lunes, 30 de junio de 2014


OJOS DE MÁRMOL

¿Qué caminos recorre tu mirada de mármol?
Tu mirada vacía,
inánime y ajena,
se pierde en el espacio, deslucida y rebelde…...
Se ha apagado su brillo,
se ha escapado al galope
tras la cálida esencia de unos ojos dorados,
que te son tan queridos como tus propios ojos
y que hace mucho tiempo
dejaste de mirar…

Se te escurren las horas en cada pestañeo:
minuto tras minuto.
Pero el tiempo no pasa.
Se estancó el calendario en ese andén maldito,
en esa amanecida
amarga y heladora:
el principio de un fin que no se acaba nunca.
Silbidos y motores, poleas, engranajes...
Y tu mirada errante
tallada en el cristal.

#SafeCreative Mina Cb


sábado, 28 de junio de 2014



¿QUIÉN SOY?


Cuando se conocieron él iba en gayumbos y ella en bata y zapatillas. Él estaba sin afeitar y ella sin depilar. Él andaba en el paro y ella trabajaba en una empresa de limpiezas.


Pero como Internet es lo que es empezaron a fantasear y mintieron los dos como bellacos. Y se crearon la identidad que les salió del teclado y se enzarzaron en una conversación que duró horas y horas: comenzaron hablando de las costas de Isla Margarita, su destino favorito para las escapadas, y terminaron por hablar de Tarantino, que era el director que les gustaba. Y de otras muchas cosas que tenían en común pese a vivir él en Madrid y ella en Tegucigalpa.


Se despidieron amistosamente tras un buen rato de conversación. Y salieron los dos de casa, un poco entristecidos por haberse tropezado con alguien tan agradable y tan simpático pero que vivía tan lejos. Era la première del último film de Tarantino y él había hecho horas de cola para conseguir una entrada. Tomó asiento y cuando iba a empezar la película sacó del bolsillo el teléfono para apagarlo. Antes de hacer la desconexión vio el último mensaje de ella, un emoticono sonriente. Respondió con otro que guiñaba el ojo, le dio al “off” y se arrellanó en la butaca.
Una fila más adelante, una chica de gafas recibía el guiño justo antes de silenciar el timbre de su móvil.




#SafeCreative Mina Cb


SARAJEVO. 1914


No creo que nadie sea lo bastante importante como para desencadenar una guerra. Simplemente, en cualquier momento y en cualquier lugar la mecha del descontento prende, el reguero se incendia y la explosión se produce.


Sucedió hace cien años. En Sarajevo, qué casualidad. Una guerra. Pero no una guerra cualquiera. No. Una guerra lo suficientemente importante como para que los historiadores decidieran llamarla la gran guerra. Porque estaban todos los listos, los p...oderosos, los que mueven el cotarro. Porque fue la primera vez que a algunos se les vio el plumero. Y porque la tecnología permitió alcanzar la cifra de nueve millones de muertos en tan sólo cuatro años. Claro que el nombre de gran guerra hubo de ser remplazado rápidamente por el de primera guerra, porque poco tardó el conflicto en desatarse de nuevo, ésta vez en Polonia. Y aquí fue donde la crueldad y la demencia humanas nos mostraron su cara más repugnante. Tal fue le virulencia de la contienda, tal la vergüenza que sintieron todos los europeos ante el descubrimiento de los campos de exterminio nazis, tal la crudeza de los testimonios de los supervivientes, que se tomaron medidas para que algo así no sucediera nunca más…
En Europa.


Porque los genocidios, las vejaciones, las largas colas de refugiados que abandonan sus hogares con lo puesto, las imágenes de montañas de cuerpos calcinados, las noticias de ataques indiscriminados a mercados, las irrupciones de tanques que arrasan plazas públicas, llevándose por delante todo lo que encuentran a su paso, nos siguen cayendo en el plato cada día, mientras trinchamos el filete o llenamos el vaso de vino con gaseosa.


Pero no nos afectan. Porque pasan en Siria, o en Somalia, o en China. Y todo aquello está muy lejos. Por eso seguimos a lo nuestro, el filete y el cuchillo, pensando que vaya pobre gente, que vaya mala suerte, y que menos mal que nosotros aquí estamos seguros, con estos gobernantes tan civilizados que no nos lanzan bombas aunque, eso sí, nos sigan asfixiando poco a poco con sus crisis generadas por ellos mismos para desestabilizar los mercados y así poder esclavizarnos, y hacernos bailar al son que les convenga, y mantenernos quietos y callados, el drama siempre presente en la pantalla, amenazador e ilustrativo, útil y didáctico. Para que nunca se nos olvide que podría ser peor.


Cien años hoy. Y no hemos aprendido nada.



#‎SafeCreative‬ Mina Cb

viernes, 27 de junio de 2014



VOLVER…

A veces, sólo a veces, me gustaría volver a la infancia, y correr a refugiarme entre las faldas de mi madre, y llorar con ganas, soltando grandes lagrimones, hipando y quedándome sin resuello, dejando que los mocos resbalaran por el canalillo que lleva hacia la boca hasta sentirlos filtrarse entre mis labios, líquidos y salados como sopa espesa. Y tener que parar porque los oídos se me taponaran de la congestión, y sorber ruidosamente para continuar la llantina. Hasta que mi rostro se abotargara, amoratado y deforme, y mis ojos no pudieran casi abrirse, y las aletas de mi nariz se inflasen como globos, y me faltase la respiración, y cayera rendida en la cama, durmiéndome plácidamente a causa de la asfixia, el disgusto y la fatiga. Y mi madre me tuviera preparado un chocolate caliente al levantarme al poco rato, renovada y amnésica.

Eso quisiera, pienso, mientras me trago las lágrimas, los mocos y los hipos y me voy a trabajar.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 26 de junio de 2014



LA LLAVE

Lo miró a través de la ya tenue cortina de lágrimas que los separaba desde hacía tiempo. Su mirada era ajena, desprovista de calor alguno, desconocida y lejana como si viniera de un planeta extraño y se exhibiese ante sus ojos por... primera vez, metálica y vidriosa.

Le habló serenamente también, con una voz que no era suya, lo mismo que lo haría el muñeco de un ventrílocuo, usando palabras correctas y educadas, temerosa tal vez de incomodarlo, de aburrirlo, de profanar ese silencio al que llevaban meses entregados y que tanto había apaciguado sus espíritus, fatigados al fin del desencuentro cotidiano.

Había sido aquél el último conato. Acababa de quemar el cartucho de reserva y el olor a pólvora flotaba en el ambiente, una humeante nube impregnándolo todo.

Se puso en pie, dejó sobre la mesa unas monedas con que pagar el café y antes de marcharse le entregó la llave del apartamento que habían compartido hasta hacía pocos días.

“Puedes dársela a ella”- le dijo.

#SafeCreative Mina Cb


miércoles, 25 de junio de 2014



ALDABAS

Es ridículo
hacer sonar aldabas que nadie escuchará.
Llamar a puertas que antaño se cerraron
y cuyas rejas...
no guardarán jamás los mismos rostros.

Es absurdo
emplear la energía y los minutos
en empuñar con fuerza sus pesados,
metálicos,
grandes, redondos, fríos asideros.

Es de locos
el hablar a quien no ha de respondernos,
a aquél para quien ya nuestras palabras,
más que lenguaje
son golpes de aldabón… ronco sonido.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 24 de junio de 2014



EN BLANCO

Se desliza la noche…
tóxica y gris serpiente de mercurio.
Va reptando en silencio,
se acopla a los rincones,
viscosa y adherente,
como un sucio gusano
que impregna las paredes y los suelos,
se extiende, penetrante,
y todo lo engorrina
con su pastoso rastro.

Centellean los rígidos,
los parpadeantes y rojos números
del impío reloj…
las dos y diez, y hace ya eternidades
fueron las dos y cinco.
Y me miran los trazos luminosos:
clic, clac, mira cómo me enciendo;
clic, clac, mira cómo me apago..
desafiantes y juguetones.
Insomnes, como yo.

Y retiro las sábanas,
y me entrego al vacío, perdida la esperanza,
laxa y hastiada, las manos sobre el pecho,
errantes los ojos entre la negrura…
Y al fin me adormezco,
los párpados tiemblan, tenso duermevela.
Parece que el sueño se acerca a hurtadillas…
Y se oye una puerta.
Y zumba un mosquito.
….. Las tres menos cuarto.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 23 de junio de 2014



UNA VOLL DAMM BIEN FRÍA

Odiaba con todas sus fuerzas esos agotadores cursillos de verano, varias horas encerrada en una sala con una pandilla de jóvenes ejecutivos que creían saberlo todo de la vida porque con menos de 30 años llevaban la... patilla de unas Rayban asomando por la chaqueta y las llaves de un Audi en el bolsillo. La ponían enferma, sobre todo cuando intentaban darle lecciones de gestión de ventas… A ella, que llevaba currando en eso toda la puñetera vida y que, estudios e intuición aparte, había aprendido casi todo lo que sabía a base de pegarse batacazos. Y de pasarse todos los veranos de sus años de carrera yendo de puerta en puerta para vender seguros, aspiradores, cosméticos… De todo.
Y todo para que a sus casi cincuenta castañas (muy bien llevadas, por cierto, a tenor de su éxito con el sexo opuesto) un niñato recién contratado como becario le insinuara en público que quizá era demasiado mayor como para continuar en activo en un negocio “tan dinámico”. Ella lo puso en su sitio, eso sí, en privado, y el muy gilipollas tuvo al desfachatez de insinuársele.

En resumen… que necesitaba algo fuerte.

El calor del atardecer sevillano era insoportable, y le llamó la atención un cartel en la fachada de un bar. El establecimiento tenía una terracita muy coqueta, con sillas de mimbre con cojines y ventiladores de los que pulverizan agua, de modo que buscó un rincón tranquilo, se sentó y sacó del bolso una revista.
- ¿Qué va a tomar la señora?”
- Una Voll Damm. De tercio- especificó- Y bien fría.
- Perdone mi atrevimiento- le apuntó el camarero, un hombre de unos 60 años, educado, conocedor sin duda de su oficio, tanto por la elegancia con que paseaba la bandeja como por la corrección con que se dirigía a los clientes- Pero si me lo permite, ya que parecen gustarle a usted las cervezas fuertes, tenemos una alemana nueva, excelente. Se sirve en formato de medio litro y su precio es inferior al de la que usted me pide.
Ella agradeció la sugerencia pero insistió en su petición.
El camarero reapareció al cabo de un par de minutos.
- Lo siento muchísimo, señora. No nos queda ni una en la cámara. Todas están calientes. Pero puedo ofrecerle a usted lo que desee. La casa invita”
- Se lo agradezco muchísimo- respondió ella- pero quiero esa marca.
- Hay un bar aquí cerca. Somos amigos y a veces nos prestamos mercancía. Tienen la cerveza que usted me pide pero la terraza está a pleno sol. Si a usted no le importa esperar, me puedo acercar, le traigo una y se la bebe usted aquí.
Ella se sintió un tanto cohibida, pero tanto insistió el hombre que al final aceptó. Continuó con su lectura hasta la llegada del amable camarero, que escanció el dorado y tentador líquido en una jarra helada. Se lo agradeció con la mejor de sus sonrisas y le pidió la cuenta, dispuesta a darle una buena propina.
¡Una Voll Damm bien fría en un lugar como aquél, a los pies de la Giralda…! Si el cielo existe, tiene que parecerse a esto, pensó, mirando la silueta de la torre dibujada en la luz del atardecer sevillano
Se disponía a darle el primer sorbo cuando el camarero se acercó: “Perdone, señora. Está usted invitada. Aquel caballero ha pagado su cerveza”
Había reparado en el tipo nada más sentarse: un fulano con camiseta Custo y unas pintas de fantasma que te rilas que le sonreía, haciéndole un guiño. El muy gilipollas. Se levantó con la jarra en la mano, dispuesta a renunciar al placer de tomársela con tal de descargar su ira acumulada durante horas de soportar estupideces sobre la cabeza de ese payaso. El hombre debió de adivinar sus intenciones, porque al verla aproximarse, rauda y furibunda, se echó la mano a la cartera, dejó un papel sobre la mesa y salió huyendo.
Era una tarjeta de visita:

Pablo López
Jefe de ventas de cervezas Voll Damm

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 22 de junio de 2014



EL BUEN HIJO

Cuando a papá y mamá se les rompió el amor él se convirtió en el ojo de ese huracán de miserias que sólo la estupidez de los adultos es capaz de desatar. Pasó de las meriendas de cumpleaños con ganchitos y nocilla a la bandeja... de caramelos del despacho del abogado, de los exámenes de mates a las sentencias del juez, de las pelis de la Disney a Kramer contra Kramer.
Claro que esa tempestad de insensateces no afectó sólo al pequeño, sino que acabó salpicando a toda la familia, y las casas de los abuelos se convirtieron en trincheras desde donde eran disparadas potentes andanadas de desprecio. Y el chico se transformó en el oscuro objeto del egoísmo de los cónyuges, que se lo disputaban como las matronas de la parábola del sabio Salomón, antes partido en dos que propiedad del otro, hasta que el chaval se cansó de pelear y acabó por refugiarse bajo las faldas de su madre mientras los abuelos paternos, como sucede casi siempre en estos casos, rabiaban en silencio al ver cómo su niño, rehén del odio, les era arrebatado para siempre.

Pasaron años. Los suficientes como para resignarse a la pérdida pero no para curar el dolor. Porque sólo hay una cosa peor que ver morir a alguien a quien se quiere. Y es saber que vive y no poder tenerlo. Y la abuela continuaba acariciando sus fotos cada día. Y él seguía acercándose a la calle, mirando la casa desde lejos y sin atreverse a pulsar el timbre de la puerta. Y nada sucedía.

Pero a veces, lo que son las cosas, el amor se viste de coraje y se apodera del orgullo. Y la vida, que es así de perra, nos pone las casualidades en bandeja como si fueran canapés, y todo cambia si somos lo bastante listos como para elegir la buena. Y la puerta se abrió. Y tras ella seguían los objetos con que había jugado de pequeño, y los cuadros que el abuelo pintó de joven, y los dibujos que él hacía en el reverso de las hojas de los calendarios. Y la abuela con los ojos inundados en lágrimas. Y hasta su padre, al que creía odiar aunque ya no sabía bien por qué.

No hubo reproches. Sólo una nueva vida.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 20 de junio de 2014



LA CORONA

Aquella mañana todo sucedía en blanco y negro. Creo que hasta la alfombra verde oliva que cubría el suelo del salón se tiñó de gris durante el tiempo que duró la ceremonia. Yo estaba sentada sobre ella, muy atenta a la pantalla d...onde mi padre, justo detrás de mí y acomodado en el sofá, me dijo que iba a aparecer un rey, cosa que para mi era toda una novedad: el ver un rey de carne y hueso quiero decir, ya que los únicos reyes que yo conocía eran los de los cuentos, que a menudo eran animales con áureas coronas y capas rojas ribeteadas con dacha blanca moteada en negro y que portaban un cetro rematado en un pomo dorado en ocasiones y otras, estas las menos, en una mano cerrada con el dedo índice señalando hacia el cielo.

Así que ahí estaba yo, quieta como una estatua y a la espera del momento señalado. Mi padre me decía que el rey venía a gobernarnos en lugar de ese señor pequeñito y calvo que parecía caerle tan mal a todo el mundo y al que habían exhibido hasta hacía un par de días en una caja de madera para más tarde sepultarlo bajo una enorme losa en el transcurso de una ceremonia larga y aburrida a la que acudieron muchos viejos cubiertos de medallas.

A mí todo eso me daba igual: lo de los viejos y las medallas. Y lo de la losa. Y hasta lo de los gobernantes. A mí lo que de verdad me interesaba, a mis ocho años, era tener un rey que viviera en un palacio lleno de lujosos salones con enormes lámparas de cristalitos de colores en los que organizase bailes a los que asistirían princesas vestidas como Romy Scheneider, que se deslizarían trazando círculos sobre el suelo de mármol veteado. Y príncipes con levita y patillas acolchadas que observarían a las damas a través de su monóculo. Y sirvientes con fajín, y doncellas con cofia, y cortesanas con abanico de plumas, y mayordomos plegando los abrigos y recogiendo los guantes de los invitados a la entrada del baile… Y al fin el rey y la reina, coronados, bajando la escalera, la diestra de ella apoyada sobre la mano de su esposo, los brazos en uve, y la otra sujetando graciosamente la cola del vestido blanco abullonado que se agitaría con un leve frufrú, las enaguas asomando un poco bajo los encajes, y el olor a jazmín de sus cabellos invadiéndolo todo…

Aparecieron al fin. Él de militar y ella con un vestido largo y liso. Los acompañaban un niño rubio con chaqueta oscura y dos chicas que parecían mellizas: la misma ropa, el mismo peinado, las mismas cintas en el pelo…

La ceremonia fue un tostón donde no hubo ni valses, ni lámparas de strass, ni doncellas con cofia, ni trajes de Sissi ni cetro con pomo. Así que cuando la comitiva abandonó la sala tal cual había entrado, ella con su traje liso y él con su testa desnuda, yo me levanté del suelo, me quedé mirando a mi padre, me encogí de hombros y le dije:
“Pues vaya una mierda de rey”

#SafeCreative Mina Cb

martes, 17 de junio de 2014




MI IRRESISTIBLE SEX-APPEAL

El otro día me mandaron un mensaje de amor. La verdad es que yo hubiera preferido una carta, soy así de antigua. Pero a mi edad ya no va estando una para delicadezas, de modo que lo abrí.

Claro que en principio ...no supe que el mensaje era de amor porque estaba en ruso. Y lo más curioso de todo es que me lo mandaba un tipo con pinta de eslavo, lo que cuadraba bastante con lo del alfabeto cirílico, pero que vivía en Birmingham y que además era doctor en no sé qué… que el traductor del Google nunca da muchas pistas y yo en inglés estoy un poco fish. Y me decía el fulano (que digo yo que además de enamoradizo debe ser adivino) que seguro que yo, viviendo donde vivo, puedo transcribir el mensaje al inglés. Y me acordé de los yanquis, que nos colocan justo al lado de México en el mapa, y pensé que mira tú por donde igual los descendientes del tío Sam tenían más cosas en común con los nacidos al otro lado del telón de acero de lo que habíamos pensado.

Traduje el mensaje, donde el colega me confesaba que había visto mi foto de perfil y se había enamorado de mi sonrisa. Así, sin anestesia. Con dos cojones. Y que perdonase su atrevimiento pero que quería establecer contacto conmigo. Establecer contacto. Como los extraterrestres. Y que si quería ser su amiga. Supongo que de momento. Porque si el hombre había sido capaz de enamorarse de una torda despeinada y oculta tras unas gafas de sol sin conocerla de nada y sin entender una palabra de lo que escribía, lo más seguro es que una vez que estableciéramos contacto le interesaría saber más de mí. Sobre todo si tengo pasta para pagarle un billete de avión y así poder presentarse en mi casa, tumbarse en mi sofá, beberse mis cervezas y mientras tanto ver si hay suerte y le sale un trabajillo con que ganarse los garbanzos.

En fin… que no le he contestado. Y ya lo siento, porque soy consciente de que lo mismo era mi príncipe azul. Pero claro, ni yo hablo ruso ni él inglés.
Y además no tengo sitio en el armario.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 16 de junio de 2014



APENAS…

Se desdibujan
tu cara y tu sonrisa
y solamente el brillo de tus ojos verdes
alumbra la negrura de mi casa...
que no es sino memoria.

Me acuerdo
ya muy de vez en cuando
de tu pelo enredado en nudos imposibles
que yo desovillaba con paciencia…
y me parece un sueño.

Resuena
en mis oídos
el dulzor de tu voz cuando cantabas
esas canciones tontas y marciales
que el tiempo ha silenciado.

Recuerdo
haberte dado un beso
cuando volvía a casa, corriendo, del trabajo,
deseosa del cálido milagro
de hallarte tras la puerta.

Te sigo viendo
sentado en el sofá,
contemplando, embobado, mis paseos,
en busca de las botas…
vestida sólo a medias.

Todo es difuso:
todo salvo tu esencia,
tu ser irrepetible, tu devenir constante
que nunca se ha marchado…
Aún te extraña mi alma.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 15 de junio de 2014



ATADOS

Supieron que iba a suceder desde el primer instante en que sus miradas se cruzaron. Y vivieron la espera con ansiedad y con angustia al tiempo que con un cariño y una ternura indescriptibles. Sabían de lo absurdo y lo imposible, de ...lo fatal de esa atracción que los ligaba de una forma irresistible, que los obsesionaba, que los iba a llevar irremediablemente, y puesto que ese era el único medicamento capaz de curar su enfermedad, a caer el uno en los brazos del otro.

Y sucedió en efecto, tontamente, como suceden estas cosas siempre. Y fue dulce y hermoso, irrepetible, inolvidable… pero también triste y nostálgico, como todos los encuentros furtivos que nunca van a repetirse y que van cargados de pasión y de culpabilidad al mismo tiempo.

Ella desapareció al llegar el alba. Él se hizo el dormido cuando la sintió partir y rompió a llorar una vez que la puerta se cerró.

De vez en cuando se tropiezan por la calle, él con su sonrisa campechana y ella tomada del brazo de su esposo, al que siempre le constó que amaba con locura. Y se saludan como si nada hubiera pasado, un holaquétal pillado por los pelos. Y se alejan el uno del otro sin volver la vista atrás, sabiendo que hicieron lo correcto. Aunque desde entonces no hayan dejado de pensar en el otro ni un sólo segundo.

Y es que la vida, a veces, es así de puta.

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 14 de junio de 2014


LA VENTANA

Debía haberlo imaginado. En los últimos meses le había ido dejando pistas. Demasiadas pistas. No decía nada, pero la verdad es que jamás lo había dicho. Más bien se había limitado a manifestar su alegría y a disimular su descont...ento. Era huraño y no le gustaban las visitas. Ni el invierno. Ni el calor excesivo. Se aburría en casa y en la calle y su único entretenimiento consistía en hacer tonterías delante del espejo y en esparcir basura por doquier. De poco servían sus protestas ya que él jamás se dignó a pasar la escoba. Simplemente la miraba indiferente mientras ella limpiaba.

Últimamente hacía cosas raras. Rarísimas. Lo sorprendió varias veces delante de la puerta, inclinado el cuerpo hacia adelante, como si intentase echarla abajo o bien la utilizara como soporte para hacer flexiones. También pasaba horas mirando por la ventana, hacia el tejado de enfrente, lleno de palomas y de lagartijas. Y su actitud, ya de por sí ausente, se había ido agudizando hasta convertirlo en une triste sombra acodada en el rincón, apenas perceptible. No comía, casi no bebía. Y ya no separaba los ojos del cristal, mirando quién sabe si a la casa vecina, al infinito o al abismo que se abría más abajo del alféizar.

Aquella mañana se mostraba inquieto. Le echó un último vistazo, bastante preocupada, antes de marcharse a trabajar. Era un espléndido y azulado día de comienzos del verano. La jornada ideal para levantar el vuelo, se dijo, cuando volvió a casa y encontró la jaula abierta.
Abierta… Y vacía, por supuesto.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 13 de junio de 2014



HAIKUS DEL ATARDECER

Luz de la tarde:
cotidiano regalo
para los ojos.
...
Verdes cortinas;
tibiedad en el aire.
Paz en el campo.

Juegan los gatos,
los ruiseñores cantan:
No existe el mundo.

¡Chsssst! No te muevas
y así no alzará el vuelo
la mariposa.

No se oyen voces:
se deslizan las aguas
sin hacer ruido.

Se tiñe el cielo
de rosas y amarillos:
es una fiesta.

El sol se escapa:
le persigue la luna
pálida y fría.

Dulce es el tiempo
del estío… La noche
llega en silencio.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 12 de junio de 2014


DONDE NACÍ

No fue elección mía: fueron ellos quienes una noche, supongo, decidieron instalarme ahí, un minúsculo germen llegado desde no se sabe dónde y que recaló en esta parte del planeta por accidente, del mismo modo que podía haberlo h...echo en la gélida Alaska, en la estoica Suiza o en la deprimida Etiopía.

Fue el azar, siempre casquivano, quien decidió ubicarme en este lugar donde el agua brota de los grifos, el sol de las bombillas y el fuego de los mecheros. Y quien me puso dos patas en lugar de cuatro, y me permitió ir a la escuela, y aprender a leer y a escribir, y gozar de la suerte de poder ser niña, de tener amigos, de estrenar juguetes, de disfrutar del derecho a decidir, o por lo menos a soñar, qué quería ser de mayor. Y a llegar a serlo, mayor digo, sin morir antes de una diarrea o de una gripe, o sin que una pandilla de salvajes me arrancase el clítoris con un filo oxidado. Y una vez llegada a la edad adulta, pude al fin escoger mi destino, y tuve derecho a equivocarme y hasta a rectificar, y la vida me dio segundas, terceras y hasta cuartas oportunidades, y cuando enfermé me curaron. Y cuando me hirieron pude defenderme.

Y todo esto, lo sé, sólo ha sido un accidente: una lotería. Un conjuro cósmico que me envió a este, y no a ningún otro lugar donde mi vida hubiese sido bien distinta.

Porque nadie elige quién es.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 11 de junio de 2014



DESPUÉS

Se acabó la batalla. Cae la tarde
mas llueve todavía.
Camino solitaria y empapada,
hundiéndome en los charcos,...
embarradas las botas…
Cada paso una gesta,
cada metro una vida…

Hay un cuerpo yacente bajo el árbol
más alto y más frondoso…
el rostro oculto, los cabellos sucios.
Lo cubre mi abrigo,
lo visten mis ropas,
lleva mi alianza y hasta mis pendientes…

No puedo estar muerta- me digo-.
Me pellizco fuerte,
hundiendo las uñas sobre mi antebrazo…
Y no siento nada…
…. mas sé que estoy viva:
suenan mis latidos.

Avanzo entre el barro, medio sumergida,
inmersa en un surco,
más bien atrapada...
apenas sin fuerzas.

Tras una trinchera me encuentro otro cuerpo
ya casi enterrado
y, aún así, con vida…
Y siento el calor de la lluvia en mi rostro:
mis ardientes lágrimas…

Y sé que esta vez no es tan sólo una tregua:

… Y sé que estoy viva

#SafeCreative Mina Cb

martes, 10 de junio de 2014


AQUÉL

Aquél que me desnude tendrá los dedos finos
y llegará en la noche, lo mismo que un bandido:
no se abrirán ventanas, no sonarán postigos,
no agitará la brisa nocturna los visillos,...
no se oirán pisadas, no escucharé el sonido
del somier acogiendo su cuerpo junto al mío.

Me tomará en silencio, sin siquiera un suspiro,
sin apenas tocarme, sin moverme del sitio:
será como sentirlo sin haberlo sentido,
como haber sido amada y como no haberlo sido…
un peso inapreciable, un gozar sin gemidos,
un hombre entre las sombras…
………….. Un amante furtivo.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 9 de junio de 2014



EN EL RINCÓN

Lloraba desconsoladamente, la cara oculta entre las manos, la cabeza ladeada y apoyada contra la pared, como escondida en aquel rincón pero aún así a la vista de todo el mundo. Lloraba y a continuación cesaba de hacerlo, separ...aba las palmas del rostro y dejaba ver la mirada perdida, difuminada acaso, los ojos como de muñeca, inmóviles, duros, ausentes y fijos en ninguna parte. Ojos sin rumbo y sin lectura posible, agotados de verter torrentes de lágrimas para después secarse y al poco recomenzar, como esas fuentes de circuito subterráneo que van expulsando una y otra vez el mismo agua por el surtidor.
Nadie la miraba, tal vez por vergüenza, por esa estúpida norma de urbanidad que nos prohíbe preocuparnos por los desconocidos por miedo a que nos digan que nos metemos donde no nos llaman. Por eso o porque era una más de entre todas las patologías cerebrales incomprensibles para el mundo de la ciencia y porque, al fin y al cabo, llorar no es como arrancarse los cabellos o darse golpes contra la pared, comportamientos autodestructivos para los que los facultativos establecen un remedio en cuanto los detectan porque causan lesiones en el cuerpo.
Cuando volví a pasar la anciana lloraba de nuevo, embozada, sola en su rincón. Y me pregunté cuántos dolores y tristezas habría bajo aquel intermitente llanto que tanto la acongojaba. Pensé quizás en un amor que no pudo ser, en un hijo muerto, en una vida de congojas al lado de un hombre cruel y autoritario; en un rosario interminable de décadas atada al silencio y al dolor que sólo ahora, perdida en su locura, podía aliviar por medio de las lágrimas.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 8 de junio de 2014






SE LLAMABA CHARLIE…

Se ha quedado atrapada en las calles, incapaz de alzar el vuelo hacia el nido donde dispone de abrigo y protección, aturdida y desorientada delante del morro de un coche cuyo ocupante, vaya usted a saber por qué remota ...casualidad (todo en la vida ocurre por algo, es la frase que más escucho últimamente), llevaba en el maletero un arnés con el que la ha sujetado y la ha arrastrado suavemente hasta dejarla en un el rincón de los contenedores de basura, un lugar poco poético pero bastante apartado de los peligros del asfalto.

Me he acercado, la más valiente del grupo de mirones, sin tomar ninguna precaución (soy de las que piensan que pocos animales atacan de no ser por verse amenazados) y la he mirado fijamente, los ojos húmedos y brillantes, contorneados en negro, como los de los faraones egipcios, el pico sólido y puntiagudo y mucho más largo de lo que aparenta cuando las vemos allá en lo alto y el plumaje sucio de escarbar entre el barro de las charcas. Y ese ala rota, que unida al chapucero graffiti de la pared le daba a la escena un aire grotesco y surrealista; como si aquello en vez de un accidente fuera la invención de un artista excéntrico, una performance donde todo estaba escrupulosamente preparado: los muros sucios, los horribles contenedores de plástico y el pobre animal lisiado y temeroso.

La he mirado por última vez antes de disparar la cámara y alejarme, tarareando esa cancioncilla de mi infancia que hablaba de una paloma, Charlie, que el cantante había encontrado en la calle perdida y llorando de hambre y que yo, entonces, pensaba que era una chica y no un pájaro.
Lo que es la vida…

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 7 de junio de 2014



CORRE

¡Corre!
Que se va la vida
y te deja atrás con cara de pardillo:
“¿Y si hubiera hablado, y si hubiera dado, y si hubiera sido…?”...

¡Corre!
Que se van los años
y al final te quedas en el dique seco:
“¿Y si hubiera estado, y si hubiera dicho, y si hubiera hecho…?”

¡Corre!
Que se acaba el tiempo
y la muerte todo lo convierte en sombras:
“Y si en vez de “hubiera” de vivir, viviera… ¿qué tendría ahora?”

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 6 de junio de 2014


EL HOMBRE QUE QUERÍA SER OTRO

Le pasaba como a todos. O más bien no. Porque él era realmente diferente. Digo que le pasaba como a todos porque quería ser como los demás y no como él mismo. Y mira que lo tenía todo: era culto, guapo, atento..., cariñoso… hasta sensible y un tanto femenino, que eso es algo que a las mujeres les encanta pero que ellos ocultan pensando que en el macho lo que mola es la testosterona, el tocarse el paquete y el hacer concursos de a ver quién manda más lejos un escupitajo.

Pero él era así, tal cual, y le daba tanta vergüenza demostrarlo que se pasó la vida fingiendo ser otro, vaya tontería, porque en el fondo no podía ocultar su propia esencia, que era lo que atraía a los otros hacia él. Pero estaba tan ocupado en ensayarse a sí mismo que no se daba cuenta de que era su propio yo, y no aquél ficticio que se había construido, lo que le hacía tan magnético e irrepetible…

Y así pasó sus días, uno detrás del otro… reinventándose, escenificándose, despertando la envidia y la admiración de todos y sin llegar jamás a amarse o a aceptarse, ambicionando la estatura de éste, la fortuna de aquél o la inteligencia del otro.

Murió al fin, como moriremos todos. Y sólo cuando el momento se acercaba supo ver quién era de verdad, e interpretar las muestras de afecto de los se acercaban a darle el último saludo. Y se dio cuenta de que había malgastado la existencia en simular mil vidas en vez de emplearse a fondo en vivir la propia. Y de que lo único cierto que iba a experimentar era, por primera vez y demasiado tarde, su propia muerte.

#SafeCreative Mina Cb



TE LLAMARÁS PIEDRA

Así fue como le dijeron al inicio. Y así era como había vivido toda su existencia, oculta entre cientos de compañeras como ella, una más confundida entre la multitud, piedra entre piedras, anónima y gris, fría y casi indestructible. Hasta que un golpe de mar la sacó de su encierro y la depositó en el malecón, y pudo entonces ver el mundo en todo su esplendor: los apacibles azules del amanecer, los hirientes amarillos del sol de mediodía e incluso los ruborosos atardeceres, cuando el horizonte se teñía de carmín, allí a lo lejos, y las nubes se iban desgajando poco a poco hasta convertirse en rosados jirones que caían sobre el agua, centelleantes estelas amarillas agonizando lentamente para fundirse en un gris plata que convertía el infinito en un espejo horizontal y plano, en una inabarcable línea imaginaria que delimitaba apenas el contorno de las cosas.

Y ya no quiso ser piedra sino luz.

#SafeCreative Mina Cb

Imagen de Lumina Terris


ARENA

A veces las palabras se convierten en arena
con la que voy rellenando
los huecos de mi alma:...
los baches, los pequeños agujeros,
las trampas que entorpecen
la ruta hacia adelante…

A veces, y no pocas, la arena no me alcanza,
(tan hondas son las simas
que pueden adueñarse de mi espíritu)
y necesito piedras
con que cubrir el fondo
y afianzar las bases…

Y algunas otras veces, las menos, lo confieso,
las piedras y la arena
no llegan a alcanzar la consistencia suficiente
y tengo que echar mano
de un torrente de lágrimas
para ligar la masa.

#SafeCreative Mina Cb



EL AUSENTE

Amado mío:

Por la presente te comunico que he dejado de esperarte. Ayer cerré todas las ventanas y balcones, recogí de los alféizares las plantas que tú te encargabas de cuidar y las tiré a la basura, así estaban de mustias y d...e tristes. Limpié el suelo, que el viento había llenado de pelusas, y reorganicé de nuevo los armarios, guardando en el altillo todas las cosas que pensaba ponerme para ti: los vestidos de colores, las diademas floreadas o aquellas sandalias de tiras cruzadas que tanto habían taconeado por las calles adoquinadas y desiertas, solos tú y yo y la dulce negrura de la noche.

Por último, y como revancha, me enfundé unas botas negras, unas medias de rejilla y una cazadora de cuero y me fui de parranda con unas amigas: nada de terracitas como me gustaba hacer contigo. No. Nos metimos a una sala de fiestas atestada de cuarentones divorciados con ganas de echarse un casquete en plan aquí te pillo aquí te mato y allí nos dieron las tantas. A la vuelta a casa, sola y aterida de frío (cómo te echo de menos, me decía…), encendí el radiador y me metí en la cama sin siquiera quitarme el maquillaje.

Esta mañana al levantarme me he asomado a la ventana para ver si el milagro se había producido, pero no: las ráfagas de viento seguían azotando las copas de los árboles. Y el cielo estaba gris. Como ayer. Como anteayer. Y como siempre.

Y he decidido escribirte esta carta. No por la cobardía de no querer decírtelo a la cara, sino porque no sé dónde localizarte. De hecho, no tengo ni idea de cuál puede ser tu dirección. De modo que intentaré contactar con el instituto nacional de meteorología.

Que a lo mejor ellos saben dónde encontrar al verano.

#SafeCreative Mina Cb