miércoles, 31 de agosto de 2016

 


 ESTO NO ES UNA SILLA

Mira esta foto atentamente durante quince segundos. Cierra los ojos. Mírala otra vez. Con mucha atención. Piensa en esos dibujos que parecen una cosa y quieren ser otra. Trampantojos se llaman. Vuelve a mirar. Olvida todo lo que conoces. Lógica y leyes físicas. Y céntrate simplemente en lo que ves. No en lo que crees ver, que no puede ser porque así te lo parece. No. En lo que ves. Aunque esté reñido con lo que ves habitualmente. Vuelve a mirar con otros ojos. Como lo haría un niño. Uno de esos que dibujan elefantes voladores. En fin, un niño o un adulto muy puesto de “sustancias”.
Míralo bien. Insisto.
Hay una obra de Magritte titulada “Ceci n'est pas une pipe” (esto no es una pipa) en la que aparece una pipa. Es lo primero que me ha venido a la cabeza al posar la mirada en este muro. La pipa. Magritte. El surrealismo. Y una pandilla de amiguetes fotógrafos que darían el dedo meñique (el índice no, que es con el que se acciona el pulsador) por haber pasado por aquí. Me he quedado embobada, a pleno sol, muerta de hambre y preguntándome porquéporquéporqué. Por qué. O sea cuál era la causa. ¿No salir?¿No entrar?¿Hacer sombra?¿Proteger lagartijas?¿Servir de contrapeso a la cuerda que acciona el mecanismo de la persiana?
Conjunto vacío.
Ante la imposibilidad de dar con la respuesta he whatsapeado la imagen a algunos de mis grupos y contactos. Que no veían la silla en un principio (es que mi teléfono es muy cutre) y que, una vez la han visto, se han lanzado a aventurar todo tipo de razones: sentarse para tender la ropa, salir a la fresca por la noche, usarla para cuando viene alguien de fuera, emplearla como instrumento de tortura... incluso una amiga especialmente ocurrente me ha dicho que se había suicidado porque no soportaba que le pusieran tanto culo encima. Que no es mala conclusión puesto que la silla (deduzco) se halla suspendida del respaldo por la cuerda de la persiana. Como ahorcada en fin. Y a lo mejor es eso. Que se ha cansado de vivir y ha decidido poner fin a su existencia. Y ahí está, anónima y absurda, suspendida en la nada, las patas delanteras casi apoyadas sobre la barandilla. Como esperando el paso de su propio cortejo funerario.

Cosas...

 #SafeCreative Mina Cb

martes, 30 de agosto de 2016

 



¡¡QUE NO JUEGO!!

Lo he repetido mil veces
a las buenas y a las malas,
lo he publicado en el féisbuc
y os lo he dicho en plena cara.

He redactado notitas
medianamente educadas
recordando a mis amigos
que cada vez que me pasan
una invitación me acuerdo
de su madre, de su hermana,
de su abuela y de las primas
que están viviendo en Australia.

Y estoy, os juro, amiguitos,
hartísima más que harta
de que por mucho que diga
que no me invitéis a nada
(de no ser a una cerveza
y a ser posible con tapa)
sigan llegando a mi féisbuc
varias veces por semana
distintas invitaciones
a juegos… ¡Jolín! ¡Ya basta!

¡Que no voy a decir sí!
¡Que no he de jugar a nada!
Que ya no tengo ni edad,
ni tiempo, ni putas ganas…
Que al precio que está la luz
encender el ordenata
para ponerme a jugar
es una manirrotada…
Que tal y como se ha puesto
el kilowatio en España
con lo que fundo en los juegos
me largo un fin de semana
a Londres con Rayanair
y aún me sobraría pasta.

Así que, amiguitos míos,
dejad de joder la manta…
Basta ya de invitaciones…
Por favor lo pido… ¡Basta!
Que para juegos prefiero
los de mesa o los de cama.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 29 de agosto de 2016

 


 ¿QUÉ VAS A HACER CON LO QUE TE QUEDA?

La gente muere a nuestro alrededor. Tac. Tac. Continua e indiscriminadamente. Cualquiera y en cualquier momento. Es parte del juego. Yo tecleo a diario un texto que puede convertirse en mi epitafio. Todos llevamos la muerte pegada a las espaldas. Traviesa e invisible. Ahí anda. Barajando. Pensando si nos toca o no en el hombro. Zas. Tú. Ahora. Me da igual que protestes. O lo que estés haciendo. Estudiar. Preparar tu boda. Esperar un hijo. Consumirte desde hace décadas en la cama de una residencia concertada. Es hoy y se acabó. Punto pelota. Y te vas y ahí se queda todo. La cama sin hacer y la ropa tendida. Y la peña con cara de pócker, mirando con incredulidad la esquela y pensando que vaya mala suerte. Pero que mejor éste que yo. Para qué nos vamos a engañar. Y al lío de nuevo. Que esto son cuatro días y uno sale nublado. Y a currar y a hacer planes. Y a querer a los padres y a los hijos. Y a quedar algo más con los amigos, que casi ni los vemos. Esta vida loca tan acelerada. La que nos queda. La vida que nos queda. Antes de que ella nos sople en el oído. Que es a lo que hemos venido aquí, no nos engañemos. Lo único cierto. El único proyecto que seguro que se va a cumplir. Que es, mira tú por dónde, el único que no queremos que se cumpla. Porque en el fondo estamos condenados. Desde el mismo momento en que somos concebidos. En que la primera molécula se forma. Condenados a muerte, como dice el compadre Germán en su canción. “¿Qué vas a hacer con lo que te queda?”, reza el estribillo. Y al final, cuando la vibración de las cuerdas de su guitarra se detiene por fin y el aire está vacío y expectante, le da un sorbo a la cerveza, sonriente, y echa mano de una de sus frases favoritas.

Todos tenemos que morir un día.

Pero los otros no.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 28 de agosto de 2016

 


 LEER LOS CAPITELES

Tú sabías leer los capiteles
y contar las historias que se esconden
tras las enrevesadas arquivoltas góticas
o los ampulosos oropeles del barroco.

Yo reía y bailaba ante los pórticos,
un pie en el aire y jugando a la Paulova
mientras tú me pedías seriedad
e intentabas atraparme en la cámara del móvil.

Hoy suena la campana
y la contemplación de las figuras me estremece.
“Mira esos ojos”- me decías siempre.
Ojos grandes abiertos al vacío...

Y ya no tienen nombre los apóstoles
ni entiendo la presencia de leones o palomas
ni distingo a los cuatro evangelistas
ni sé si va a curárseme algún día
este mal de tu ausencia que las piedras
agravan por momentos.

Tú sabías leer los capiteles.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Jose Maria Ftuitribera
(Claustro de la Catedral de Tudela)

sábado, 27 de agosto de 2016

 




CON LA RIMA EN LOS TALONES

Voy como en “Con la muerte en los talones”:
sin comer, sin dormir, atolondrada;
plena de actividad, que no agobiada
y engarzando la estrofa a trompicones.

Ni horas tengo para ir a los cajones
donde descansa, pulcra y ordenada
toda esa poesía elaborada,
digamos, en medianas condiciones.

Versos de ayeres vagos e inconcretos
que nada presagiaban, salvo el paso
de los días, marciales y discretos.

Nada que ver con estos vericuetos
que me dejan el tiempo más que escaso
para hacerles un hueco a los sonetos.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 26 de agosto de 2016

 


 A LA PARRILLA

Mi amiga Pía está quedándose en los huesos. Que ya tenía poca carne pero es que ahora va dando penita verla. Y todo por un accidente veraniego de estos tontos. Ella vive sola. Bueno, ahora. Hasta hace un mes vivía con Piolín, su canario, que tenía el pobre más años que la pana. Pero ahí estaba, lozanito y cantor. Y muy simpático. Que incluso lo tenía fuera de la jaula y revoloteaba por el apartamento. Y saludaba a todas las visitas con un piquito en la nariz. Hasta ese olvido que ella tuvo. Esa tarde de julio que andaba atribulada por un medio novio que la acababa de plantar. Y se fue a llorar al campo. Con cuarenta grados, que no sé cómo no le dio una lipotimia. En vez de llamar a cualquiera y quedar en un sitio fresquito para tomar un café con mucho hielo. Y cuando llegaba a casa la vio desde la calle. La jaulita en el alféizar. A pleno sol. Corrió y corrió pero era demasiado tarde. Piolín yacía inerte en el piso de la jaula, las garras fuertemente cogidas a los barrotes y tieso como un tizón.
Se le pasó de golpe lo del medio novio y ya no fue persona. Dejó de comer pollo, pavo, pato... todo lo que pudiera tener plumas. Y huevos, que salen de las aves. Y cualquier otra cosa. Porque cayó en una inapetencia y un marasmo ingobernables. Está encerrada en casa, todo el día pegada a la jaulita. Le ha hecho un altar. Quiso disecar al pájaro pero el taxidermista le dijo que no era posible de puro churruscado que quedó. De hecho, le tuvieron que separar el cuerpo de las garras porque no hubo forma de abrirlas para despegarlas de los barrotes. Y ahí siguen. Y aprovechando la reliquia improvisó un rincón de culto con la jaula y la última barrita Nido que el animal dejó a medio raer. Y la jibia, que estaba ya muy amarilla pero igual le da. Le pone flores frescas cada día. Y velas amarillas con olor. Y se ha apañado una lista en el sopotify con trinos de canario y ahí está dale que te pego al velatorio. Llorando sin parar.
Ahora dice que se le aparece por la noche. Que le canta al oído y no la deja dormir. Que lo ha intentado todo pero no hay manera. Ni con Valium. Yo le he recomendado a una psicóloga amiga mía que cuentan que es muy buena para tratar los duelos. Y los complejos de culpabilidad. Y mientras tanto le he sugerido que le ponga alpiste en la mesilla de noche. Pero mucho. A ver si entriporra, se amodorra y por lo menos deja que duerma un poco la pobrecilla. Que si no, al paso que lleva, en cuatro días se reúne con él en las alturas.
Y sin saber volar.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 25 de agosto de 2016

 



SANTIFICAR LAS FIESTAS

Del mismo modo que dios creó los mares,
el sol y las estrellas
y todo el universo conocido
para luego tumbarse a descansar
y dar relevo al hombre,
hecho a imagen y semejanza del creador
y que fue quien puso nombre a plantas,
árboles, aves, peces y otras bestias
(incluyéndose a él mismo)
y estableció por fin el orden de los días
satanizándolos entre el cinco y el uno
y en escala descendente de lunes a viernes,
indultando al sábado y santificando al domingo

yo, por mi parte, he decidido
cantar, bailar, beber,
estar de charla hasta las tantas,
sonreír, hacer bromas,
tomar el pelo a la gente en el trabajo,
llorar si eso se tercia,
hacer el amor si se da el caso,
abrazar y besar sin motivo concreto...

seguir viviendo, en suma
durante el transcurso de ese fatídico intervalo
que media entre el inicio y el final de la semana
y que muy buena parte de la raza humana
(creada por dios a su imagen y semejanza)
pasa lamentándose
y haciendo planes
para los próximos sábado y domingo

(que lo mismo hasta llueve)

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 24 de agosto de 2016

 


 JUVENTUD CREATIVA

Me están entrando ganas de adoptar. A estas alturas y con el arroz pasado. Pero es que no puedo resistirme. No sé si es el Pelargón, los Petit Suisses (a mí ya no es que no me dieran dos, es que no me daban ni uno porque no existían) o la crisis, que dicen que aguza el ingenio, pero viene una generación que me da bastante envidia. Y es que en los últimos dos años me estoy echando a la cara a cada vez más chavales que podrían ser mis hijos y que tienen un coco de cágate lorito. Y a mí, que nunca me ha tentado la maternidad ni he tenido instinto ni he sentido más llamada que la voz de Herodes susurrándome al oído eso de “mátalos a todos”, de repente me están entrando unas ganas locas de adoptar a alguno de estos post adolescentes guapísimos e hipercreativos. Y no con fines lúbricos sino por puras ganas de fardar de hijo. Que se supone que los adultos entrados en décadas lo que tenemos que hacer con la chavalería es discutir y enfadarnos y ponerlos firmes, pero cuando de repente empiezas a tropezarte con pipiolos que te dan mil vueltas y te miran a los ojos frente a frente y te enseñan de la vida lo que tú no has aprendido en muchos años, te das cuenta de que a lo mejor va y resulta que por fin hemos conseguido desprendernos de ese halo carca que nos dejó la dictadura, y de que puede, y sólo puede, que no lo estemos haciendo mal del todo, y que los padres de esos chavales, pese a las Logses, la mediocridad televisiva y las redes sociales, que parece que alienan a todo el mundo, seguramente no se han equivocado y han conseguido que sus hijos tengan una visión del mundo más global que la que a nosotros nos impusieron de pequeños. En fin... que no sé a qué se debe pero lo cierto es que me lo estoy pensando seriamente. Lo de adoptar un veinteañero digo. Pero eso sí. Al que yo elija. Que no me vale eso de que cualquier familia amargada intente emplumarme a su díscolo retoño.
Que para eso me quedo como estoy.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 23 de agosto de 2016

 


 DESPERTARES

Encontrar
en el fondo del bolsillo
la llave que abre las puertas cerradas.

Pararse a contemplar
los cajones antaño repletos,
más tarde vacíos,
de nuevo ocupados.

Descubrir oquedades
que hace tiempo olvidamos
y saber que es posible
que tiemble la estructura
del sólido edificio.

Nunca el sueño es eterno.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 22 de agosto de 2016

 



LA DESCONOCIDA LEYENDA DE LA BELLA DURMIENTE

Cabalgaba a pelo sobre un corcel oscuro y poderoso; sin riendas y sin arreos, un solo cuerpo, imponente centaura el libertad atravesando la espesura, salvaje e indómita, hermosa e independiente: los cabellos flotando tras de sí, negros y enmarañados, su cuerpo apenas cobijado bajo una leve piel de ciervo, el carcaj a la espalda y el arco en bandolera.
Avistó al venado y lo abatió de un solo disparo. Entre los ojos. La hermosa bestia cayó al suelo y ella se acercó a pie, cautelosa, atenta a las fieras que sin duda poblaban la espesura dispuestas a robarle la presa en el menor descuido.
Remató de un tajo en la garganta al animal y lo dispuso tras de ella, sobre la montura.

Cazaba solo para alimentarse. Para poder conservar su libertad. No era de nadie y nada le pertenecía. Vivía en una gruta desde la que veía pasar las estaciones y en la que albergaba de vez en cuando a los solitarios viajeros que se desorientaban en el bosque a la caída de la tarde. A través de ellos conocía el devenir de los reinos vecinos; sus guerras y miserias… su maldad y sus intrigas. Y la por todos relatada leyenda de una princesa encantada a la que una pérfida bruja sumió en un hechizo a causa del cual llevaba dormida cerca de cien años. No pocos caballeros se había tropezado ella por el bosque que andaban buscando el rincón donde reposaba le hermosa doncella, la linda muchacha.
La bella durmiente.

Ella les ofrecía un lugar donde refugiarse hasta el amanecer y compartía con ellos su comida. Y sonreía enigmática, compadeciéndose profundamente de la pobre jovencita que, decían, dormía plácidamente en un rincón a la espera del doncel que la sacase de su ensueño para conducirla a la aburrida pesadilla de tener que gobernar un reino, asistir a interminables y tediosas fiestas, presidir soporíferas reuniones y redactar leyes injustas y ridículas. Ella conocía bien esas tareas: había visto a su madre consumirse de hastío en el palacio, esperar durante semanas encaramada al torreón a que su esposo volviera de la guerra, tolerar con estoicismo las infidelidades de su dueño.
Lo único bueno del poder, ella lo sabía, era que te permitía comprar cosas que a otros les estaban prohibidas. Es por eso que no le fue difícil, cuando conoció el sortilegio que la malvada bruja había vertido sobre ella en el momento de su nacimiento, ponerse en contacto con la misma para que cambiase los términos del conjuro. Y por una nada desdeñable cantidad de monedas de oro la maga le juró que, una vez llegado el momento de pincharse con el huso caería, al instante y tal cual estaba previsto, en un eterno sueño. Pero que también, y al cabo de unas semanas, cuando su cuerpo reposase plácidamente en un lugar secreto, ella, la hechicera, desharía el sortilegio y la conduciría al interior del bosque, donde podría vivir para siempre en libertad.

Y colorín, colorado…

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Christian Lacroix

domingo, 21 de agosto de 2016

 


SOLEDAD Y SILENCIO

Soledad y silencio son la cura
contra las tempestades,
contra el encono,
contra la furia ciega,
contra la frustración.

Soledad y silencio son la cura
cuando ya nada sirve,
cuando el mundo es opaco y estéril
y el visor de la mente
se ha estrechado hasta el punto
de ya no discernir
el odio de la rabia.

Soledad y silencio
y un espacio vacío
donde enfrentarse al alma
para encontrar la paz.

#SafeCreative Mina Cb
Imegen: J Miguel Jimenez Arcos

sábado, 20 de agosto de 2016

 



LA FUGA DE BLANCA

Se acabó lo que se daba. Estaba hasta la coronilla de esa panda de vagos que no la querían más que de cocinera y de fregona. Se hallaba al resguardo de la malvada madrastra, sí, pero alojarse con aquella cuadrilla de excéntricos había sido, como vulgarmente se dice, salir del fuego para caer en las brasas. Que una cosa, pensaba, era ser inocente y otra muy diferente ser tonta del culo.

Así que en cuanto aquella mañana abrió la puerta y se encontró con la vieja vendedora de manzanas lo vio clarísimo. Había llegado su momento. Le dijo que le compraba todo el cesto, la invitó a entrar a y le preparó un té en el que puso un buen puñado de semillas de adormidera. La mujer lo bebió despacio, insistiendo en que la niña estaba muy delgada y que debía probar sus exquisitas frutas. La propia anciana escogió la más hermosa, un brillante ejemplar color rubí que colocó en la mano de la joven, la cual se empeñó en lavarla con agua y jabón antes de hincarle el diente pese a la insistencia de la dama, que le decía que para que el fruto conservara todas sus vitaminas era necesario ingerirlo tal cual.

La discusión permitió a la joven ganar el tiempo necesario para que las semillas de adormidera hicieran el efecto deseado, cosa que ocurrió al cabo de unos minutos.
Fue entonces cuando la chica tomó las ropas de su invitada, se embozó bajo el pañuelo de la mujer y salió de la cabaña, el cesto de manzanas bajo el brazo, cerrando la puerta tras de sí, sabedora de que con ese disfraz ninguno de los espías que sus amiguitos tenían desperdigados por el bosque podría retenerla.

Aquella noche, cuando los enanos volvieron de la mina, las camas estaban sin hacer, la cena sin preparar y la ropa sin lavar. Y una horrible bruja roncaba estruendosamente en el comedor, la cabeza apoyada sobre la mesa y la mano aún junto a la manzana que el tragaldabas de Gruñón engulló en un santiamén.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Lumina Terris

viernes, 19 de agosto de 2016

 


 LA MALDAD

Esta mañana me ha asaltado una duda. Así, sin anestesia, zas... a mi edad y sin habérmelo planteado anteriormente. Del mismo modo que otros se preguntan si existen dios o el fondo monetario.

Ha sido durante la jornada laboral, tras un pequeño rifirrafe sin mayores consecuencias. Yo apilaba las cestas de la compra a la entrada del super y de pronto me he preguntado si existen en el mundo personas que no son capaces, ya no de detectar, sino de creer en la maldad ajena. En la maldad en plan perrería y a ver si hago esto para joder al vecino. O sea la doméstica. Quiero decir no la maldad perversa, la maldad mala, esa que se encierra en un avión con una bomba y se lleva por delante a cien personas. Claro que en ese caso el factor maldad no siempre es el que más participación tiene en el asunto puesto que ahí entran la demencia y otro tipo de circunstancias de una complejidad que escapa a lo elemental de mis conocimientos.

Pero a lo que iba. Que yo soy de las que tienden a pensar que cuando los otros hacen lo que hacen lo hacen porque no piensan que puedan perjudicar a los demás. Porque no se lo plantean. Al menos en principio. Porque también es cierto que a veces esos borreguillos se acaban manifestando unos perfectísimos cabrones con pintas que te joden la vida pero bien si te descuidas. Pero aún así yo pienso que no lo hacen adrede... esto es, que se les va la mano y en realidad no quieren joderte. Y menos tanto. Sólo que les fastidia que existas. Vamos... que a lo mejor es que no lo asimilo porque no lo entiendo. El placer que te puede producir andar jodiendo al prójimo digo. Y más gente normal. Quiero decir con hijos y esas cosas. Que tienen a quien querer y quien les quiera. Y que no les gusta que nadie les joda. Ni a ellos ni a los suyos. Y ya se sabe, lo que no quieras para ti no lo quieras para nadie. Que esa es una máxima que todos conocemos. Por eso yo tiendo a excusar siempre a los malos. Mientras que otras personas de mi entorno los huelen desde lejos. Pero es que yo creo que cada cual hace lo que más le conviene. Sin ponerse a pensar si le conviene al otro. Que igual es falta de inteligencia emocional o de empatía. O es algo genético. O educacional incluso. Pero no creo que sea deliberado. No creo que a nadie le guste ser malvado. No lo creo.

En fin... que igual sí y que lo que pasa es que yo soy una imbécil.

Que también puede ser...

#�SafeCreative� Mina Cb

jueves, 18 de agosto de 2016

 



PINEAL

Más de cuatro décadas
buscando explicaciones
acerca del aroma de las rosas,
del vuelo de las aves,
del comportamiento humano,
del huevo y la gallina,
de dioses y de diablos...

Pregunté a mi cerebro,
a mi alma, a mi razón,
a la Larousse primero
y luego al google y a la wikipedia...

Y no hubo forma.

Como soy primitiva e inconstante,
amén de hiperactiva e impaciente,
al final me olvidé de la materia
y ahora huelo las rosas,
contemplo a las aves,
intento
(esto es lo más difícil)
respetar a las personas,
me he quitado los huevos
a causa del colesterol
y ya pocas gallinas de dos patas
se encuentran por el mundo, la verdad...

Y en cuanto a dios y el diablo,
escucho a mi conciencia
y hago caso al instinto.

Y sigo, sin embargo
tropezando con gente
que continúa haciéndose preguntas
acerca de todas esas cuestiones
que antaño me inquietaron...

Y trato de acordar conmigo misma
si esto es involución o madurez
o es mi prolífica glándula pineal
que ya pasa de todo
y solo le interesa la poesía.

Y entonces
cruza la calle un gato
y vuelvo a despistarme.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 17 de agosto de 2016

 



TUS AMIGOS NO TE OLVIDAN

Esta mañana me he acercado a verte. No ha sido intencionado. Bien sabes que me gustan poco esas visitas. Y no por aprensión sino porque soy de las que piensan que a los seres queridos se los lleva pegados al alma para siempre mientras que el resto se convierten en cenizas diluidas en el viento.

Creo que debería ir más al cementerio. No por las presencias que allí se representan sino por la paz. Por esa paz nostálgica y callada que se esparce entre sus laberintos de marmóreas cruces o que recorre sus monótonos pasillos de granito negro salpicado de fotos y doradas inscripciones y que describe lo despiadado de la vida. De la muerte más bien: ese misterio gris que nos arranca de los brazos a quienes más amamos sin dejarnos a veces ni el triste consuelo de una despedida. Me he dado cuenta de ello mientras llegaba hasta el nicho de papá. Y he pensado cuántas de esas vidas acabadas se habían quedado a medio hacer: cuántos hijos pequeños, cuántos proyectos en el aire, cuántas ilusiones que jamás serán. Cuántas preguntas sin respuesta.
Papá (aún no había ido a visitarlo) tiene un retrato como a lápiz y una inscripción machadiana que yo elegí. No hay cruces ni alusiones a los dioses. Porque ya teníamos bastante dios con él, que nos había enseñado todo lo necesario para pensar y desenvolvernos por nosotros mismos. Me ha impactado verlo ahí, y no en la sillita de ruedas como en los últimos tiempos, pero aún así lo he saludado con un “Hola, papi” y una sonrisa. Que es lo que hacía cada día cuando llegaba a verlo. Y le he dicho que lo quería una vez más. Y le he dado las gracias. No le he contado de mi vida, que seguro que la ve. Solo le he dicho lo profundo, porque cuando uno está flotando por el aire pegado a tu cogote (que es lo que él hace todo el tiempo) no hace falta decirle nada más. Te quiero y gracias. Y el resto son bobadas. Porque ya hemos tenido tiempo de decirlo todo. Y de quitarnos la pena con abrazos y con besos, que son el único consuelo que nos queda: ese calor que dejan los abrazos en el interior cuando traspasan la piel y llegan hasta el corazón, y se acomodan ahí, luminosos y cálidos, destilando bondad y protegiendo al alma del dolor y la tristeza.

Tras despedirme de papá me he llegado hasta el lugar en el que tú descansas. Es curioso; mi sentido de la orientación hace que siempre me pierda en esos bosques de vírgenes y santos, pero sin embrago puedo llegar hasta tu tumba a ciegas. Siempre. Llevo años visitándote. De vez en cuando. Voy y me siento y lloro. Como hoy. Lloro por lo absurdo. Por lo injusto. Por lo temprano. Y pienso, una vez más, que si alguien me diera la oportunidad de salvar a alguien te salvaría a ti. Porque tenías mucho por hacer. Tal vez por eso asumí la responsabilidad, cuando tú partiste, con veintitrés recién cumplidos y dos días antes de que yo inaugurase la veintena, de cargar con tu espíritu y dejar que vivieras desde mi interior. Y que vieras el mundo con mis ojos. Entonces yo no creía en nada. Ahora es distinto y creo en la energía. Y quiero creer que tú partiste de tu cuerpo aquel seis de diciembre del ochentaiséis y te quedaste levitando por ahí hasta que encontraste otra vida en la que reencarnarte. Y que puede que alguno de estos jovenzanos que a veces tocan mientras yo recito estén hechos de tu esencia. Y que me veas a través de ellos. Aunque no seas capaz de conocerme. Ni yo a ti. Son esas cosas que a veces se me ocurren cuando voy a verte y la rabia me deshace el corazón porque te sigo extrañando a cada instante. Y porque no lo entiendo. Y me quedo mirando con los ojos vidriosos la losa blanca, y el pequeño libro con tu foto y una rosa tallada y la inscripción “tus amigos no te olvidan”.

Y pienso que jamás nadie ha escrito tal verdad.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Cementerio rumano de Sapanta

martes, 16 de agosto de 2016

 


 SUPERVIVENCIA

Si yo estuviera muerta
guardarías mis cartas y mis fotos
y en las tardes de invierno
cuando el día se acaba antes de tiempo
leerías en alto mis mensajes
en el sofá de casa
y ella sonreiría dulcemente
apoyada en tu hombro su cabeza

y te daría un beso.

Pero como estoy viva
has tirado mis fotos,
destruido mis cosas,
borrado mis mensajes

y aún así no le basta
porque sabe que sabes que existo.

Yo en cambio
he digerido el duelo de tu ausencia
y hoy vuelvo a ser feliz

aunque sepa que existes.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: C. Cenot

lunes, 15 de agosto de 2016

 



CRONOS

La otra mañana, en el transcurso de una de esas conversaciones deslavazadas que a veces se establecen por el chat, un conocido y yo mezclábamos el calendario con la lluvia. La lluvia en Galicia para ser exactos. Que es tan maravillosa como en Sevilla solo que al ser bastante más frecuente acaba por hartar un poco y hasta puede llegar a hacer que el otro tiempo, el que destilan los relojes, se nos antoje interminable.
Y me di cuenta entonces (reconozco que me ha llevado décadas de tiempo computable) de que tanto el calendario como el reloj son dos inventos creados por el hombre para organizar la vida. Para controlarla. Para que el envejecimiento, las mareas, la luna y las nevadas no nos den tanto miedo. No nos sorprendan. No nos resulten algo incomprensible. Y así, sin proponérnoslo (o quizá sí), hemos desarrollado un complejo mecanismo en el que encajan cosechas, ferias, cursos escolares y hasta cálculos de natalicios con una exactitud más o menos programada. De ese modo podemos sentirnos soberanos del tiempo y no al contrario, y verlo pasar con la tranquilidad de quien tiene la sartén bien cogida por el mango.

Pero el tiempo es voluble y relativo, como dicen los científicos, y nuestra sensación de ser los amos del cotarro no es más que una ficción, un castillo de naipes que se desploma al menor soplo de viento. Y nunca mejor dicho, porque a la relatividad que diferencia dos minutos de orgasmo con el mismo tiempo de tortura se acaba sumando el otro tiempo, el atmosférico, ese que hace que una pedregada que dura un santiamén arruine la cosecha de toda una comarca. Y es entonces cuando miramos al cielo para pedir a Dios explicaciones. Porque no conseguimos entender que la voluntad del tiempo, de los tiempos, se nos escape de las manos y nos ponga en evidencia ante nosotros mismos cuando le viene en gana.

Y es que no hay cosa peor que empeñarse en gobernar al que, nos guste o no, tiene la llave que abre y cierra nuestra vida.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 14 de agosto de 2016

 


 LORQUIANO

Escribimos poemas que se buscan entre sí
al tiempo que nos miramos desde lejos.

Yo en pantalla de píxels,
tú en papeles rayados…
poesía al fin y al cabo, qué más da
la forma o el soporte.

Habitamos las líneas de una misma novela,
azules monigotes de tinta en su refugio.

Yo disimulando mi timidez
con una máscara de valquiria indestructible.
Tú escondido al abrigo del telón
de acero de tu lienzo y tus pinceles.

Hay almas que caminan paralelas
y que a veces convergen
y es tal la sintonía
que acaban por hallar forma de fundirse
más tarde o más temprano
al margen de lo absurdo y lo innombrable.

Hay almas poesía
que aún al azar, sin normas,
encajan como versos
de un romance lorquiano.

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 13 de agosto de 2016

 


 EL REINO DEL AMOR

Establecer el reino del amor
en terreno de paz y de cordura:

En el centro
y a modo de elemento conector
entre ambos hemisferios cerebrales
la mansa corriente del arroyo
por el que fluye el equilibrio

y en torno a él
y a idéntica distancia:
la pasión en un lado,
el afecto en el otro;
ordenados al tiempo que presentes
los dos al mismo tiempo
(complicada simbiosis)

y el amarillo sol de la confianza
y del libre albedrío
iluminando diáfanos espacios
en los cuales el miedo
no encuentre grietas para cobijarse.

En principio es sencillo...

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Leandro Lamas

viernes, 12 de agosto de 2016

 


 LA CONCHA Y EL RETIRO

Y mira que jode ¿eh? Mirar y no tocar digo. Que a mí también me pasa. Como a la twitera esta. Lo mismo mismito. Y eso que esta es de Madrid, y no creo yo que toda la concurrencia masculina del Retiro vaya medio en cueros. Que yo he estado en verano y tampoco es para tanto. Y luego, que de los que van sin camiseta hay algunos que en fin... provocar, lo que se dice provocar, provocan cualquier cosa menos ganas de darse un revolcón. Y oye, que tampoco les prohíben andar por ahí mostrando a todo el mundo la barriga cervecera.

Pero a lo que voy. Que si la tipa esta se da una vueltecita por Zarautz o por Donosti un domingo de agosto ya alucina. Porque eso es un desfile. Vamos, que ni te das cuenta de que existen los de la barriga cervecera. Solo los ves a ellos. A los del surf. El resto del planeta se evapora. Y es que si la piel enseña el neopreno marca. Y no sé qué es peor. Que mis amigos (los varones digo) ya no quieren que vaya con ellos a la playa porque me van perdiendo. Vamos a echar un vermucito, dicen. Y yo por el paseo, cada vez más alejada de los míos, la cabeza girada 180 grados y mirando a los surfistas como si los fueran a abducir al cabo de un segundo. Como si no existiesen más hombres en el mundo. Ellos, tan bellos y apolíneos, con sus monos ceñidos y sus pies descalzos. Y la pala bajo el brazo. Que no les llega el David Hasselhoff de los vigilantes de la playa ni a la base del talón. Y mi gente a lo suyo, en ruta hacia el vermú, y gritando, cansinos: ¡¡¡¡Inmaaaaaaaaaaaa!!!!! y yo ¡¡voooooooooy!! y ni puto caso, a lo mío, en plan niña del exorcista pero con pareo en lugar de camisón, la cabeza girada hasta rozar la contractura y pensando que vermú hay en todas partes mientras que chavales como estos no los encuentras más que aquí. Y al final el watsap al grupo de amigos para decirles que cuando lleguen a donde sea que apunten el nombre del garito y que ya iré, ya... Que de hecho ya voy yendo.

Y lo dicho. Que ni me acerco ni los violo ni los molesto. Que allá ellos con sus vidas y sus cosas. Yo tan solo los miro. Que además para eso no necesito las gafas de estrabismo.

Pues eso. Que no hay color entre la Concha y el Retiro.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 11 de agosto de 2016

 



TONTOLABA

Existen en el mundo imbéciles de difícil catalogación. Quiero decir que rebasan los límites de la imbecilidad hasta tal punto que uno no sabe muy bien si su cualidad proviene del orgullo, de la ignorancia, de la vanidad o incluso del adiestramiento.
Son, además, personas que piensan que todos alaban sus ocurrencias y disfrutan con su compañía, pese a ser, en general, bastante fanfarrones y a considerar que la gente que les rodea ha sido parida con el único fin de contemplarlos. Ni qué decir tiene que creen que todo el mundo
(salvo ellos, off course) es susceptible de ser mirado por encima del hombro, y tienen muy claro que aquéllos que se acerquen con el fin de entablar un trato personal habrán de estar dispuestos a recibir el desdén y la soberbia de forma absolutamente natural y desinteresada, esto es, sin ofrecer lo mismo a cambio.
En fin... que son unas pequeñas y (afortunadamente) escasas joyas de museo que merecerían ser encerradas en vitrinas hasta el día de su muerte, momento en que sus cerebros se pondrían a descansar en un frasco de formol para que científicos de todas disciplinas efectuasen experimentos genéticos destinados a la erradicación de tan dañina especie.
Tratarlos personalmente suele ser complicado, por lo que sus amigos se acaban aburriendo y los dejan de frecuentar. Lo mismo que sus parejas o familias, que fingen no conocerlos cuando se los encuentran por la calle, sobre todo si en ese instante se hallan en pleno ejercicio de sus facultades, que son muchas y lo bastante evidentes como para que haya quien los cale desde lejos. El problema, como siempre, es el de la madre, que no tiene más remedio que asumir la condición de su vástago y aguantarlo de por vida.

Pero a lo que iba. Que, del mismo modo que deshacerse de ellos es simple (suelen ser orgullosos y no intentan averiguar el por qué de nuestro rechazo; de hecho, es común que “todo el mundo les odie y nadie les comprenda”), definirlos es de una complejidad cuasi académica. Menos mal que el habla navarra tiene un vocablo que encaja a la perfección con el carácter de estos individuos y que está muy por encima del socorrido “gilipollas”, que es ya de por sí lo bastante explicativo. La palabra es “tontolaba”, un localismo surgido de la locución “tonto del haba” que lo mismo sirve para un roto que para un descosido. De hecho, incluso las sociedades gastronómicas locales recuperaron hace poco la celebración de “La cena del Tontolaba”, un ágape de hermandad en el que el “tontolaba del año” es profusamente agasajado. Es más, el insulto, como en la mayoría de los casos, se utiliza a menudo de forma amistosa, entre amiguetes, en plan “Mira que eres tontolaba” para demostrarle a alguien que lo apreciamos tanto que se lo podemos decir de buen rollito, acompañándolo de una palmada en la espalda y una risotada bien sonora. Otra cosa es cuando el interlocutor es un profesional de la majadería que lleva décadas pasándose cien pueblos y al final nos coge calientes, nos inflamos del todo, nos encaramos con él y, mirándolo a los ojos fijamente, sentenciamos, mientras el resto de la concurrencia asiente con la cabeza.

“A ti lo que te pasa es que eres tontolaba”

Y ya está todo dicho.

#SafeCreative Mina Cb

martes, 9 de agosto de 2016

 



ZONAS PINTORESCAS

A veces

(solo a veces)

la pobreza se hace carne
y habita entre nosotros,
incómoda y visible:

sobre todo en verano,
cuando se invita
(amablemente)
a los mendigos
a abandonar las zonas pintorescas
para no estropear
la foto a los turistas.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Jozef Tomasz Watorski

lunes, 8 de agosto de 2016

 


 EN OTRA VIDA

Me escribes
todo el tiempo
como ayer hice yo...

Ayer,
en otra vida.

Imagino
que a ella también le escribes
con igual insistencia
y seguro
que tus menasajes la inquietan,
la llenan de zozobra,
la invitan a dudar,
exactamente igual
que sucedió conmigo...

Ayer,
en otra vida.

Es duro
el enfrentarse a la angustiosa soledad de las almohadas,
al desasosegante vacío del armario,
a los demoledores huecos de la repisa del lavabo.
Yo lo sé bien, pues hube de hacerlo
de golpe y sin aviso...

Ayer,
en otra vida.

Lo hice,
además,
aplastada por la asfixiante losa del engaño,
por esas fotos
wonderful world
que tú exhibías
y que me llenaban el corazón de lágrimas,
la piel de telarañas,
la garganta de piedras,
el porvenir de abismos...

Sé muy bien,
te lo puedo asegurar,
a qué saben las noches en blanco,
cuál es el sonido de los gritos
que resuenan, ahogados
por la textil negrura del colchón,
cuántos pasos separan la cocina del baño,
el baño de la sala,
la sala de mi cuarto,
mi cuarto de la calle,
mi casa de la tuya.
Y sé también de la tentadora mirada
del agua que circula bajo el puente en el trascurso
de esas escapadas nocturnas
en busca del oxígeno
que se niega a acudir a los pulmones.

Lo sé muy bien puesto que lo he vivido...

Más eso fue hace tiempo.

Fue ayer,
fue en otra vida.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 7 de agosto de 2016

 



EL BOLSO DE MALLA

Siempre se preguntó qué podía hacer con esa boba. No le pegaba nada. Con lo sensible que él era y ella, sin embargo, era una estúpida de tomo y lomo. Lo veía pasar cada mañana con la bolsa de malla llena de bandejas de carne y de tomates. Que hasta en eso eran distintos porque él era vegetariano. Llevaba, también, siempre, algún libro de poesía, Benedetti sobre todo. Y las mañanas que tenía fiesta se sentaba en un banco a leer de camino a casa. Y fresas, que los fines de semana compraba para ella puesto que a él le producían sarpullido.
A veces hablaban al cruzarse y ella pensaba en invitarlo a algo: un café en el bar de la acera por ejemplo. Y poder charlar. Porque desde hacía tiempo lo sentía triste. Pero al fin no se decidía y había de conformarse con mirarlo pasar cada día, los tallos de las verduras asomando por entre las rejillas de la bolsa de malla, la mirada perdida y el rostro ceniciento.
Era un sábado de primavera cuando se cercioró de que hacía semanas que las bandejas de carne habían desaparecido de la bolsa. Lo mismo que las fresas.

Y lo invitó a un café.

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 6 de agosto de 2016

 


 EL ÚLTIMO BAR

Era tarde, presintió, para escapar de aquel abrazo. Había detrás del mismo un intenso recorrido de miradas y sonrisas que hacían presagiar lo peor. Que a veces es el mejor de los augurios. Deberían de haberse separado antes. Antes del último vaso. Antes de que el bar cerrase y los dejase en la puerta, embarrancados entre el acorde y la palabra, él hablando de poetas malditos y ella jugueteando con la rueda del mechero. Y al fin, ese abrazo constrictor en plena calle, ese apretón estrecho y desgarrado en el que sólo buscaban fundirse con el otro, atravesar su piel y su osamenta y sumergirse en su interior, inquisitivos y anhelantes, para beberse los cuerpos y las mentes y poder componer una balada inolvidable.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 5 de agosto de 2016

 


AMISTAD

Amigo es la persona
para quien no eres nunca un mero trámite:
alguien capaz de, sin mediar palabra
saber cuándo llegar, cuándo quedarse,
cuándo toca escuchar, cuándo ser sordo,
cuándo llorar y cuándo emborracharse.

Amigo es el que siempre
sabe hacer que te sientas importante.

#SafeCreative Mina Cb
Ilustración: Kukuxumusu

jueves, 4 de agosto de 2016

 


 70 x 7

Setenta veces siete me excusé
y siempre me negaste tu perdón:
inútil excusarse con aquél
que confunde humildad y humillación.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 3 de agosto de 2016

 



DOS

Caras y cruces.

Por una parte
un baile de miradas y de besos robados
que auguran el delirio o la catástrofe
pero que nos van aproximando
mediante el hilo conductor
que serpentea por entre los pasillos
de un laberinto de palabras
coloridas y equívocas
que se van dibujando, juguetonas,
y se esfuman, veloces,
después de ser leídas.

Y por otra
tus atávicos miedos
que te han llevado a desactivar tu cuenta de yahoo
para evitar
(supongo)
la tentación de contactar conmigo
cada vez que ella coge sus cosas y se va
(de nuevo)
perseguida de cerca por mi sombra.

¡Hay que joderse...!

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 1 de agosto de 2016