martes, 30 de junio de 2015



ETAPAS

Nos pasa con el amor igual que con la vida;
que, una vez que llegamos,
una vez que el afecto y la pasión
se instalan en nosotros
y nosotros en ellos
nos creemos con derecho a decidir
que han de quedarse para siempre…

Y así vamos viviendo
amor y vida a un tiempo
como si fueran ambos la misma cosa
en todas sus etapas:
esa infancia dulce y bulliciosa
provista de una curiosidad inagotable
en la que todo ha de ser tocado,
investigado,
indagado mediante los dedos
y las interminables cadenas de preguntas
que nos dan la suficiente información
como para poder acomodarnos
y sentirnos seguros
y disfrutar del mullido cobijo
del diván de la estabilidad
desde el cual ya tan sólo nos queda
mirar pasar el tiempo…

Mirar pasar el tiempo.

Hasta que un día
(a veces, que no siempre)
el esqueleto se anquilosa, se agarrota
y resulta imposible incorporarse
si no es haciendo un esfuerzo
cuasi titánico…
Y el hastío nos nubla las neuronas
y se va la energía
y el cuerpo se consume, demente y agotado,
preso de senectud:
Y ya todo son prótesis,
y médicos,
y química…
Y alargar la agonía, aun a sabiendas
de que no hay cura posible
y de que la única forma
de dar fin a todo el sufrimiento
es la de interrumpir el suministro
de baldíos remedios
y dejarlo partir.

Nos pasa con el amor igual que con la vida.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 29 de junio de 2015



LA PULSERA

Ella caminaba sola. Se paró ante el puesto. Compró una pulsera.
“Me gusta tu tatuaje. Y tu peinado.¨- le dijo el chico de rasgos indios y mirada tibia. Y a continuación le preguntó si estaría dispuesta a acompañarlo en su descanso, de aquí a unos minutos, sentados los dos en un banco y fumándose un peta.

“No fumo nada que me sienta fatal”- le contestó con una gran sonrisa.
Lo acompañó, no obstante, y charlaron un rato acerca de lo divino y de lo humano. El chaval era un tipo simpático y un tanto buscavidas que había tenido que dejar su país hacía años y que se ganaba la vida vendiendo artículos que, según él, elaboraban los indígenas de Chiapas.
Ella no quiso aceptar su invitación para verse más tarde ni darle su teléfono. Simplemente lo besó en las mejillas y continuó con su paseo mientras él retomaba sus tareas en la feria.

Cuando volvió a pasar por el lugar él tecleaba en el móvil y ella se acercó y le dijo adiós, sacudiendo la mano ante sus ojos, sin pararse a pensar en el abanico de posibilidades que hubieran podido desplegarse tras aquella invitación. Respirando hondo, mirando cómo las hojas de los árboles se agitaban con el viento y disfrutando de la novedosa sensación de no echar en falta que alguien caminase de su mano.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 28 de junio de 2015



RAINBOW

Quien la oculta.
Quien la exhibe.

Quien la niega.
Quien la acepta.

Quien la reivindica.
Quien la maldice.

Quien la intuye.
Quien la descubre.

Quien la aparenta.
Quien la disimula.

Quien la confiesa.
Quien la rechaza.

Quien la manifiesta.
Quien la desconoce.

No es él.
O sí.

No es ella.
O sí.

No lo ha elegido.
No lo ha buscado.

No es anormal.
No es peligroso.

No es pecado.
No es delito.

No es alarmante.
No es irracional.

No es vergonzoso.
No es degradante.

No es inmoral.
No es contagioso.

No está enfermo.
No quiere curarse.

No es él.
No es ella.

¿No lo entiendes?
¡Eres tú!

#SafeCreative Mina Cb
28 de Junio. Día del orgullo gay.

sábado, 27 de junio de 2015



EDADES

Veo asomarse los años por mis hombros.
Ese casi medio siglo que
(dicen)
no aparento
pero que siento crujir
cada mañana en mis rodillas
castigadas por cientos
de jornadas laborales
demasiado duras
(según mi vecino el del tercero)
para una mujer de mi aparente fragilidad.

No tardarán,
lo sé,
mis casi matemáticos periodos
en empezar a zancadillear al calendario
y saltar:
hoy arriba,
mañana al otro lado,
volviéndose tarumbas y, de paso,
convirtiendo mi cuerpo en un desierto
o en un infatigable surtidor.

Ya no enhebro como antes las agujas:
ese “Santa Lucía
te conserve la vista”
es hoy una leyenda urbana inalcanzable.
Y las letras se alejan
y se vuelven borrosas
y confundo los ochos y los ceros
en ciertos documentos.

Se ha sumado al motín mi cabellera
y ese tinte
un poquitín rojizo y luminoso
que no lleva amoniaco
ya no cubre las canas por completo
y me lleno de manchas,
lo mismo que las hienas
apenas me da el sol si no uso crema
(y aún así…)
Y me temo muy mucho
que en unos pocos años
el brillo de mi piel se irá apagando
y ya no pedirán caricias mis hombros desde lejos
pese a seguir necesitándolas.

Va llegando el momento,
lo adivino,
de enfilar
el camino de vuelta.

Sé que esta vez va en serio.
Sé que debo asumirlo:
Se va la juventud.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: "Las tres edades de la vida"- G. Klimt

viernes, 26 de junio de 2015



VIERNES

Escribo cartas de amor
para que mis sentimientos
no caigan al vacío
y se dispersen,
errabundos,
convirtiéndose en nada,
viajando en solitario
hacia ningún lugar.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 25 de junio de 2015



PASEO POR EL ARTE

Pedí a la taquillera un solo ticket:
“Uno múltiple”- dije.

“Paseo por el arte”, rezaba la boleta.

Empecé por las tablas flamencas,
esas estilizadas figuras paliduchas
procedentes de territorios protestantes
que dan algo de yuyu…
Después fueron llegando los lienzos coloridos:
la escuela veneciana,
los pomposos barrocos con sus orondas manchas…
Y al fin la luz, en bruto y sin tapujos:
Corot, Monet, Pissarro, y la sonrisa
al descubrir paisajes conocidos
y el tenue escalofrío
al sentir el dolor de Van Gogh
y su miseria.

La tarde transcurrió en otro edificio
pleno de nobles, príncipes y reyes
y de devotos mártires
cuyo anecdotario no conozco
y opulento de ninfas y de Europas raptadas
a las que mi San Rubens
atrapó entre las fibras de las telas…
Y me pilló al final la hora del cierre
con faldas y a lo loco y sin haber podido
(no es la primera vez)
encontrar los Sorolla
(los planos y yo… ese gran enigma)

Cerraron el paseo los grandes ascensores transparentes
y el espejado techo
y los lúdicas obras un tanto irreverentes
de autores de vanguardia…
Y Man Ray, y las huestes de Breton
(“Qu’est ce que c’est le surréalisme?)…
Y me sentí magnánima,
y hasta acabé haciendo las paces con Miró
antes de colocarme ante el Guernica.

Sólo entonces lloré.

Mas no fue por tu causa.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 24 de junio de 2015

 
 
TACOS ALTOS

Es tarde. Son unas niñas. Al menos para mí. De hecho, podrían ser mis hijas. Y quizás hasta mis hijas fueran vestidas como ellas: pantalón cortísimo, faldita mini muy ajustada, camiseta ceñida y una de esas chaquetillas por debajo del sobaco. Y zapatos altos: cuñas, plataformas… poca aguja, que eso debe ser para las tipas con clase… o para las maduritas, que tienen que echarle al oficio los recursos que el paso del tiempo les ha ido arrebatando. Pelo liso, tal cual, como marca la moda y ropa o accesorios en tonos chicle, que será lo que, me imagino, tiene más éxito entre la clientela.
Se aproxima un mulato poco mayor que ellas. Va con unos amigos. Imagino las bromas, las apuestas, el comadreo cargado de testosterona que se iban llevando al tiempo que se acercaban a las chicas. Se arrima a una. Ella le echa la mano al hombro, aduladora. Intercambian unas frases y el chaval se aparta y se encara con su amiga. Ésta ni lo toca. Se ve el percal, me digo. Hablan también y el fulano se aparta de las niñas, despidiéndose con unas risas que jalean sus amiguetes, que han estado contemplando el espectáculo unos metros más adelante. Al poco llega otro tipo que busca palique con la misma (la más rellenita, lo que son las cosas). Ella comenta y él asiente, y se marchan los dos calle abajo, el uno al lado del otro; sin hablar, sin tocarse, él las manos bajas y ella los brazos cruzados sobre el pecho. Se queda atrás su amiga, tres pasos, media vuelta, otros tres pasos, mascando chicle y esperando a Richard Gere. Y pasa a su lado, muy despacito, como en Pedro Navaja, un coche de policía…

#SafeCreative Mina Cb

martes, 23 de junio de 2015

 
 
 

PAISAJES

Existen lugres para los que estamos hechos pero no lo sabemos hasta el momento en que los pisamos por primera vez.
A mí me pasa, en general, con los paisajes áridos y luminosos. Será quizá esa calma que tanto necesito, o la pereza que allí se apodera de mi espíritu hiperactivo y tocahuevos. El caso es ese: que mientras no los conoces vives tal cual, sin problemas, pero una vez que sabes que existen ya no puedes evitar echarlos de menos, como los marinos a las tormentas en el mar o los montañeros a los ochomiles.
Se respira en estos ambientes una tranquilidad que no existe en otros lugares. Ya sé que hay muchos desiertos en el mundo. Y que seguro que los hay mejores. Lo mismo que las playas. Pero la particularidad es que aquí todo es lo mismo: que la arena del mar se extiende y se desborda, creando dunas inquietantes y montañas por las que una se desliza libre y descalza, los pies desnudos, levantando brillantes nubes de polvo en el descenso. Porque aquí la arena centellea: destellos amarillos, marrones y negros; restos de los minerales que dieron de comer a estas gentes durante siglos mediante las numerosas explotaciones mineras que salpicaban el paisaje. Hasta oro y plata salieron de estas piedras. Aquí todo es física. Y química. Todo erosión y restos del pasado. Todo evolución y mezcolanza. Incluso las pitas, esas curiosas platas larguiruchas que a mí me recuerdan a los candelabros judíos y que llegaron de América y se adaptaron bien al territorio, convirtiéndose en un elemento particular de la fisonomía del lugar: una particular especie, mitad árbol, mitad planta, que tiene una vida breve y que marca su ocaso inclinando el tallo hacia la tierra, lugar en el cual descansa y se descompone después de haberse desprendido de la raíz. Tempus fugit, parece advertir desde las alturas cuando se halla en plena madurez, verde y lozana, rodeada de vecinas decadentes que van dibujando en el paisaje una hilera de postes ladeados que a veces forman caminos por los que han marchado, pistola al cinto, vaqueros legendarios de película e incluso héroes de leyenda como Indiana Jones. El mismísimo John Lennon estuvo por aquí. Y dicen que quedó prendado del encanto de este lugar tan poco lisérgico en donde todavía existen calas escondidas que pocos conocen, y a las que se accede tras largos paseos a pie, atravesando senderos polvorientos y rocosos bordeados de cactus y palmeras, largas travesías a pleno sol cuya recompensa es un mar transparente y calmo, como un espejo, en donde el tiempo sigue pasando muy despacio, y en donde uno puede dejarse caer sobre la tibia arena y dormitar, en paz, acunado por el acompasado rumor de las olas y bañado por esta insultante luz mediterránea..

Que me busquen aquí si algún día me pierdo.

#SafeCreative Mina Cb

Imagen: Playa de Genoveses
Parque natural Níjar-Cabo de Gata


lunes, 22 de junio de 2015

 
 
TERRAZAS

Me gusta tomarles el pulso a las ciudades desde la terraza de un bar. Y sola si es posible, de forma que la conversación no entorpezca mi labor de espionaje. Me gusta callejear por los lugares que no conozco y, a última hora, buscar una terraza bien situada y dejar caer en ella mis fatigados huesos. Aunque me crucifiquen con la cuenta, qué vamos a hacerle. Me gusta, en primer lugar, obse...rvar la reacción de camareros y clientes al ver llegar a una mujer sola y que no espera a nadie. Creedme si os digo que las reacciones cambian de un lado a otro. A veces incluso hay quien se te sienta el lado, como si fueras un alma en pena que no tiene quien la quiera… O como si tu novio te hubiese dado plantón. O como si te hicieran daño los zapatos y no te quedase más remedio que dejarte caer ahí para exhibir tu desamparo ante todos los viandantes.

Se ve pasar la vida desde las terrazas. Miro a mi alrededor, a las mesas contiguas, y escucho a padres que riñen a sus hijos por negarse a permanecer sentados mientras ellos charlan animadamente. Y me hace gracia, porque eso es como prohibirle a un niño que sea niño, o sea intentar hacer que asuman comportamientos de adulto cuando los chavales quizá intuyen que ya les va a sobrar tiempo en el futuro para obedecer y para estarse quietos.
Miro también a las parejas amarteladas. Eso sí, con disimulo. Y me imagino sus historias: acaban de conocerse y están de escapada romántica; tienen pareja y son adúlteros; se reconcilian tras una pelea…. Claro que me interesan más aquellas cuya actitud denota que les quedan dos telediarios. Y es que cuando una ya ha bregado lo suyo es capaz de adivinar las futuras catástrofes a través de pequeños detalles como observar que uno de los dos, o ambos, se quejan de todo, que apenas se dirigen la palabra o que no se miran a los ojos al hablarse.

Y después la gente: las vidas que discurren delante de las mesas: paseantes cargados de bolsas, currelas con maletas de herramientas, policías urbanos, familias, grupos de amigos… Personas a las que yo no conozco y que podrían morir mañana sin que me enterase. Y sin que me afectara lo más mínimo. Eso o encontrar al amor de sus vidas por internet, y al cabo de un mes largarse a vivir a la otra punta del planeta. Y ser felices para siempre.
Me llaman la atención, sobre todo, los más pequeños. En lugares con playa, por ejemplo: la normalidad con que se lavan los pies al salir de la arena, ellos solos, sin que nadie se lo diga. Lo han visto hacer a los adultos y así lo hacen. Sin más. De la misma forma que los niños de Pamplona se atan un pañuelo rojo al cuello el seis de julio. Porque así debe ser. Y me invento también las vidas de esos chiquillos inocentes que aún no han empezado a emborronar el calendario, a equivocarse de carrera, a hipotecarse, a llorar a causa de una injusticia. Personitas para las que todo está por construir y que ahora corretean, felices, deslizando unos segundos inacabables de su infantil existencia delante de mis ojos, mientras pienso que ojalá en esta vida todo fuera tan fácil como lavarse los pies sucios de arena.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Obra de Manel Anoro
 
 
TÚ Y YO

Dejar
que hable el cuerpo y que callen las necias palabras,
que los ojos se cierren
y que se abran las bocas, hambrientas y dulces
y se busquen a ciegas
como hierro e imán.

Dejar
que al principio las pieles se rocen apenas
y que el vello se erice
y el volcán se desate despacio y las manos
extraigan de las corvas
un gemido sin fin.

Dejar
que la estancia se llene de almizcladas esencias,
que el músculo se tense,
que se arquee la espalda, expectante y ansiosa
y que estalle la calma
como espuma de mar.

Dejar
la inquietud del mañana, ese espectro inquietante,
tirada por el suelo
lo mismo que las ropas vacías y absurdas…
Y ser, por un instante,
nada más que tú y yo.

Imagen: "Tú y yo"- de Patxipe
#SafeCreative Mina Cb

domingo, 21 de junio de 2015

 
 
PENSAR CON LOS DEDOS

No es escribir
dejar caer los negros caracteres
sobre el folio en blanco
mientras el tictac del reloj marca los tempos,
como los metrónomos de los músicos.

Ni contar las sílabas con los dedos
(mierda… son diez y no once, como en el resto de los versos…)
al tiempo que se busca un ritmo,
una cadencia,
una sonoridad
y una belleza inventada.

Ni escoger las palabras,
diccionario en mano
(o enlace de la Rae anclado a la barra de favoritos,
que ser poeta no tiene por qué significar ser un antiguo)
y cuadrarlas las unas con las otras,
encajándolo todo
como si fuera un tetris
o una de esas decoraciones árabes
en donde no pueden quedar espacios sin dibujos
(“horror vacui”, lo llaman)
porque por entre los vacíos puede colarse el mal.

Escribir es dejarse poseer por una idea que, de otro modo,
moriría,
anónima y triste,
arropada por muchas otras ideas similares
en las oscuras mazmorras del olvido,
es sentir que la música
que brota de no se sabe donde
se enlaza y se compone
y cae
(yo la siento)
desde las sienes hasta las yemas digitales
alborotando a su paso la sangre de las venas,
arrastrando el dolor y la congoja,
esparciendo consuelo,
renovando el espíritu,
sanando el alma,
liberando el cuerpo.

Escribir
es pensar con los dedos.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Obra de Juan Manuel Lugo

sábado, 20 de junio de 2015

 
 
CALDITO CASERO

Desconectó los equipos y apuntó la hora en su libreta, aún sin acabar de creerse el desenlace. No tenía sentido, se decía. Era un caso simple; como tantos otros que llegaban a sus manos y que se resolvían con una terapia casi rutinaria. Todo había ido según lo previsto hasta el momento en que al paciente se le empezó a alimentar por vía parenteral. Entonces ya no hubo forma de hacerlo remontar. Y no lo entendía. No conseguía entenderlo. Cierto es que se trataba de un anciano. Y que, de haber respondido al tratamiento, no hubiera vivido más de un mes. Pero seguía sin ser normal que un caso tan simple hubiese tenido un desenlace tan rápido y tan incontrolable. Salió de la habitación, meditabundo y cabizbajo, dejando en la pieza al finado y a su viuda, una pobre mujer de más de ochenta años que lloraba desconsolada. Ella tampoco lo entendía. Durante años había estado dando a su marido ese caldito casero que era mano de santo. Incluso se lo había llevado al hospital y se lo había hecho tomar a diario mientras que él fue capaz de ingerir alimentos. Y una vez no fue posible, se lo siguió administrando mezclado con el suero de la bolsa, en cuyo interior lo introducía mediante una jeringa. Y ese caldito, su madre se lo decía siempre, era capaz de resucitar a un muerto.
Es por eso que ella tampoco lo entendía.
Lo mismo que el médico.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 19 de junio de 2015

 
 
SOY

Soy aquél cuyos dedos se deslizan
en la tenue negrura de la noche
entre tus labios húmedos y hambrientos,
rosados pliegues ávidos de goce.

Soy aquél que te espía y te adivina,
el que sigue tu olor como un coyote,
el vil depredador que espera, ansioso
el momento de atarte a sus pasiones.

Soy tu sombra y tu espíritu gemelo:
soy tu yo… y aunque tú no me conoces
no podrás escapar de tu destino.
Mía serás. Tu piel lleva mi nombre.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 18 de junio de 2015

 
 
CUARTWIT

Patria de maleantes y tahúres
gobernada por la peor calaña.
Oneroso destino el de esta España
que engendra Nortes y que alumbra Sures.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: "A garrotazos"- Goya
 
 
Y NO PARAS DE MIRARME

Me persigues cada noche
como una sombra intrigante;
me contemplas desde lejos
intentando devorarme;
te acercas a pasos cortos
mientras tus pupilas arden…

Y yo no te quiero ya,
y yo no deseo amarte:
es un absurdo intentar
reparar lo irreparable…

…. Y ni siquiera de miro.
Y no paras de mirarme.

Y una vez más, me recuerdo,
derrotada y suplicante,
cuando tú me repetías:
“Es inútil engañarse…
no existe ningún motivo
para seguir adelante”

Lloré hasta quedarme seca;
grité hasta perder el aire…
agoté todas mis fuerzas
en la labor de olvidarte.

Pensé morir cada día
que no llenabas mis tardes,
no me sentía capaz
de ser yo misma un instante.

…. No me mirabas, y yo
no paraba de mirarte.

Y ahora que lo recuerdo
me digo que no me amaste;
me digo que todavía
queda mucho por delante.

Por eso, cuando descubro
tu mirada suplicante
me sorprendo sonriendo:
“Mi niño… ¿no ves que es tarde?”

…. Y ni siquiera te miro.
Y no paras de mirarme.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Virginia Cuadrado Cocho

miércoles, 17 de junio de 2015

 
 
TIEMPOS MODERNOS

Llego al destino cargada como una mula. Y es verano, menos mal… Siempre fui como Machado, de los que van ligeros de equipaje, pero ahora es que no me reconozco… Esparzo el contenido de la maleta sobre la cama: media docena de vestidos, un par de sandalias, la ropa interior, lo imprescindible para el aseo… Y el maletín, ese recipiente de tela del que van saliendo, como siniestras sogas ennegrecidas con las que amarrar las vidas, un rosario de cables finos y flexibles de los que cuelgan a veces cargadores, otras conectores… pesados los primeros y variados los segundos.

No hay bíceps para tanta tecnología, me digo, mientras desenredo la maraña de hilos y terminales enganchados. Se me ocurre que si fueran de distintos colores te facilitarían la tarea, pero no, todo negro, como los espaguetis con tinta… Echo un ojo al cuarto, rastreando enchufes: el teléfono en la mesilla, el ordenador en el escritorio, la cámara de fotos en el baño… Y menos mal que ni me afeito ni me seco el pelo, porque a ver si no entonces.
Llega después el galimatías de las contraseñas para el wifi, que eso no lo hacen adultos responsables… eso lo hacen niños de teta cuando están aprendiendo a dibujar: AdTYnkj1l89SDKnw9t7Ql…. que la tengo que marcar tres veces porque la K mayúscula y la minúscula no se diferencian a no ser que vayan juntas…. Pordiossss, qué manera de complicarnos la vida. Me conecto al fin y apago el equipo. Miro a mi alrededor. Me acuerdo de las pelis futuristas que veía de niña. Este cuarto no se parece nada a todo aquello. Los objetos no se teletransportan. Y los coches siguen siendo terrestres. Y contaminando un huevo. Los testigos luminosos parpadean, inquietantes: la tele, los cargadores, el hilo musical, el mando del aire acondicionado cuyos motores atruenan desde el balcón…

Salgo al pasillo dejando tras de mí el portátil, el móvil, los cables, las baterías y las claves de seguridad.

Necesito aire.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Charis Tsevis

lunes, 15 de junio de 2015

 
 
NO CONTIGO

Seguro es que me esperan
mil amaneceres.
Y mil puestas de sol por consiguiente.
Mas no serán contigo.

No te daré de nuevo mi sonrisa
para que la emborrones
y la hagas fenecer entre mentiras.
No habrá más besos,
ni tampoco más lágrimas.
Porque tan sólo lágrimas me han traído tus besos.
No seré yo el apósito que cubra
las heridas abiertas
por filos que otras manos han blandido.
Ni hollarán mi casa
zapatos cuyas suelas portan barro
llegado de otros lares.

Sé, por fin, que me esperan
mil amaneceres.
Y mil puestas de sol por consiguiente.
Mas no serán contigo.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 14 de junio de 2015

 
 
DE REMEDIOS Y CASOS PERDIDOS

Sé que los filetes se guardan en la nevera,
que la ropa en los armarios,
los libros en los estantes…

Sé que la yogurtera, la licuadora,
la batidora de varillas.
el robot de cocina…
terminan siempre,
de forma invariable.
inmutable,
indefectible,
en el anaquel de los trastos inútiles.

Sé que el café se encierra en una lata,
al fresco, para preservarlo de la luz,
que el azúcar se apelmaza,
que el vinagre se agría…

Sé que las mantas, las cubiertas, los abrigos
se guardan encerrados en bolsas,
con bolitas de naftalina…
o con hojas de laurel, que huele menos fuerte…

Sé que el helado se endurece
si se rompe la cadena del frío…
Sé que los guisos, antes de envasarlos,
deben dejarse enfriar a temperatura ambiente,
para que no se estropeen…

Sé que el al pan de molde los ambientes húmedos
le sientan como un tiro…
Sé que los pescados cristalizan
si se descongelan
y se vuelven a congelar…

Sé que al salero hay que meterle unos granitos de arroz
para que la sal no se humedezca…
Que el caldo de carne se puede congelar
en bandejas de cubitos…

Sé que el chocolate en frío
se queda blanquecino
mientras que el calor lo derrite
y lo desvirtúa…

Sé un montón de trucos,
un montón de remedios,
un montón de estrategias
para conservar el frío,
el calor, el sabor, el olor,
la frescura…

Pero soy incapaz de retenerte,
de preservarte,
de convencerte…

Soy incapaz de guardarte…
de entibiarte,
de hacerte fermentar…

Incapaz de gustarte,
de enamorarte…
totalmente incapaz.

#SafeCreative Mina Cb
 
 
SOLEDADES

Hay quienes recubren de sonidos sus soledades,
de televisiones encendidas,
parlantes monitores a los que nadie escucha
y cuya luminosa presencia
amuebla las vacías atmósferas
de salones enormemente grandes
y desnudos.

Otros las llenan de presencias, más o menos queridas,
con las que calentarse los helados pies
cuando la noche llega
y las sábanas se convierten en húmedas,
inhóspitas láminas textiles
entre las que se remueven ejércitos
de urticantes nostalgias.

Algunos las inundan de alcohol, de nicotina,
de grasas saturadas,
traseros reposando sobre mullidos muebles,
pantallas intrigantes que vomitan
zumo de frustraciones solitarias,
vidriosos ojos rojos, sucios llantos
que el sueño nunca seca.

Hay quienes les instalan cuatro patas… o un pico
y unas plumas
y las miran correr por los parques
o saltar de un palo a otro de sus jaulas,
columpiarse y comer,
ladrar, ronronear, mudar la pluma…
Y morir al final.

Y existen también seres que las llenan
de las vidas de otros
a los que, a menudo, ni siquiera conocen…
Y así se reinventan, e imaginan
soledades que suenan, que aman, que dormitan,
que se emborrachan solas y que ladran
su soledad en versos…

Soledades, en fin,
vestidas de palabras.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Noctámbulos- Edward Hopper

viernes, 12 de junio de 2015



POESÍA

Pensar que existe gente en todo el mundo
capaz de emocionar con las palabras..

Saber que elige el verso a los poetas
sin hacer distinción entre las razas…

Constatar que la rima y los idiomas
son amantes que el odio no separa…

Comprobar el valor de la poesía
me reconcilia con la especie humana.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 11 de junio de 2015



FLASHBACK

No había vuelto a pasar por allí desde ese día. Ella lloraba, la cabeza apoyada sobre el volante, la mano en la llave de contacto, y él le acariciaba el pelo susurrándole que no había por qué preocuparse, que todo estaba bien, que no iba a abandonarla.
Por la noche, ella le leyó poemas de Lorca y de Machado. Y algún alejandrino de Rubén Darío. Y él se adormeció, tumbado en el sofá, la cabeza apoyada en sus rodillas, arrullado por los versos y por el aleteo de las pálidas hojas de los libros.

A la mañana siguiente salió de su vida para no volver jamás.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 10 de junio de 2015



DE LUZ Y LOCOS

Hay seres
aparentemente normales
que irradian luz.

No todo el mundo puede percibirla
(la luz digo)
y la verdad, las gafas,
no sirven para nada en estos casos.

Se les ve desde lejos
lo mismo que a los faros de un coche
en una carretera de montaña.

Se caracterizan, además,
por ser diferentes
y pasar al mismo tiempo
totalmente desapercibidos para aquellos
cuya falta de imaginación
les haría considerarlos unos locos
y pedir su reclusión
en clínicas mentales…

En fin, que sólo son visibles
para unas pocas gentes
que a lo mejor
están tan locas como ellos.

……

Yo confieso
ser de esas personas
que los ven.

(Y cada vez con más frecuencia)

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: "La nave de los locos"- Oscar Laske

lunes, 8 de junio de 2015



LA EXTRAÑA PAREJA

Era pequeña y rubia y llevaba un vestido de rayas de corte recto y clásico. Él la acompañaba, su mano apoyada sobre el hombro de ella, la ropa de trabajo sucia y una larga melena castaña que le brotaba de la parte de la cabeza que llevaba sin afeitar. Le hablaba dulcemente y de vez en cuando se inclinaba y la besaba en las mejillas. Varias veces en cada carrillo y haciendo ruido, no esa mierda de besos que casi ni te rozan. Ella le reprochaba el haber llegado a la cita con retraso y él le respondía, paciente, que tan sólo se había demorado cinco minutos. Y señalando a sus ropas polvorientas, le decía que ni siquiera había ido a cambiarse para poder pasar un ratito a su lado. A ella le ha debido de convencer la explicación, porque de inmediato ha cesado en sus reproches y han seguido los dos caminando, ella apoyada en él, él hablándole todo el rato. Hasta que el chico ha tenido que marcharse y la mujer se ha quedado mirando cómo el chaval desaparecía tras doblar una esquina de la plaza. Ella se ha vuelto. Le he calculado unos ochenta y cinco. Y un poco estirada, la verdad. Y se me ha ocurrido imaginar qué hubiera pensado esta señora de haberse cruzado con el zagal de las sienes rapadas, la melena y el árbol de pendientes cualquier noche de invierno a la vuelta de misa de ocho, la calle oscura y solitaria, en compañía de un grupo de amigos de su mismo aspecto y ataviados con la ropa que utilizan los jóvenes en lugar de con un traje de faena. Y me han venido a la cabeza, una vez más, todo ese cúmulo de prejuicios y de tonterías que nos hacen perder la ocasión de conocer a tanta gente interesante.

“¡Vaya un nieto guapo que tienes!”- le he dicho a ella cuando ha pasado junto a mi.

Ni siquiera me ha oído.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 7 de junio de 2015



LO QUE UN BESO MERECE

A veces un beso
merece
todo aquello que pueda suceder…

O no.

Quiero decir
ese beso apresurado
que se da sin pensarlo.
Ese beso que no se sabe
si va a tener continuación
si va a traer consigo besos posteriores
en días posteriores…

Ese beso que sabes, eso sí,
que va a desencadenar al instante
un torrente de besos
y una noche y un alba
y tal vez
(tal ves sólo)
tal vez otros besos
o tal vez nada más
que los besos ya dados.

Y es por eso que es tan importante
lo de besarse ahora
y no dejar los besos para un momento
quizá más conveniente
pero menos propicio;
otro momento en el que el beso ya no sea beso
sino algo bien distinto;
otro momento en el que ese beso espontáneo
pierda su sentido primitivo
y se convierta en el cauce que lleva a otros asuntos
y se desvirtúe así su esencia…

Hay que darlo enseguida pues,
sin pensarlo dos veces,
sin reflexión alguna,
atolondradamente…
Por si más adelante no es posible.
Por si ese beso no trae más besos
ni más contactos
ni más encuentros…

Porque hay besos,
sabedlo,
que tan sólo están hechos para eso:
Para ser sólo besos.
que no son sino encuentros de dos vidas
cuyas almas
decidieron unirse un sólo instante
y beberse y tragarse. Y empaparse del otro
y después separarse para siempre
conservando tan sólo la esencia de esa boca
a la que ya nunca
volverán a besar.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: “El beso”- Axel Rodríguez

sábado, 6 de junio de 2015



CAVERNAS

Regios dinosaurios.
Pétreas estructuras.

Usurpar no quiero lugares
que me están vetados.

Habitar no quiero rincones
que amontonan polvo.

Estrechar no quiero las manos
que manejan dagas.

Responder no quiero misivas
que mentiras cuentan.

Se os acaba el tiempo.
Se extingue la raza.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 5 de junio de 2015



EL MOMENTO PROPICIO

No aguardes
si el deseo acecha
a que oculte sus luces el día.

No busques
rincones secretos
ni apagues las lámparas.

No dejes pasar el momento
y hazlo ya:
entrégate ahora
sin pensar en nada
ni en cómo ni en dónde…

Solamente en quién.

Y cierra los ojos
y aprieta los dientes
y tensa los músculos
y agárrate,
fuerte…
muy fuerte
hasta que te duela el cuerpo
y sientas que todo se quiebra
y el alma se escapa
y se hace el silencio
y queda tan sólo el cerebro latiendo,
y el goce expandiéndose
como un terremoto
hasta salir a chorros por entre las uñas
los cabellos, las cejas,
los dientes, las pestañas…

No demores jamás el encuentro
si el instante es propicio
y date sin vergüenza,
sin pudor, sin tabúes,
sin alarma en el móvil,
sin ropa y sin anillos:
sólo vista y olfato,
sólo gusto y oído,
solo tacto… Tan solo.

Solamente sentidos.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Obra de Saúl Gil Corona

jueves, 4 de junio de 2015



LOS VERTEDEROS DE LA MEMORIA

Hay quien atesora objetos antiguos como si la memoria de los tiempos fuera a borrarse mañana y tuviera necesidad de guardar algo que le siguiera atando al mundo; nostálgicos con síndrome de Diógenes que amontonan fotos, manteles, flores secas y servilletas de los bares de las ciudades que han visitado alguna vez; gentes que convierten los objetos en fetiches y las cajas de zapatos en cofres del tesoro. Y las mesillas y repisas en altares sobre los que descansan los espíritus de generaciones enteras. Seres amantes de su pasado y de sus familiares, que miran hacia atrás en tono sepia y que de vez en cuando abren los armarios y despliegan con mimo las viejas servilletas de amarillos dobleces para mostrarlas a sus hijos y nietos y después encerrarlas de nuevo en lo oscuro, donde los deslumbrantes focos de la modernidad no puedan desvirtuarlas. Personas para las que los utensilios que heredaron de sus antepasados son sagradas reliquias que deben ser tratadas con respeto y reverencia. Porque son lo único que resta de la presencia de aquellos con quienes compartimos una parte de nuestra vida. Y a los que aún amamos. Y hasta lloramos muy de tarde en tarde.

Quizás porque yo pertenezco a una de esas familias donde el pasado es leyenda, me parten el corazón estos vertederos de la memoria en los cuales son depositados los ayeres ajenos. Me cuesta imaginar a alguien cargando sus memorias en un coche, llegando hasta una zona despoblada y desparramando las vivencias por el suelo. Como si la existencia de aquellos que le precedieron y tal vez lo trajeron a la vida no tuviera ya ningún valor. Y me paro, lo confieso, y escarbo entre los montones de “basura”. Lo hago sin ningún pudor, puesto que pienso que quien se deshace así de su memoria no tendrá inconveniente en que los demás hurguen en ella. Y no lo hago por interés, quiero decir, por saber a quién han podido pertenecer esos objetos, sino por pura lástima. Y por rendir un homenaje a los finados, ya que sus deudos han tenido el mal gusto de dejarlos ahí, a merced del viento y de la lluvia, impúdicos fetiches olvidados que las fauces del camión de la basura acabarán engullendo, sórdida papilla de vivencias que en su acerado estómago se mezclará con restos de pañales y frutas putrefactas.

Me encogen el espíritu, concluyo, estos tristes rincones en los cuales los últimos resquicios de la memoria de seres que hace tiempo se marcharon descansan, desordenados y al desnudo, tristes y absurdos, privados incluso del descanso eterno que una purificadora hoguera puede otorgar a la memoria de la que, por una u otra causa, alguien ha decidido deshacerse.

Me parece una falta de respeto.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 3 de junio de 2015



EL BOTÓN DE DAR ÓRDENES

No todo el mundo lo tiene. Bueno, a lo mejor sí pero no a todos nos funciona de la misma manera. Y claro, no todos tenemos las mismas posibilidades de utilizarlo. El problema real no es el dispositivo en sí. Ni su funcionalidad. El problema es que no se conoce su ubicación. Y por tanto es imposible desactivarlo o bien repararlo cuando funciona incorrectamente. Y estaría muy bien que alguna de esas universidades que se dedican a hacer estudios chorras tales como por qué las vacas mugen sólo en un idioma o por qué el sobrino bastardo de Ramsés II era tartamudo se empleasen en localizar el emplazamiento del dichoso botoncito.
Sí, porque en según que casos es un auténtico coñazo. En el de las madres por ejemplo: que desde que no levantas dos palmos del suelo ya empiezan con el rosario de mandatos: estudia-ordenatucuarto-novuelvastarde-apagaelordenador-notecomaslosmocos… pero todo a la vez… que ni aunque tuvieses cien manos podrías dar abasto. Ahora que a mí la orden materna que más me gusta es esa de “obedece a tu madre”, que te entran ganas de contestarle: “vale… ¿pero en qué orden?”.
Dí que lo de la madre se pasa con el tiempo. O bien uno se va de casa o bien más tarde o más temprano acaba activando una especie de sistema de bloqueo que hace que cada vez que ella se pone a dar órdenes a nosotros se nos medio taponen los oídos y toda la letanía se filtre hacia nuestro cerebro como un gris ronroneo; como el rumor de las hojas de los árboles azotadas por la suave brisa.
Y como hablo de las madres hablo de las esposas, que hay algunas que llevan a sus pobres maridos al retortero. Hombres ya hay menos. De los del botón estropeado digo. Al menos en el ámbito familiar. A lo mejor es por eso, porque en casa apenas mandan, por lo que algunos son tan mandones en el trabajo, y entran ya al punto de la mañana, agobiados perdidos, como si el mundo estuviera a punto de acabarse y ellos tuvieran que elegir entre cortar el cable azul o el rojo de la bomba… Y claro, ya se obcecan y van por ahí dictando directrices, una detrás de otra, amontonadas como la arena de las dunas del desierto. Y te mandan una cosa sin dejarte terminar otra. Y luego te preguntan que por qué lo primero está sin acabar. Y dan la misma orden a varios miembros del equipo. Es más: incluso a veces dan órdenes contradictorias a distintas personas y luego se montan unos pollos que hay que fastidiarse. Y al final nadie sabe qué hacer, ni cómo ni dónde. Y de repente ves a un compañero mirando al jefe detrás de la nuca, como si fuera un vampiro dispuesto a dejarlo sin leucocitos. O como si estuviese pensando en cogerlo por el cuello. Pero no.
En realidad está buscando el botón. Para desactivarlo un rato y que así la plantilla tenga tiempo de acabar con todos los tajos que han quedado a medio hacer y luego ya volverlo a conectar y que el hombre siga desde donde terminó.

Y es que esta gente tiene mucho peligro. Yo creo que lo de Trafalgar vino por ahí. Y más teniendo en cuenta que la operación la lideraban dos personas: un español y un francés. Que ya mal empezamos. Y es que a ver qué se nos había perdido a nosotros allí, de comparsa de las tropas de Napoleón, que aquello no podía acabar bien. Que a poco que hiciera Nelson la victoria era suya. Dos jefes en vez de uno con el botón estropeado, repartiendo órdenes en dos idiomas, a lo loco, venga… primero a babor y luego a estribor (a baber y a estriber para los gabachos), apuntando las bocas de los cañones hacia adentro y haciendo agujeros en cubierta y rasgando velas a todo trapo… hasta que claro, el español se agobió, se le desencajó el botón del todo, miró a su alrededor y al ver tanta gente a la que dar órdenes y tanto humo y tanta sangre y tanto inglés y tanto ruso y tanto francés y tanta vela ardiendo se vino arriba y soltó eso de: “Atomarporsaco, aquí al que no hable cristiano, ración de sable. Que más se perdió en Cuba.”

……………. O igual no fue así.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: "Trafalgar"- Auguste Mayer

martes, 2 de junio de 2015



OCIOSIDAD

De lunes a jueves dura tu cariño
y a ratos tan sólo, que no todo el tiempo.
Y eso, te lo he dicho demasiadas veces,
más que amor me huele que es aburrimiento.

Hay muchos cursillos en los que inscribirse:
idiomas, cocina, fitness, salvamento...
Puedes iniciarte en bailes regionales
o comprarte un piano y estudiar solfeo.

Están muy de moda los clubs de lectura,
o echarse una Harley y hacerse motero,
practicar pilates, cazar gamusinos,
o contar la arena de cualquier desierto.

Escápate al campo con un caballete,
salta desde un puente, viaja al extranjero,
cría cebollinos en una maceta...
¡Pero no me sigas tocando los huevos!

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Torrisi Anne Marie artiste peintre médiumnique

lunes, 1 de junio de 2015



INVOLUNTARIO

Escupo… reflexiono…
Vomito caracteres con los dedos
y a veces, sólo a veces,
mi voz impresa
se da de bruces contra las pupilas
de un alma a la deriva
y estas letras vibrantes
que habitan mi cerebro
se convierten en labios que susurran
las frases que yo nunca
sabría pronunciar.

#SafeCreative Mina Cb