metido en una bolsa del Eroski. Igual por eso no nos hemos visto. Y lo que tú decías: han vendido la casa y estos dueños nuevos deben de ser ateos… Así que aquí me tienes.
- ¡Qué vergüenza! Esto en tiempos de Franco no pasaba. Se te ocurría echar un santo a la basura y te metían a la cárcel por perjuro. Y a pan y agua, no como ahora, que parecen hoteles. En fin… dí que por lo menos con la Abuela no se atreven. Que esto es Tudela y como a alguien se le ocurra dejar una imagen de la patrona, no ya dentro, sino encima de un contenedor lo tiran desde el puente del Ebro con una viga de hormigón atada al pie.
- Pues mira, madre… ¿sabes que me estás dando una idea? En cuanto volvamos al cielo le contamos esto a Dios y que les organice una tronada de las gordas. Una gota fría. Algo. El caso es que empiece a llover justo antes del chupinazo y no pare hasta después del pobre de mí. Sin consecuencias. Quiero decir que nada de diluvios. Un aguacero de estos tocahuevos que no te dejan hacer nada… en fin, que no haya víctimas pero que les joda las fiestas.

Eso sí. Que escampe durante el ratico de la procesión.

#SafeCreative Mina Cb

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