CERTIFICADOS DE APTITUD

Me dice una amiga que el otro día su ex la dejó estupefacta. Quedaron para unas cosas que tenían pendientes del piso que compartieron, que lo van a poner en alquiler, y resulta que como aún está deshabitado pues lo uno llevó a lo otro y acabaron, por una de esas cosas inexplicables de la vida, desnudos en la alfombra. Que a quién se le ocurre también, con lo clásicos que habían sido siempre, pero ya se sabe que el que de joven no corre de viejo galopa. O algo así.

El caso. Que el tío, que es un hipocondríaco de narices, la llama al día siguiente porque se había levantado tosiendo. Que ella le dijo que igual es por el par de paquetes de Camel que se echa a diario a los pulmones, pero él le respondió que no. Y que quería hacerse una PCR y que si ella no habría, por casualidad, frecuentado a alguien de riesgo en las últimas dos semanas. Mi amiga le respondió que no y le sugirió, de nuevo, que dejase de fumar. La cosa es que a los dos días, el pavo le mandó un guasap para decirle que había sido una falsa alarma y ella, por seguir la broma, le mandó otro al mes siguiente diciéndole que la regla no la había bajado.
Nada más que por joder.

A lo que iba. Que lo de la PCR se está convirtiendo en el “quiéreme que tengo vacas” de estos nuevos tiempos. Y que antes de quedar con un desconocido ya no le preguntas si tiene pasta, hijos pequeños o antecedentes penales. Lo que realmente te preocupa es que no tenga la “cosa”. Y que lo mismo que antes, los más brutos te podían llegar a mandar una foto de su miembro en erección, ahora lo que te envían es el resultado de una PCR negativa con la fecha bien visible. Que ya no traen ni condones a las citas, sólo el puto papel. Que parece que les da igual enganchar alguna sífilis o cualquier infección que haga que se les caiga la minga a pedacitos con tal de no atrapar el bicho ese. Y eso los desconocidos, que hay amigos con aspiraciones con los que un día, tontamente, quedas para echar unas cañitas, y cuando tienes el papo lleno de patatas bravas, te miran con aire casual y te lo sueltan:

- “Que sepas que yo ya lo he tenido, o sea que no te lo puedo contagiar”

Y después le pegan otro trago a la cerveza.

#SafeCreative Mina Cb

 

NETFLIX

No sé si es que soy muy rara
pero lo cierto es que a mí
me parecen una filfa
los programas del Netflix.

Me aboné porque en la tele
lo que dan es una mierda
y, total, por ocho euros
podía valer la pena.

Y la verdad es que al principio,
justo después de instalarlo
me encontré con buenas series
(la mayoría de narcos)

y con pelis que en el cine
en su día no fui a ver
o que me gustaron mucho
y de nuevo disfruté.

Pero al cabo de algún tiempo
me fui cansando de estar
amuermada todo el día
con el mando en el sofá.

Porque las series enganchan
y les coges afición
y tu vida se convierte
en un teleculebrón.

Que ya ni vas al mercado,
ni al bar, ni a dar un paseo,
sino que estás todo el día
encerrado como un reo.

Y las pelis, la verdad,
al cabo de unas semanas
te das cuenta de que son
por lo general, muy malas.

Porque miras la sinopsis
y la foto del cartel
y salen siempre los mismos
haciendo el mismo papel:

la Carmen Machi, el León,
el Resines, la Inma Cuesta…
Y toooodos cuentan lo mismo:
Problemas con su pareja.

Que al principio te hace gracia,
pero, tras ver tres o cuatro,
y puesto que el argumento
se repite todo el rato

te preguntas: “¿Seré yo,
que me estoy volviendo rara
o es que esta programación
no vale ni pa cascarla?”

En fin… que me di de baja
y ahora, si quiero emoción
me acerco al bar de mi barrio
y me lo paso mejor.

#SafeCreative Mina Cb

 

DIEZ MINUTOS

Yo desde casa en pijama
y apurando una cerveza
ejercito mi cabeza
poco antes de irme a la cama.

Y es que un avispado, inquieto
y gran rapsoda soriano
me propone, muy ufano
que le componga un soneto.

Pues le he vendido que es tal
mi habilidad rimadora
que considero normal

hacer seis en una hora.
No sé si está bien o mal
mas hélo aquí, sin demora.

#SafeCreative Mina Cb

 "SIN"

Te propongo

un viaje que comienza en el misterio

y que puede, por tanto, tropezarse

con el sólido escollo de la desilusión

(amén de retrasar su incierto inicio

a causa de la súbita irrupción de los recuerdos

de pasados amores

cuyos rostros buscamos sin descanso

a nuestro alrededor)

Te propongo lo incierto,

lo no futuro,

lo inclasificable.

Lo no “sin ti me muero”.

Lo no “si tú no vienes

no será lo mismo”.

Lo no “si me quisieras

lo dejarías todo”.

Te propongo lo raro,

lo inmoral,

lo inadecuado.

Lo condenado al final

(como la vida)

desde el minuto cero.

Lo que no han de entender

y nos dará lo mismo.

Lo que hará que te miren,

arqueando la cejas

y pregunten

(cuando no esté delante):

“¿Quién es ella?”

Y tú no seas capaz

de dar una respuesta.

#SafeCreative Mina Cb

 

Se inventaron las drogas y el alcohol
porque la realidad
a veces

es insoportable.

Ya lo sé, sí…

por favor
no me lo recuerdes.

Ya sé que en el planeta
hay quien está mucho pero que yo.

Ya sé que tengo suerte
(saludtrabajoafecto… ese argumento)

Ya sé que siempre puede ser peor
y sé que hay otros
(y otras, que ahora es lo que se lleva)

que quisieran ser yo.

Pero déjame, amigo, que hoy te cuente
lo infeliz que me siento

y que llore en tu hombro, y que pidamos
otra ronda, y que el mundo

se aleje y al final desaparezca

y me funda, por fin, entre tus brazos,
ebria de alcohol y risas

como si nada hubiera sucedido

y todo fuera antes….

¡Mecagüen el copón!

#SafeCreative Mina Cb 

 

INFLUENCER

Yo quiero ser youtuber,
forrarme desde casa
compartir contenidos
y que todos me aplaudan.

Yo quiero ser tiktoker
con followers a manta,
que en todos los países
aplaudan mis gansadas.

Yo quiero ser tuitera
fecunda y venerada,
hablar en las tertulias
sin entender ni papa.

Yo quiero ser seguida,
leída y posteada,
y tener mil me gustas
tras colgar cada entrada.

Yo quiero ser tendencia,
influencer al alza,
iletrada y fecunda
lideresa de masas.

Yo quiero ser famosa
sin que me cueste nada
sin formación ni estudios
ni darle un palo al agua.

#SafeCreative Mina Cb

 

PERSEVERANCE

No me parece justo:

Nadie
con más dedicación que yo
perseveró en aMarte

y no hubo informativo
que invirtiera un segundo

en dar publicidad a mi odisea.

#SafeCreative Mina Cb

 

Lo peor
no son los huecos en la agenda

ni la visión del porvenir
como un túnel estrecho

ni esas noches en blanco
impregnadas de lágrimas

ni siquiera
ese ácido y permanente escozor en la garganta.

Lo peor
es la certeza de las cosas

que nunca volverán a suceder.

#SafeCreative Mina Cb

 

REGALOS ENVENENADOS

Hay ocasiones en las que un simple regalo te puede arruinar la vida.

Y eso es precisamente lo que le ha pasado una amiga mía; que el otro día fue su cumpleaños y sus hijos, que viven en el extranjero, le regalaron un ordenador. Que no es que el suyo estuviera para tirarlo pero en fin... iba teniendo sus carencias. Y es por eso que los chavales le apañaron el presente en plan sorpresa: lo encargaron, lo pagaron y a su madre le llegó puntualmente el día de su onomástica en una caja bastante desprovista de glamour, cosa que la hizo sospechar. “Yo no he pedido nada, que no sé comprar por internet”- juraba y perjuraba. Hasta que llamaron al teléfono del cliente, que era su hijo pequeño, el tema se aclaró y mi amiga se encontró con un pepino de cerca de mil pavos que ni sabía conectar, de modo que su retoño le tuvo que apañar un tutorial por videoconferencia, y eso sólo para la conexión a red, que lo del teclado y el ratón, que eran inalámbricos, fue otra aventura con el tema del bluetooth.

El caso: que una vez en marcha el aparato, ella quería escuchar música y utilizar el word y la impresora para sus trabajos de los cursos de la escuela de idiomas. Pero cuando fue a abrir el procesador de texto descubrió que no podía porque era necesario descargar un programa de no sé qué que, al activarlo, te mandaba descargar otro programa de no sé cuantos y así hasta el infinito. Y luego el nuevo aparato no le permitía ni usar la impresora ni que le acoplase sus antiguos altavoces, y la música se oía como si cantase el enano de los Epi y Blas (Epi creo que es).

A lo que voy: que tanto mareó a sus hijos que al final no le cogían el teléfono. De modo que me presenté en su casa, que no es que yo sea una entendida en informática, pero vamos, que para saber más que ella no hace falta mucho. Apañé lo de la impresora llamando a mi sobrino, que es un fiera, pero lo de los altavoces fue más complicado, aunque al final conseguí fabricarle una conexión con el cable de una vieja lámpara y una clavija de un aparato en desuso que tenía por allí. Pero lo del Word no arrancaba ni a cañonazos. Di que para entonces ya llevábamos seis latas de San Miguel y un chupito de Jagger cada una (la culpa fue de las patatas fritas, que dan sed) y, para cuando quisimos reaccionar, ya habíamos embalado el aparato tras vendérselo por Wallapop a un chaval de Ribaforada que en veinte minutos se presentó a por él con 300 euros en la mano.

Así que ahora es mi amiga quien no les coge el teléfono a sus hijos.

#SafeCreative Mina Cb