viernes, 13 de mayo de 2016



AL DÍA

Me he dado cuenta de repente
de que no espero a nadie.

 No hay casi nada en mi nevera:
sólo lo que me gusta.
No tengo habitación para invitados
y hace no mucho tiempo me deshice
de dos o tres pijamas
que no eran míos,
y que andaban por ahí,
incompletos además,
de lado a lado del armario.

Es más…
me estoy volviendo vaga, lo confieso:
limpio lo necesario
e intento desprenderme, si es posible
de todo lo accesorio
de tal modo que a veces,
solo a veces,
cuando trato de ser hospitalaria
me delata la falta de costumbre
y no tengo fiambres,
ni pizza congelada,
ni pan de molde blanco y sin corteza,
ni cocacola cero.

Hay tan solo papeles y bolígrafos
esparcidos por todo:
el baño, la cocina, el dormitorio…
(por no hablar del salón)

Y poco más:
ni un proyecto de vida,
ni planes de futuro,
ni otra obsesión que no sea este ahora
que,
me temo,
no cabe en la nevera.

¡Pobre de mí…!

#SafeCreative Mina Cb

1 comentario:

  1. Estupendo, así no tendrás visitas no deseadas y, además, serán cortas.

    ResponderEliminar