jueves, 30 de abril de 2015



EL AMOR DE SUS VIDAS

Les pasó como a casi todo el mundo. Pero diferente. Porque no hay dos historias iguales. Se encontraron, se enamoraron y se lanzaron a un romance sin frenos, como los de las películas. Y les pareció que lo suyo era irrompible. Hasta que algo ocurrió y tuvieron que dejarlo. En pleno vuelo. Zas. Así. De golpe. Y empezó el camino del dolor y la añoranza. Primero del dolor. Una larga senda ennegrecida a cuyo término les esperaba la vida. La vida sin el otro. La vida a medias. Siempre pensando en lo que hubiera sido. Siempre incompletos. Vivir de prestado y amontonar besos que nunca sabían a lo mismo. Abrazos que nunca confortaban, que no llegaban a encajar las piezas que el otro dejó sin ensamblar. Hasta que al fin un día se encontraron. De frente y solos. Y libres. Libres tras haber roto en el camino unos cuantos corazones. Tras haber pasado media vida buscando al otro en el interior de los demás. Y sin hallarlo. Y no necesitaron decir nada. Simplemente se tomaron de las manos y empezaron a marchar. Al principio todo fue idílico. Lo que habían soñado. Pero el día a día, los frascos sin tapar, las facturas, la distribución de tareas, las averías del coche, las ventanas abiertas o cerradas por la noche… todas esas cosas pequeñas les fueron acercando al verdadero rostro del otro. Y tras las pequeñeces vinieron los conflictos insalvables, como la necesidad de uno de supervisar al otro, o las diferencias en cuanto al modo de administrar el dinero, o las desavenencias con amigos o familia, o esa frustración acumulada en años de vivir tan sólo a medias, de esperar el reencuentro, de no aceptar a nadie porque no era el otro. De vivencias ficticias. De añoranzas hirientes…
Y total para qué.

Tomó al fin la realidad protagonismo y decidieron separarse.
Y no volvieron a añorarse nunca más.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 29 de abril de 2015



SONETO DECORATIVO

Me he comprado un camastro en el rastrillo,
tipo “vintage”, antiguo y decapado,
le he arrancado al estuco el granulado
y he cambiado el sofá por un banquillo.

He pintado de rojo y amarillo,
el lavabo, el bidé y el excusado
y tengo un frigorífico morado
y una alfombra naranja en el pasillo.

¡Hay que ver mi casita cómo mola!
¡Es tan “cool” y tan “chic”, tan impactante!
¡Y lo he hecho todo yo!¡Todo yo sola!

Sólo me falta darle a la consola
del salón un barniz fucsia brillante
y publicar las fotos en el “Hola”.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 28 de abril de 2015


CARPETAS

Escribo mi vida
y después la voy almacenando en cualquier parte,
sin orden ni concierto:
un caos de existencia epistolada.

Empecé, ya de niña
en aquellos cuadernos de Rubio que llevaban rayitas
horizontales
para que no me saliese de la regla.

Más tarde me pasé al desconcertante papel cuadriculado,
que uno no sabe nunca si hay que meter una letra en cada espacio
y si hay que separar las líneas dejando renglones vacíos…
Un sindiós, en fin.

Y llegó al fin el folio,
ese espacio infinito sin renglones ni reglas
por el cual mis estados anímicos se andaban desgranando,
hacia arriba, hacia abajo, en espiral,
ilegibles, quebradas oraciones,
abarquilladas a menudo por las lágrimas
que formaban lagunas azules y rugosas
a cuyo alrededor se deshacían las palabras,
picudos jeroglíficos de sangre añil.

Me sacó de ese anárquico, imposible
y desigual rimero de carpetas añejas de raídas gomas
aquél ordenador primero
en el que al fin podía depositar, sin que invadieran una buena parte de mi espacio
los fragmentos de vida
que aún podían quedarme por trazar:
y allá que fueron llantos, sinsabores,
atardeceres malvas y sonrisas
y besos… muchos besos
que esa torre de placas de litio y baquelita guarecía
como si se tratase de una fortaleza medieval…

¡Ay! pero el miedo no descansa:
averías y virus, apagones,
cortocircuitos que dejan amnésico al sistema
y todo se funde entre el estaño requemado.

Un extraíble… una masa metálica y pesada
donde poner a salvo mis vivencias…
Pero no- me decían- No será suficiente.

La nube entonces…
La nube en la que voy depositando mis amores,
mis lloros y un millar de amaneceres rosados y espléndidos,
mis días y mis noches…
Mi vida en una nube que me llueve
cuando yo se lo pido.

Mas tampoco con eso fue bastante
y ya últimamente, y en el colmo de la paranoia,
me voy encapsulando en un pen drive…
o mejor dicho en varios,
porque la verdad es que me pierdo de forma continuada
y luego he de buscarme en la cocina,
entre los cubiertos,
en el armarito de las llaves,
en la repisa donde tengo los retratos…
Y al fin, cuando ya lo dí por imposible
y he empezado a enclaustrarme en otro pincho
me tropiezo con mi misma mismidad una mañana
mientras busco unas bragas en el cajón de la mesilla
y me pregunto, atónita
y un tanto divertida
cómo me fue posible llegar hasta allí…

¡Ay! ¡Cuánto echo de menos a veces las carpetas!

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 27 de abril de 2015



ÁGAPE

No busco que adereces mis errores,
manchando el delantal de inconsistencias
y de hastío el mantel.

No quiero cocinar entendimientos,
salar enojos, aliñar rutinas,
macerar acritud.

No pienso degustarte en gananciales.
Me niego a compartir declaraciones…
… Salvo si son de amor.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: "Endless love"- Alfred Alexander Gockel

domingo, 26 de abril de 2015



VIEJOS BARRIOS

Vivo en un barrio añejo en el que la historia se detuvo hace centurias. Barrio de viejos muros barrigudos, de fachadas verdosas, de salitre y de moho.
Vivo en un barrio de esos en los que los turistas se emboban bajo los aleros. Barrio de gentes de colores varios en donde, si uno va despacio, se escuchan mil idiomas a través de las ventanas entreabiertas. Barrio de ayer difuso, de ambiguo mestizaje. Barrio de celosías y rincones que nunca se descubren por completo. Barrio de oscuridad y de silencios, de tes y botellones. Barrio bohemio y barrio suburbano. Barrio de tradiciones y raíces.
Vivo en un barrio en donde la ansiedad se detiene de noche. Y las puertas se cubren con cortinas de lona. Y la quietud se adueña de las calles estrechas. Y no hay coches que atruenen la paz con sus bocinas. Ni ruidos de sirenas. Ni nada extraordinario. Sólo el bullicio alegre de las familias sentadas a la mesa, las fiestas de emigrantes que ahogan la nostalgia en litros de cerveza, los quejíos calés al son de las guitarras… Y los niños gitanos que juegan en la calle. Vivo en un barrio de esos en los que las gentes no se adentran de noche porque piensan (incautos) que el peligro se esconde tras los rasgos que definen los rostros. Un barrio solitario, de contrastes y calma. De charla distendida a la luz de las farolas. Barrio de buenas noches. Barrio de nombres propios y caras conocidas. Barrio de andar sin miedos y sin prisas. Barrio de dulces sombras. Barrio de detenerse ante las torres imponentes de casas señoriales e imaginar a las gentes vestidas con ropas medievales acarreando cántaros de agua. Barrio que te sorprende a cada paso: un canecillo, un blasón, un arco a ras del suelo…

Vivo en un viejo barrio. Y es de noche.

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 25 de abril de 2015



SI AÚN TE QUISIERA

Si yo te amase aún,
si aún te quisiera,
rompería en pedazos la jaula que me encierra
sin importarme un bledo pagar las consecuencias.

Si yo te amase aún
como es debido
cogería un billete sin vuelta a tu destino
para estar a tu vera desde mañana mismo.

Si yo te amase aún
como mereces
pintaría tu nombre por todas las paredes:
amor a voz en grito, pasión irreverente.

Si yo te amase aún
(es un supuesto)
quemaría mis naves, bajaría al infierno,
lo dejaría todo… Me jugaría el cuello.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 24 de abril de 2015



COMBINADO

Microgintónic o sonetorgía:
no debería ser un desatino
puesto que existe lírica hacia el vino
hacerle al cubalibre poesía.

Microgintónic o sonetorgía:
Sin haberlo acabado, ya adivino
que tendrá este soneto sibilino
que descubrir al fin su anatomía.

Letras que ahogan sus penas en ginebra,
tónica Swchepss de lúbricas burbujas,
líquida aguja que el deseo enhebra.

Estrofa que se bebe y que se quiebra,
aquelarre de vates y de brujas
que agita la pasión y la celebra.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Portada del libro “Mezclados y agitados”

jueves, 23 de abril de 2015



LEER

Leer… siempre leer
¡Qué extraña niña!
Discreto ratoncito en un rincón
que devora con ansia la cartilla.

Leer… siempre leer.
De noche y día:
Mortadelo, Carpanta, Zipi y Zape,
Rompetechos y las Hermanas Gilda.

Leer… siempre leer.
Siempre perdida:
siempre envuelta en la magia fascinante
de los polvos del hada Campanilla.

Leer… siempre leer.
añejas rimas:
Góngora, Calderón, Lope de Vega,
Quevedo y el Tenorio de Zorrilla.

Leer… siempre leer.
Prosas andinas:
palabras de ultramar, giros porteños,
apasionantes sílabas mestizas.

Leer… siempre leer:
cuentos, noticias,
novelas, recetarios, blogs, canciones,
envoltorios de cajas de aspirinas…

Leer… ese placer:
esa manía:
Esa obsesión lectora, esa impaciencia,
ese querer leer hasta la vida.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 22 de abril de 2015



SIN PALABRAS

Dices que mis palabras te dejan sin palabras…
Tiene gracia…
porque es a ti a quien leo
Es de ti de quien salen
mis versos, mis metáforas ardientes
y todo este jolgorio
que atruena el folio en blanco.

Te leo, créeme, a cada segundo,
aún sin tenerte cerca.
Te leo y te transcribo, te interpreto,
te tecleo y te copio
y hasta te envío a veces
esas cosas que escribo a tu dictado
sin que tú te des cuenta…

y que te dejan
(me dices)
sin palabras.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 21 de abril de 2015



DE PARAÍSOS Y NAUFRAGIOS

Hace algunos años visité Luxemburgo. Me pareció un poco sosorrón, aunque curioso ese pequeño país casi incrustado entre dos grandes potencias, envuelto en vegetación y un tanto frío para mi mediterráneo gusto. Recuerdo que en los baños del camping donde estuve había agua caliente todo el día. Y calefacción. En junio nada menos. Y hasta hilo musical. Y unas duchas que aquí no las encuentras ni en un hotel de cinco estrellas. La capital es una gran ciudad bastante pija, amurallada y con una zona medieval con mucho encanto. Había un concierto en un teatro de la plaza. Y estatuas con leyendas en las tres lenguas oficiales del ducado: francés, alemán y luxemburgués. Las calles estaban salpicadas de pequeños negocios regentados por inmigrantes portugueses e italianos en su mayoría. Y yo me alegré mucho puesto que, al no ser el francés su lengua nativa, hablaban despacito y me resultaba muy fácil entenderlos.
Nos sentamos a cenar en un restaurante italiano regentado por una familia portuguesa (tiene bemoles, sí) y en el transcurso de la velada un hombre moreno (que no negro) pasó vendiendo flores. Más tarde, y ya entrada la noche, la cuidad me reservaba otra sorpresa: locales de alterne en pleno centro. Garitos legales abiertos al público donde las chicas, impecablemente vestidas (eso sí, dentro de su estilo, ya me entienden…) charlaban entre ellas sentadas a las mesas situadas tras las enormes cristaleras del lupanar. Chicas guapas. Guapísimas algunas. Jovencitas de rasgos eslavos teñidas de rubio y maquilladas con primor que podrían protagonizar una película de amor en Hollywood. Prostitutas legales. Y de lujo imagino.

Una cuidad tranquila y sorprendente. Idílica. Sobre todo porque en las calles era imposible encontrarse un vagabundo. Ni uno solo. Rien de rien, que diría la Piaf. Y la verdad es que este detalle, que probablemente encante a los turistas (callejear sin chusma, vaya lujo), a mí me dejó un poquito mosca. No quise hacer preguntas estando tan lejos de mi casa. Que nunca se sabe con quién estás hablando. Pero yo al final hasta estaba obsesionada: recorría los barrios mirando en los rincones y debajo de los puentes a la caza de un mendigo amorrado a un tetrabrik. Pero no hallé ninguno. Y me pregunté si no existirá algún guetto a las afueras en donde se hallen confinados. O si la policía no cogerá a los que se encuentre por la calle, les dará un bocadillo de mortadela y los meterá en el primer tren que salga con destino a cualquier parte, qué más da con tal de que abandonen el país.
No sé… se me hizo raro. Y me largué de allí muy mosqueada.
Mucho.

Este mediodía lo he oído. En la radio. Lo de la reunión para tratar el tema de la inmigración tras el último naufragio. Y casi se me corta la digestión.
Se está llevando a cabo en Luxemburgo.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 20 de abril de 2015



ALCOHOL: CANTIDADES Y CONCEPTOS

Muertecica me quedé la otra mañana en el trabajo. Unos chavales que parecían andar de barbacoa de fraternidad compraron un enorme paquete de latas de cerveza, uno de esos megaenvases de veinticuatro unidades envueltas en plástico transparente que uno ha de llevar forzosamente sobre las palmas de las manos como si fueran una tarta de merengue. Les ofrecí una bolsa para que no se viera el contenido.
“¡Bah! No hace falta- me respondió uno de los chicos- Con esto no llamas la atención. Tú vas por la calle con una barquilla de cervezas y nadie sospecha de ti. Otra cosa es si lo que llevas en la mano es una litrona”
Me quedé mirando al chaval como si fuera, qué se yo, la reencarnación de Séneca. Y a continuación me aguanté la risa como pude, rogando por que no se dieran cuenta de que el cliente que los seguía era un desaliñado transeúnte que sí quiso bolsa para su litrona de cerveza de marca blanca.

Y es que es lo que hay. Tú puedes ir por la calle con un carro lleno de paquetes de San Miguel, pongo por caso, y el personal te mira con envidia porque se imagina una fiesta de solteros en un piso con música, canapés de salmón y gente de ambos sexos pasándoselo pipa hasta las tantas. Vamos, que casi hasta te dan ganas de irte detrás y colarte, como los de Mecano, aunque no te hayan invitado. Y en caso de que te pillen decir que has venido a hacer la lectura del contador del gas. O a arreglar el enchufe. Que en todas las casas hay alguno roto.
Pero pobre de ti si te ven salir del súper con una botella de cerveza de las grandes. Aunque sea para estofar un pollo. Y más como hayas pasado mala noche y aún encima no hayas tenido tiempo de afeitarte. Porque la reputación de alcohólico ya no te la quitas en la vida. Y aún peor si eres mujer y bajas al colmado en bata. Yo, sin ir más lejos, llevo tiempo pensando en comprarme una caja de Franziskaner cuando las ponen al dos por uno pero me da vergüenza. Claro que estoy pensando que al final lo haré, y si me encuentro con alguien conocido le diré que es vajilla. Que mi hermana ha hecho limpieza en el salón y ha decidido regalarme ese juego de vasos que me gustaba tanto. Eso sí, tendría que precintar la caja, porque pegada tal cual que es como llega al súper me temo que iba a levantar sospechas.

Y así como que dándole a la chola, que soy yo muy dada a ello en estos casos, se me ha ocurrido que con el vino aún es peor. O mejor, depende. Tú te sientas en la calle con un tetrabrik del Eroski, aunque no lo hayas abierto, y te puedo asegurar que el banco es tuyo. No se te va a arrimar ni dios. Bueno, sí, a lo mejor algún pobre vagabundo que busca que lo invites. Pero haz la prueba de quedarte en la acera, al lado de un Mercedes, con media docena de cajas de botellas de Marqués de Cáceres descansando a tus pies como si estuvieras esperando a que vengan a abrirte el maletero y te aseguro que matas de envidia al personal.

Aunque el contenido de las cajas sea platos.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 19 de abril de 2015



TIEMPO DE PROMESAS

Este mediodía lo pensaba, al llegar a casa y verlo. Vacío como de costumbre. Las ganas que tengo de que llegue. De que empiece. De que se haga presente. De que nos invada, nos llueva y nos inunde hasta salirnos por las orejas. De que cambie la fisonomía de nuestras calles, nuestros muros, nuestros árboles y hasta nuestras farolas con sus rostros amigables y cercanos. Y con esas frases amorosas que tantas esperanzas siembran en nuestros corazones: “Trabajando para ti”. “Estamos contigo”. “Te escuchamos”. “Nos interesa la educación de tus hijos”… En fin… Cosas así. Alentadoras sentencias, palabras de apoyo, prometedores lemas escritos en grandes caracteres. Y al lado esas sonrisas bonachonas y perfectas, campechanas como de rey de todas las Españas, suaves y curvilíneas, sin regocijo ni aspavientos… amigables y cálidos guiños afectivos. Y esas estampas mil, todas tan parecidas y al tiempo diferentes: la familia en el parque, la pareja de gays cogidos de la mano paseando al perro, los chavales de diferentes razas jugando juntos al balón en el recreo, la cuadrilla de obreros con el casco echándose unas risas subidos al andamio.. ¡Qué dulzura de país, por diosss! ¡Qué maravilla! Cómo me gusta ese tiempo de amistad y de promesas en el que todo parece realizable, en el que las aceras están más limpias y arreglan los faroles que llevan meses rotos, en el que programan tantas actividades que uno desearía poder multiplicarse para poder asistir a todas, en el que mi buzón, en cuyo interior normalmente no hallo sino tristísimas e impersonales misivas de la banca, se llena de color y de alegría, y las gentes relevantes se acuerdan de mí y me llaman por mi nombre, y me envían fotos, y cartas. Y me hacen sentir importante y deseada. Como una quinceañera con los pechos en ciernes a la que todos persiguen para invitarla al balie.

¡Ay, cómo me renuevan estos aires!
¡Ay, qué ganas tengo- pensaba esta mañana, mirando con tristeza mi buzón vacío- de que empiece la campaña electoral!

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 18 de abril de 2015



RELEVO

Ellos acaban de llegar y nosotros estamos ya más que de vuelta. O al menos eso es lo que imaginamos.
Todos.
Ellos y nosotros.

Se han abierto distancias como brechas a través de las cuales han pasado los años y la vida sin que nos pudiésemos dar cuenta de que hace tiempo que dejaron de ser ellos para empezar a ser nosotros. Y a la inversa. Y un día, en mitad de una de esas desgarradoras circunstancias de la existencia, te aproximas a ellos, maternal y protectora, y te das cuenta de que se han vuelto fuertes. Incluso más fuertes que tú. Y desmontan de un plumazo tus manidos argumentos, exponiéndote teorías que te dejan de una pieza. Y los ves más tú que ellos. Próximos y estremecedoramente adultos. Y esta madurez suya tan potente y tan lúcida te hace sentir que el momento se aproxima. Que cada vez son más los números que caen en el bombo. Y que hay que dejar sitio más tarde o más temprano. Y te vienen a la cabeza esos mil conceptos bíblicos de la inmortalidad y el peso de las almas y todo ese tinglado que se montan los que se creen tan importantes como para no partir jamás. Y los miras a ellos, de abajo arriba porque te sacan dos cabezas, y notas que se visten raro. Y que se peinan raro. Y que llevan unas gafas que tú nunca te pondrías. Pero que son tú. Son tú hace mucho tiempo. Tanto tiempo que ya habías olvidado que fuiste como ellos. Y seguirán siendo tú incluso cuando tú ya no existas. Sin dejar de ser ellos. Que ya tiene narices. Y casi te entran ganas de coger a ese mocoso al que le cambiabas los pañales hace poco y decirle que, al menos esta noche, te vas a ir a la cama más tranquila.
Porque sólo con que haya un puñado de tipos como él pululando sobre la faz de este cabrón de mundo la humanidad seguirá tendiendo esperanzas de salvarse.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 17 de abril de 2015



ABSURDOS

¿Cómo decirte algo que ni yo misma sé explicar?
Que me he enamorado de ti loca,
perdida, tonta, ciega,
inexplicable e ilógicamente

Cómo venderte un sentimiento inabarcable,
inevaluable, intransferible,
inevitable, irrebatible,
invasivo…
Que ha rellenado todos y cada uno de los huecos de mi vida
y que amenaza con hundirme,
irremisiblemente,
si no te lo digo, si no lo comparto, si no lo compartimos….

Que me está asfixiando al tiempo que alimenta mis pulmones
azoe emponzoñado, imprescindible y a la par nocivo,
que me consume,
que me roba el sueño, que me reconcome por dentro

Cómo decirte que te quiero,
que he perdido los papeles, que todo el mundo, creo, menos tú
se ha dado cuenta de que te adoro,
de que te persigo, de que prácticamente te acoso,
de que sigo las huellas de la sombra
que deja tu silueta en las paredes

Cómo borrar de un plumazo tantos años
y hacer que me veas como si fuera la primera vez
en lugar de como a esa incorregible y descerebrada adolescente,
esa loca inconsciente, voluble, irreflexiva,
que os llevó tantas noches de cabeza….

Cómo hacerte entender que el curso de la vida
nos ha llevado siempre paralelos
y que, mira por dónde, a estas alturas
las líneas se han tornado en convergentes, y que ahora,
precisamente ahora, cuando estamos
tú escarmentado y yo sin GPS,
tú a tus cosas y yo a mi ni se sabe,
tú tan pasota y yo tan tiquismiquis,
se van a hacer puñetas mis esquemas, y me encuentro
con que hemos acabado pareciendo
la una al otro, y éste a la primera, vaya lío…

Y yo ya no sé cómo
encajar en su sitio cada cifra
rematar de una vez este sudoku,
plantarme ante ti y soltártelo:

“Te quiero”

Y esperar que me mires, con cara de pasmado,
te frotes los ojos, entrecruces, haciéndolos crujir, los dedos de ambas manos,
y al fin, cuando consigas recuperar el habla
me digas, “Lo siento, pero estoy enamorado de otra”
o “Yo también a ti”, o incluso, y simplemente:
“¿Me estás tomando el pelo?”

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 16 de abril de 2015



METÁFORAS URBANAS

Ya no sólo los hombres;
ya incluso las paredes se rebelan, furibundas,
hartas de este sistema envenenado,
de este denso maremágnum de mentiras,
de manipulaciones y de miedos
que va apretando sogas y achicando mañanas,
empequeñeciendo las vidas anónimas
de todos aquellos
que contribuimos sin chistar a mantener este embuste,
esta estúpida farsa,
este sólido y bien tramado lienzo
que, de puro pintar sobre lo antiguo
se ha convertido en un pastiche burdo e infumable
que nos siguen vendiendo
y por el que seguimos pagando,
cada cuatro años,
con nuestras irreflexivas papeletas.

Ya vomitan los muros el hartazgo
desde las sucias calles,
ya no soportan más tanta desidia,
tanto bandido, tanto indeseable,
tanto miedo infundado,
tanto mirar hacia otro lado para no mostrar la realidad desnuda…
ese futuro tétrico, tiránico, maldito
que nos espera, si no vamos poniéndonos las pilas,
más temprano que tarde;
ese gris porvenir que nos va persiguiendo
desde hace algunos años
(no diré cuántos, que cada cual haga sus cuentas)
y que va a terminar por darnos caza.

Ya gritan las fachadas, agoreras
vaticinando el fin de este convite,
de esta fiesta salvaje, de esta orgía sin freno
a la que fuimos invitados hace tiempo
y en la que nos sumergimos como bestias:
sexo y alcohol, placeres sin medida
como si el mundo fuera una línea recta, virtual e inacabable
y esto fuese infinito
(“esto” es el hombre, el cielo, los planetas…
la honestidad consigo mismo y con los otros)
y como si nosotros, ególatras mortales,
los putos amos de este mundo al que damos en llamar “civilizado”
fuésemos intocables
y este nirvana fuera a ser eterno.

Ya lo escupen las tapias encaladas,
rugen, furiosas,
intentando abatir sus puertas tabicadas.
Y nosotros mirando hacia otro lado…

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 15 de abril de 2015



SIN TIEMPO

Esperaré a que vuelvas.
No importa cuánto tiempo vaya a durar tu viaje
al mismísimo centro del infierno,
a las profundas simas
que palpitan, urentes
desgarrándote el cuerpo y las entrañas.

Dejaré que el hastío se diluya
hasta hacerse intangible,
y que el tiempo deshaga las arrugas
que entristecen tu rostro.

No notarás que existo:
seré apenas ausencia, sólo a veces
me volveré tangible… de tarde en tarde sólo
me haré mensaje, carta,
llamada de teléfono
(nunca jamás presencia)
para saber de ti…

No intentaré ayudarte
espantando fantasmas que tan sólo
tú puedes conjurar… eso me consta.
No seré madre-esposa-confidente-acaso concubina…
No es momento de ser mujer ahora
cuando tú no eres hombre
sino individuo en busca de sí mismo,
humanoide asexuado,
persona a la deriva,
edificio en proceso de remodelación.

Esperaré, sin más, repito, y ya concluyo…
Sin hablar, sin mirarte,
anodina y neutral, sin emociones;
tragándome estas ganas de decirte que estoy loca por ti
aunque sepa que no es un buen momento.

Esperaré, mi vida hacia adelante,
que vuelvas del pasado
y me sepas hallar.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 14 de abril de 2015



CALIXTA LA NOVELISTA

Era observadora y fantasiosa. Demasiado fantasiosa incluso para tratarse de una niña. Tenía, además, una fantasía rara, como de narrador de historias de Al Capone. Espiaba a la gente por la calle. En el momento que alguien le llamaba la atención se lanzaba a la tarea: lo seguía discretamente y apuntaba en una libreta que siempre llevaba consigo todas las evoluciones del sospechoso. Y así construía perfiles psicópatas. Y se montaba unas películas tremendas. Sus padres no sabían qué hacer. Estaban hasta el gorro de pagar las multas que la policía les ponía cada vez que la nena llamaba al 112 para alertar de algún presunto asesinato que al final se quedaba en agua de borrajas. Esperaban que aquello se atenuase con el tiempo, pero no hubo forma. La echaron de casa… en fin… no exactamente, pero la alentaron a que se fuera a vivir a la ciudad, se buscase un trabajillo y probase suerte como novelista. Y así lo hizo, pero las editoriales no tenían pasta para invertir en nuevos escritores. De modo que se matriculó en la facultad de periodismo y al poco de obtener el diploma la contrataron como becaria en un diario de renombre. Pero se inventaba finales para las noticias y al final su sección era un sindiós. Eso sí, tenía lectores a millares. Lo malo fue que el redactor jefe se acabó mosqueando porque un señor de Burgos al que pillaron robando un sobre de sopa en un supermercado se había convertido, por obra y gracia del magín de Calixta, en el enemigo público número uno y les metió una demanda que por poco les cierran para siempre el chiringuito. Al director al fin no le pasó nada, pero a la reportera le metieron un paquete del quince y tras un juicio que fue un circo mediático la encerraron en el trullo. Y ahí está, tecleando seriales tenebrosos que los editores le quitan de las manos. Dicen que ha firmado un contrato escandaloso. Y que le han reducido la condena.

Por cierto: sus padres están muy orgullosos.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Monica Mónica Carretero Ilustradora

lunes, 13 de abril de 2015



EN ADELANTE

No saldrá de mis labios un suspiro
ni volveré a pedirte que te quedes.
No me entristecerá la despedida.
No me gustan, lo sabes, los rehenes.

Guardemos, pues, los besos que nos dimos
y sigamos mirándonos de frente.
Y no temas, pues sólo las mentiras
rompen el corazón a los valientes.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 12 de abril de 2015



SIN SITIO EN EL ARMARIO

Hay que ver qué poco sentido del humor tienen los hombres. Bueno, algunos. Mi último novio, por ejemplo. Que mira que se lo dije, no te vengas a vivir conmigo que el piso es muy pequeño. Que nos vamos a ir tropezando por todas partes y que además no tengo sitio en el armario. Pero el chico es cabezón como una mula. Y aragonés encima. Y no hubo forma. Al cabo de un mes de conocernos ya lo tenía en casa. No me dio opción. Mira que yo le dije que no funcionaría pero no hubo forma. Eso sí, como es apañadito me instaló un par de tabiques de pladur para acondicionar un estudio donde yo pudiera estar tranquilita con mis cosas mientras él se dedicaba a las suyas en otra habitación. Y partió en dos el armario, poniéndole unas baldas en la base que hacían que se arrastrasen los vestidos, por lo que me vi obligada a colgarlos doblados. Y a plancharlos después. Yo estaba un poco mosca y morgoneaba bastante, pero el tío tiene un aguante increíble; por muchas broncas que le montaba se me seguía comiendo a besos. Y me decía que eso era normal en los inicios… y que ya nos iríamos adaptando el uno al otro. Pero a mi el piso me iba pareciendo más pequeño cada día. Y no quería mudarme a otro más grande. Lo que quería era que él cogiera sus cosas y me dejara respirar. Que el amor caníbal me pone de los nervios. Y el estudio aquel de muros de pladur empezaba a producirme claustrofobia.

No fue deliberado. Lo prometo. Fue uno de estos encuentros tontos que te lían y para cuando quieres darte cuenta te has llevado al tordo a casa. Ya nos conocíamos de antes, la verdad, y él era mucho menos cuadriculado que mi novio. Cuando oímos la puerta no tuvimos tiempo de reaccionar. El pobre maño se quedó de piedra y yo no tuve mejor idea que musitar: “A ver… qué quieres… Me has achicado tanto los armarios que ya no tengo sitio para nada; que antes cabían dos como éste- señalé al fulano del catre- y ahora ya no meto ni a un pigmeo…”

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 11 de abril de 2015



LOS BESOS PERDIDOS

Se quedan los besos a veces prendidos de la atmósfera,
colgando de los labios
como cuelgan las gotas de rocío de las hojas verdes,
transparentes y dulces pero tímidos,
indecisas burbujas de deseo
que al final se desprenden
precipitándose sobre la tierra húmeda
que los absorbe con ansia
para que no se pierdan
del todo y para siempre.

Son a menudo estos besos
que no saben llegar a su destino
resquicios de otros besos antiguos y algo torpes,
acelerados y un tanto gratuitos
que salieron del labio y no del alma
(que es desde donde, opino, deben salir los besos
cuando el destinatario no es tan sólo
un caprichoso objeto del deseo)
Besos sin reconcomes y sin dudas
(puesto que un beso nunca ha de lamentarse)
que quedaron flotando por el aire,
como amorosos puntos suspensivos.
Besos sin precauciones, besos libres
sin premeditación ni alevosía;
saliva en ecuaciones, incógnitas con lengua
que enmudece al besar y ser besada.

Besos que se deslizan, aturdidos
por el túnel azul de la añoranza:
esa senda espejada y silenciosa que a todos nos confunde
y que puede tragarse con el tiempo
a esos pálidos besos olvidados y errantes
que buscan el camino hacia las bocas que un día los bebieron
con un ardor tan grande
que su sed se apagó.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Sybile Art

viernes, 10 de abril de 2015






ABRIL

No entiendo un pimiento de botánica pero me gusta mirar a la naturaleza vestirse y desvestirse. Más lo primero que lo segundo, Porque al contrario de lo que pasa con la especie humana, donde el despojarse de las vestiduras suele ser una promesa de goces y disfrutes, el despelote del mundo vegetal es presagio de oscuridad y de tristeza.

Por eso me gusta tanto el mes de Abril. Por sus colores y porque todo eclosiona al mismo tiempo. Hay unos árboles al lado de mi casa que florecen una vez al año y cuyas vistosas flores caen al suelo al poco tiempo de haberse abierto, alfombrando la plaza y llenando de colores el paisaje. Visten de lila las peladas cabezas de los faroles de forja y crean una atmósfera especial que sólo se puede disfrutar durante unas semanas. No son los únicos. Creo que tengo controladas a una buena parte de las especies arbóreas urbanitas. Y en cuanto me barrunto que la floración se acerca, me dejo caer por los barrios en que moran y espero, un día tras otro, el inigualable espectáculo de la naturaleza que renace. Hay también ramas en el campo que se visten de rosa, de malva, de verde o de amarillo. En fin, que hay vida coloreada más allá de los cerezos, esos engreídos a los que todos miran como si no hubiera más flores que las suyas. Y es que en este periodo del año, la vida al aire libre se convierte en un paseo por entre las salas de un museo impresionista donde los colores se amontonan, novedosos y chillones, y nos anuncian que llegó el momento. Son muy pocas semanas, dos o tres… alguna más quizá, las que median entre esta exhuberancia cromática y la vuelta al verdor con todos sus matices, pétalos que caen para dar paso a las hojas, más frescas y apropiadas para el estío, que crearán enrejillados de sombra sobre el suelo reseco.
Poco duran las flores. Poco duran. Y por eso yo cuento los días, cada año, cuando llega el momento. Y las observo pasar de botones a racimos. Y me paro bajo las ramas y las contemplo, embobada, ajena a los pitidos de los coches, ávida de retener todo el color en mi memoria. Del mismo modo que se retienen los recuerdos de todas las cosas breves pero bellas que nos pasan en la vida.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 9 de abril de 2015



ALTIBAJOS

Querida mía:

Por la presente te comunico que me tienes harto. Es más, que ya no te soporto. Que estoy hasta el gorro y más arriba de tus vaivenes y tus altibajos. Y que no hay quien te entienda. Que por la mañana dices una cosa, a mediodía otra y por la noche otra distinta. Y que raras veces dices la verdad. Y yo ya no sé si eres tú o soy yo… La verdad, no lo sé. Porque no hay quien se... aclare: cuando pienso que vas a ser benevolente me das un sobresalto… y cuando ya he tirado la toalla y me he rendido a la evidencia creyendo que todo está perdido… ¡zas! me coloco sobre ti y me haces sentir ligero como el viento. Feliz y renovado. Como un chiquillo casi. Y entonces me confío y te perdono, y pienso que al fin voy por el buen camino, menos mal, después de tanto sacrificio. Pero es sólo un espejismo, pues al cabo, cuando vuelvo a encontrarme con tu gélido visor parpadeante y tu atiplada voz anunciándome “Ha ganado 200 gramos” me entran ganas de pegarte un hachazo y ver cómo tu plástica anatomía se quiebra y se desgaja, y tus circuitos salen despedidos, liberándome por fin y para siempre de esta tiranía a la que mi dietista me tiene sometido desde que a mi novia le ha dado por ponerse minifalda.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 8 de abril de 2015



BORRONES

Consiguió finalmente sacarla de su vida, pese a saber que ella lo seguía amando. Pero él tenía otros planes más adecuados a su situación. Y otra mujer con la que disfrutarlos. Claro que no fue fácil. Al menos al principio. Así que tuvo que dejar de frecuentar los lugares a los que iban juntos. Tampoco volvió a escuchar las canciones que se la recordaban. La bloqueó en todas las redes (facebook, twiter, watsapp y demás) para no tropezarse con sus cosas accidentalmente. Pero como no podía evitar seguir pensando en ella, abrió cuentas con nombres inventados y continuó observándola en secreto. Cambió de actividades y de amigos para no coincidir con ella en cenas u otros actos. Y abandonó muchas de sus aficiones porque le hacían evocarla. Para entonces, es obvio decirlo, ya había tirado todos los objetos de ella que guardaba y se había deshecho de los regalos con que ella le obsequió. Y había intentado por todos los medios hacer con la otra todo lo que le gustaba hacer con ella. Pero en distintos sitios y de distinta forma. Todo salvo ciertas actividades que se habían de llevar a cabo en casa y sobre cierto mueble que al final también cambió, lo mismo que la decoración, el coche y hasta el color de los cabellos.
Todo nuevo. Todo distinto. Todo bajo control.

Todo salvo esa vida actual en miniatura, acotada por las paredes que su creciente ausencia delimita y que va achicando angustiosamente su existencia. Y esa maldita cabeza suya que le sigue repitiendo a cada instante que ella existe. Y que el olvido no es una elección como lo son la crema solar o el color de los calcetines. Y que de nada sirve huir hacia adelante cuando uno sabe que dejó su corazón atrás.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 7 de abril de 2015



BREVE

No te quedes después de que nos vista
de realidad la clara luz del día.
Que más que a las paredes solitarias
temo al burdo tapiz de la rutina.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Sybile Art

sábado, 4 de abril de 2015



JUDAS

Pobre diablo maldito…
Pobre diablo.

 Pobre indigno verdugo avergonzado,
angustiado por los remordimientos.
Pobre títere absurdo manejado por todos…
El chivo expiatorio de aquel cuento de hadas
que
(se veía de lejos)
iba a terminar mal.

Te tocó a ti el villano… Tiene gracia.

Ya ves, Pedro negándolo
y ahora dueño de semejante imperio.
El apóstol cobarde y temeroso
que no tuvo valor
(un hombre razonable)
para inmolarse con su amigo
y prefirió salvar la piel a ser valiente
(que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena… Sabina dixit)

Y mira en cambio tú…
te colocaron delante una bolsa de monedas y…
¡voilà!
Condenado a las lúgubres mazmorras
de la memoria colectiva
sin haber tenido siquiera tiempo
(¡maldita conciencia!)
para correrte una buena juerga con la pasta…
Un fiestón, ya me entiendes,
con amigotes, chicas y buen vino…
Y esperar luego, al alba,
bien comido y con una resaca como de aquí hasta el limbo
a que viniera a detenerte un centurión
(si es que tenía huevos…)
y que el amigo Pilatos te juzgase
con la pastilla de “Lagarto” entre las manos.

Pobre Judas… naciste en malos tiempos.
Hoy muchos hacen lo que tú
y nadie los señala con el dedo.
Y, desde luego que ninguno acaba
colgándose de un árbol, como un simio,
(y menos en mitad de un puente de los largos)
como mucho, se esperan a la operación retorno
y re rompen el alma en la autopista
conduciendo el Mercedes que compraron
con las treinta monedas
que un romano les dio.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Obra de Gaudia Quiro

viernes, 3 de abril de 2015



EL PLANTE DE LA DOLOROSA

Al principio era feliz. Vivía en un bosque, se aletargaba en invierno, florecía en primavera, se agostaba en verano y se desvestía en otoño. Y la vida pasaba plácidamente.
Hasta que llegó aquel maldito leñador, le pegó un tajo al árbol y lo cortó en pedazos. Nunca supo para qué sirvieron el resto, si fueron utilizados para alimentar fogatas o para fabricar muebles. Sólo recordaba las palabras de aquel hombre barbicano que se le quedó mirando y dijo:
“Es un buen corte. Llevadlo a mi taller.”

Y allí se pegó meses, arrinconado, atontado por el olor de las colas y los disolventes hasta que el artesano se acercó un día con un formón y empezó la tortura.
Fueron semanas de un dolor insoportable, tirones para arrancarle la corteza, punzadas constantes, trozos de carne arrancados a golpe de de gubia y de cepillo, incisiones por todas partes, su piel irritada por el roce de la lija… Y luego toda esa sesión cosmética: ungüentos malolientes, pinturas abrasivas, barnices irritantes…
Y al fin ese vestido negro tan triste y tan pesado.
Era el siglo dieciocho.

Ella (porque ya no era él sino ella) veía pasar las centurias, aburrida y triste, y miraba con envidia desde su capilla a las niñas que venían en primavera ataviadas de fiesta, con sus trajes de volantes y sus flores en el pelo. Y se preguntaba por qué aquél tallista desagradecido y huraño no le había puesto uno de esos vestidos de faralaes, y una peineta, e incluso un par de castañuelas. Y por qué en vez de para la Feria, que era alegre y además hacía buen tiempo, la sacaban a principios de estación, en Marzo o en Abril, y al atardecer, cuando ya refrescaba y en no pocas ocasiones amenazaba lluvia. Y en un desfile tan triste y tan tenebroso, con esos personajes siniestros con la cara tapada y cargados de cadenas…

Más de cien años llevaba dándole vueltas a la idea. Y al fin se decidió. Y la mañana del Viernes de Dolores, cuando el sacristán abrió la capilla para dejara entrar a los cofrades que se encargarían de preparar el paso, la virgen dio dos palmadas con sus arbóreas manos y les dijo a todos:
“¡Se acabó el luto! O me vestís de flamenca o este año no me sube al palio ni Dios”

Los cofrades se quedaron de una pieza. Blancos como la cera de las velas que adornaban el lugar. No se atrevieron ni a responder, tal era la determinación que emanaba del rostro de la Virgen. Y fueron rápidamente a hablar con el párroco, y luego con el deán, y después con el obispo. En efecto, era imposible mover la imagen. La virgen, prodigiosa al fin y al cabo como todas las de su condición, había desplegado en torno a ella un halo magnético que impedía que nadie se acercase.
Las horas pasaban y nada sucedía. Los fieles esperaban en la puerta. El momento estaba próximo y nadie sabía bien qué hacer. Hasta que el párroco, que era un hombre muy moderno dijo que bueno, que mejor era no tentar al diablo y que al fin y al cabo bastantes años llevaba ya la pobre vestida de negro. Y que eran otros tiempos.

A la Dolorosa se le saltaron las lágrimas de alegría cuando vio el traje de faralaes a sus pies. Hizo salir a todo el mundo y se vistió sola. Se pintó los colores, se rizó las pestañas y se colocó un collar rojo de cuentas y unos pendientes de pinza, enormes y coloridos. Y levitó hasta las andas, instalándose a su gusto y cambiando el color y la disposición de las flores. Y una vez que todo estuvo dispuesto abrió las puertas para que los cofrades entraran y la vieran.

Entonces, y sólo entonces, pudo salir la procesión.

#SafeCreative Mina Cb
Foto de Félix Esáin

jueves, 2 de abril de 2015



GÓLGOTA

¿Por qué me has abandonado?
Agoniza el Nazareno
y rasga la noche un trueno
de resplandor azulado
que restalla en su costado
y le emblanquece la piel.
Bien lo cantó Joan Manuel:
No me deis al de la cruz…
que quiero a un Cristo de luz
para marchar junto a él

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 1 de abril de 2015



NUEVAS NOTAS

Le andaba cansando desde hacía tiempo. Sentía como si su anatomía se le fuera encogiendo entre las manos, fría, metálica y un tanto amarillenta. Ya no disfrutaba, como antes, deslizando sus dedos sobre ella, acercándose despacio para acariciarla, pulsándola con una devoción apasionada y aspirando sus labios hasta vaciar en ellos el contenido de sus pulmones jubilosos. Es por eso que decidió probar algo más vibrante y carnal. Y más cálido además. Una enorme y curvilínea presencia a la que podía abrazar y en la que refugiarse, y sobre cuyo estriado mástil iban jugueteando sensualmente sus pulgares, arrancándole notas dulces y lloronas, pegado a él, sus cuerpos uno solo, entregado de lleno al disfrute de sus maderas olorosas mientras que ella, la trompeta, los miraba envidiosa acumulando polvo en su rincón.

#SafeCreative Mina Cb