lunes, 31 de julio de 2023


 

DE VERDE PAÑO

Antes que la procesión
o incluso que la diana
se escucha por la mañana
el chorro de agua a presión.

El barrio es un botellón,
luego pasará Santa Ana
y la brigada se afana
limpiando cada rincón.

Currelas de verde paño
que en cuanto llegan las siete
se afanan en darle un baño
al tudelano retrete.

Bien merecen, algún año,
tirar ellos el cohete.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 30 de julio de 2023


 

PAÑUELOS

Es veintinueve a mediodía. Que es casi como decir el principio del fin. Ya se han recogido los gigantes y el personal deambula, perezoso, apurando el penúltimo vermú. Se acaban mañana y en domingo y sin piedad. El lunes a la tarde mi barrio será una balsa de aceite y se podrá dormir con la ventana abierta. Los de Tudela nos habremos quedao solos y más que de cualquier manera cantaremos a media voz, enronquecidos y desafinados.

Pero hoy es hoy y aún es temprano y tengo la comida hecha. Me acodo ante la puerta del Gaitero, bajo el chorro del aire, a practicar uno de mis deportes favoritos estos días:

Mirar.

Veo caras felices, cuadrillas, familias, desperdigados como yo que no se sienten ajenos al trajín. Saludo, sonrío, converso y hasta rechazo una irresistible invitación para comer borrajas (como he apuntado anteriormente, ya tengo la comida preparada) mientras observo, como tantas veces, la familiar escena de la fiesta. Me viene a la cabeza el relato de Raquel que quedó segundo en el concurso de la Andatu, o sea qué pensaría un visitante interplanetario de todo este montaje. Y qué haría al respecto, si huir, atacarnos o pedirse un kalimotxo. Seguramente lo tercero. Reparo en algo que siempre, de puro cotidiano, me había pasado inadvertido: los pañuelos. Hay decenas, tal vez cientos de variedades. Yo hoy llevo el del paloteao del Casco viejo, pero tengo más: dos de la Andatu que gané con los concursos, uno bordado con el escudo de Tudela que me encontré donde la papelera al final de las no fiestas del 2020 y alguno más de propaganda. Y los que he regalado, que son unos cuantos. Me fijo en los modelos: los hay de peñas, de nombres propios, de cuadrillas, de bares, de negocios… y luego están los reivindicativos y los que exaltan lo territorial: veo escudos, banderas, mensajes varios… y los veo colgando de hombros que comparten grupo. Veo la diversidad impresa sobre seda roja, la necesidad intrínseca al ser humano de definirse. Son como tatuajes temporales que definen a su portador, lanzando señales a las que apenas se presta atención en estos días. Veo gentes distintas, muy distintas, compartiendo espacio y charla en una radiante mañana de sábado. Veo pluralidad, concordia y un buen rollo que flipas. Y me doy cuenta de que, en el fondo, tampoco somos tan distintos. Y de que ojalá fuéramos para todo lo demás como para lo de los pañuelos.

Porque quizá entonces no habría guerras en el mundo.

#SafeCreative Mina Cb

viernes, 28 de julio de 2023


 

ARTE O RUIDO

Cuando voy a trabajar
me topo con los gaiteros
que salen, bien tempraneros,
por las calles a tocar.

Al regresar a mi casa
por los callejones viejos
puedo sentir a lo lejos
a la charanga que pasa.

En la plaza Yehudá
hay jotas a mediodía:
nuestra recia melodía
trayéndome el viento va.

Y en un rincón se escuchaba
hace no mucho el redoble
de un vetusto pasodoble
que la banda interpretaba.

Mañanitas de rancheras
para ambientar el vermú:
culebrones de ambigú
con cebolletas riberas.

Y a la tarde, la sesión
de diyey en un garito,
la bulla del chiringuito
donde suena reguetón,

el tributo a Extremoduro
con bandas poco extremeñas,
la bajada de las peñas
con su alboroto absoluto,

la Jota, Viva la Pepa,
la Era y la Polka Pick,
la Revoltosa, qué chic,
que se joda el que no quepa,

la música de los bares
sonando a toda pastilla,
la verbena, la cuadrilla
que corea los cantares,

los conciertos de la noche,
los fuegos artificiales,
los alborotos legales
que suenan a troche y moche.

Música por todas partes,
música para elegir,
música para aburrir:
Música hasta que te hartes.

Lo que siempre está prohibido
es legal por estas fechas,
pues deciden las derechas
cuándo es arte y cuándo es ruido.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 27 de julio de 2023


 

ADIVINA ADIVINANZA

Gira al ritmo del compás
del tudelano Lasheras
tras las Jotas y las Eras
y va de menos a más.
Si te acercas lo verás:

Se participa en la danza
para aligerar la panza
después de una buena cena
con la plaza siempre llena.
Adivina, adivinanza.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 26 de julio de 2023


 

ACCIDENTES

No sabes muy bien cómo pero casi todos los años pasa. Que piensas que si has sobrevivido al veinticuatro sin que suceda ya vas bien. Pero estás equivocada. Porque puede ser el veinticinco, el veintiséis, el veintisiete... Incluso el treinta, cuando ya a casi nadie le sucede. O sea que en un momento dado cambias de opinión. Vamos, que el día empieza sin grandes pretensiones, en plan un par de huevos fritos, un café y un chupito como mucho y a la siesta. Pero de pronto se tuercen los planes. No tiene que suceder nada de particular. O sea no ha de aparecer alguien en concreto ni te tienen que contar un buen chiste ni siquiera es necesario que suene tu canción favorita. En realidad nunca sabes por qué ha sucedido. El calor que se reconcentra por lo viejo. O que el café y el chupito se han convertido en dos cañas. O que hace una porrada de tiempo que no veías a la pandi. El caso es que en un momento dado ya te lanzas al vacío y como lo ves venir te pides un bocata. Y en cuanto le atizas el primer mordisco y te das cuenta de lo bueno que te sabe deduces con absoluta certeza que no te vas a echar la siesta. Y te dicen de ir a la Mosquera que hay una fiesta remember y bueno vale, vamos. Y después ya total, a esas horas para qué te vas a ir a casa, si no es plan de acostarse tan pronto y sabes que si te tiras al sofá te vas a quedar como un zapato y te vas a despertar a las once y no va a haber forma de dormir por la noche, y menos con el jaleo de tu barrio. Claro que para entonces alguien ya dice haberte etiquetado en Facebook anunciando tu boda con el Jaso. Eso antes del bocadillo. Y tu futura prima carnal te va pidiendo bailes allá donde te encuentra. Pero como te rumias que también lleva por ahí desde el vermú, por lo menos, se lo perdonas todo. Y ya luego te dejas arrastrar a la txosna a ver a la Cornelia y te encuentras a todo el mariconerío local (sí, se puede decir mariconerío, a ellos no les sienta mal, lo que les sienta mal es que los discriminen) celebrando que a la derecha el domingo no le salieron bien los planes. Para entonces no solamente tienes un prometido sino que te has quedado más sola que la una porque has perdido a tus amigas. Y no es que se hayan ido a casa, no, es que simplemente se han diluido entre la fiesta. Que es una cosa que suele suceder a ciertas horas. Sobre todo si se ha salido de par de mañana y hace ya rato que se ha metido el sol. Es entonces cuando realmente tomas conciencia de que es bastante tarde, así que apuras el último trago y te vas para casa con tus tres vasos reutilizables uno dentro del otro y nada más llegar y sin mirar la hora te lavas los dientes, te desvistes y caes en la cama como un fardo hasta las ocho, hora en que te despiertan la barredera y los gaiteros por ese orden y lo primero que ves en la percha es una gorra de AC/DC que no sabes muy bien cómo llego hasta casa. Claro que lo peor no es eso: lo peor es que no encuentras las bragas que llevabas puestas.

Creo que tendré que hablar con Jaso.

#SafeCreative Mina Cb

lunes, 24 de julio de 2023


 

MAGIA

Creo que las fiestas nos gustan casi más por lo que han sido que por lo que son. O sea que al final cada edición es la que es pero ya arranca con una carga de buen rollo que hace que el veinticuatro a las once andemos con ganas de saltar y bailar y cantar y dar abrazos. Y es que cada vez que el cohete rasga el cielo se producen tantas explosiones como años llevemos en el mundo. Y conforme los días pasan y los actos se suceden revivimos, al tiempo que disfrutamos del presente, otros viejos momentos: la primera vez que te colocas el pañuelo, el txupinazo sobre los hombros de un adulto, la procesión de la mano de tu padre, las fichas de la noria, la revoltosa cogida de la cintura de tu mejor amiga, los incipientes coqueteos púberes en los autos de choque, los perros de la tómbola, la borrachera histórica del 24 y la cara que te pusieron al llegar a casa, las noches sin salir de las peñas y los bares en las que no existía nada más allá del katxi, la visión surrealista de Santiago, quién cojones es ese del caballo, los auroros que te pillan por sorpresa y la modorra de la plaza a la hora de las vacas, pordiosquélejosvivo, y luego ya los vermús al sol y los gigantes y las comidas de cuadrilla, tenemos que vernos más.

Y el rojo y el blanco y los olores y esas melodías que sólo con oírlas, aunque estés en mitad de la Muralla China, desatan con un acorde toda una cascada de recuerdos: la cera, la albahaca, la feria, la patrona, los gigantes, la verbena… Y de nuevo vuelves a estar sobre los hombros de tu padre o puedes ver a tu madre planchando en la cocina los pañuelos. Aunque ya no estén aquí. Y sientes el olor de la seda caliente en el cerebro mientras el bombo, bumbumbum, retumba en tu cabeza lejos, muy lejos, mezclándose con el barullo de la plaza por la noche y haciendo que el tiempo se detenga y te dé, por un segundo, la oportunidad de volver a ese rincón de la memoria en el que habitan los momentos inmortales.

Que a ver: si eso no es magia ya me dirás tú lo que es.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 23 de julio de 2023


 

23-J

- Hola, cari ¿qué tal? Pues nada, que me han dejado salir un rato. Sí, para comer. Muy aburrida, chico, se me está haciendo de largo... ¿Hoy también habéis ido a la playa? ¡Qué suerte! Yo mañana, en cuanto amanezca, me pongo en marcha antes de que corten todo. Sí, es un rollo eso de no haber salido todos juntos, pero teniendo sólo la semana de fiestas teníais que aprovechar. Y como el apartamento es de tu prima no había forma posible de escaquearse. Ya sabes, sin reserva con justificación de pago no te libras. Pues no lo sé... tarde, me imagino, qué sé yo. No, no te voy a llamar que igual estáis en la cama ya. Y los enanos ¿qué tal? ¿Se portan bien? Sí, Pablo, ya sé que con doce años no eres un enano. Por cierto, ya que eres tan mayor contrólame a tu hermana, no se nos ahogue o se nos vaya con una familia de alemanes como el año pasado y le den strudel, que es alérgica a los frutos secos. Disfrutad mucho. Os quiero, mañana nos vemos. Y daos crema.

- ¿Cariño? Hola. Sí, perdona, es que me acabo de despertar. ¿Cómo que por qué no contestaba al teléfono? Pues porque se me quedó sin batería y al llegar a casa lo puse a cargar y ya me eché a dormir. ¿Veintiséis? ¿Qué veintiséis? ¿Qué dices? ¡Madre mía, pues sí que se nos alargó el recuento!

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 22 de julio de 2023


 

LA INSOPORTABLE AMBIGÜEDAD DE LA INHABILITACIÓN LEGAL
(no puedes ser mesa pero puedes votar)

Ya que esta vez he resultado agraciada con el dudoso honor de que mi nombre fuera elegido en el sorteo de componentes de las mesas electorales, y aún estando citada como suplente, he buscado, como todo hijo de vecino, la forma de escaquearme del marrón, que en esta ocasión era principalmente el tener unas vacaciones pagadas sin posibilidad de reembolso, cosa que desgraciadamente no sucede. Que más quisiera yo que estar de vacaciones la semana de fiestas, y no precisamente para irme a Benidorm.

Pero a lo que iba:

Una de las razones que se pueden alegar, y justificadísima además, es la de que el individuo convocado a la mesa haya sido inhabilitado legalmente por hallarse en situación de merma de sus facultades. Me explico: Esto viene siendo lo que se hace con las personas, fundamentalmente ancianas, cuando sufren cualquier tipo de demencia o enfermedad degenerativa y no son capaces de organizar su vida y administrar sus propiedades. Entonces la familia va al juzgado, presenta la documentación que certifique el estado mental del individuo y el juez redacta un documento en el que se nombra un tutor, que será quien se haga cargo de llevar a cabo las gestiones que correspondan a su tutelado y responder legalmente por el mismo hasta que este, o bien fallezca, o bien vea restablecidas sus facultades.

Pues vale. Esta norma, que es lo más lógico del mundo ya que nadie concibe poner, por ejemplo a un enfermo mental, en una mesa electoral, se da de narices con la que regula el derecho a voto y que incluye en el censo, y por tanto admite el voto, a ciudadanos que a menudo no son capaces ni de controlar sus esfínteres. Lo que la mayoría de la población desconoce (como se desconoce, aunque ciertas de esas personas sepan recitar de memoria las alineaciones de la selección nacional de fútbol, la opción del voto en blanco como modo de protesta alternativo a la abstención) es que contra este de despropósito existe el derecho legal de acompañar a esa persona a votar. Y que lo único necesario para ello es el DNI del votante, que en caso de tener un tutor legal queda en poder del mismo y en caso de que el enfermo esté recluido en una residencia, se halla en las dependencias de la institución, que tiene la obligación de facilitarlo a los familiares o al tutor.

Por qué se da esta contradicción es algo que me llevo preguntando desde que recibí la citación hace más de un mes. Por qué una persona con Alzheimer no puede estar en una mesa y sin embargo puede votar. O por qué esta ley electoral nuestra tan particular no retira, cosa que sería lo más lógico, el derecho a voto a personas legalmente inhabilitadas hasta que cese el estado de inhabilitación. No entraré, por no echar más leña al fuego ni acusar a nadie, a teorizar sobre las tendencias políticas a las que puede beneficiar está anomalía legal. O sobre si esas personas sin criterio ni voluntad pueden votar a través de terceros que no siempre conocen o respetan la tendencia del votante. Pero sí que me parece que esta irregularidad debería poder ser esgrimida para negarse a formar parte de una mesa electoral.

Porque si esta contradicción tiene sentido, yo soy la reina del Perú.

#SafeCreative Mina Cb

A partir de ahora podéis llamarme Majestad.

viernes, 21 de julio de 2023


 

EN EL SIGLO VEINTIUNO

Yo no soy socióloga ni he cursado ciencias políticas pero no hay que ser muy lista para darse cuenta. Lo único que hay que hacer es leer y tener dos dedos de frente. Nada más. Con eso ya llevas la mitad del camino recorrido. Porque cuando lees desarrollas un sentido crítico que ni la prensa ni internet te dan. Porque leer significa abrir la mente a lo que otras personas dicen. Y ya luego pensar lo que tú quieras y decir lo que te dejen. Que si hay libertad es todo y si no pues a joderse.

Hace mil años salió una colección de libros de Salvat llamada RTV. En casa había unos cuantos. Franco aún estaba vivo, o sea que la variedad era relativamente limitada, pero se salvaban los clásicos y pude leer “Fuenteovejuna”, que al paso que va la burra cualquier día lo prohíben. Y estaba Machado, con sus “Coplas por la muerte de don Guido”, que telita marinera con el cantar. Y sus poemas sobre jornaleros y señoritos (“y saben , porque no beben el vino de las tabernas”)
También leí a Tom Sawyer en las Historias Selección. Y me enteré a través de él de que hubo un tiempo en que la esclavitud era tan normal que hasta a muchos esclavos les parecía bien. Más que nada porque no conocían otra vida y, como no sabían leer, no podían enterarse de la existencia de ella, en caso de que hubiera existido. Y luego, ya con Franco muerto, leí QB7 y fue la primera vez que tuve que cerrar un libro porque se me cortó el aliento en el pasaje donde se describían ciertas atrocidades que los nazis practicaban a los judíos en los campos de concentración. Que por cierto, no se los ha inventado nadie. Lo digo para los escépticos, sobre todo los católicos, que creen en Dios y no creen en Austwich. Otra consecuencia de leer solamente lo que te mandan. O lo que te conviene. O lo que piensan que te conviene y por eso te lo mandan. Pero a lo que iba: la segunda vez que tuve que cerrar un libro fue con el relato “Vendidas”, concretamente en el momento en que supe por primera vez de la existencia de la ablación y las lágrimas me saltaron de los ojos al imaginar el inmenso sufrimiento que podía emanar de un órgano que sólo asociaba con el goce. Claro que tampoco esas mujeres, como los esclavos sureños, conocen otras vidas porque nadie se las cuenta y no saben leer. Ya que el truco es ese: quien ignora que existe otra realidad no se preocupa de alcanzarla. Y ellos lo saben. Los poderosos digo. Los tiranos. Saben que para dominar a las masas sólo es necesario volverlas ignorantes. Decirles que el culpable de la crisis es el inmigrante, y no el empresario que lo explota aprovechándose de su necesidad. Y que la homosexualidad es una desviación y un vicio. Y que las mujeres donde mejor están es en casa. Y que si su marido les pega sus razones tendrá. Y que lo de la creación artística vale pero la que ellos quieran. La que los beneficie. Lo demás al armario. Al desván. A la hoguera. Y que el sentido crítico no es sino una desagradable manifestación del egoísmo de cuatro desagradecidos que no son capaces de valorar los desvelos de quienes los custodian y se desviven por su bienestar. Y que los negacionistas no están bien de la cabeza y hay que silenciarlos. Bueno, a ellos y a todos los demás. Que esas ideas raras lo único que hacen es alterar el orden y la paz. Silenciarlos por las buenas, eso sí, que lo de encarcelar, torturar y matar al diferente es cosa de salvajes.

Y estamos en el siglo veintiuno.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 20 de julio de 2023


 

BUZONES

Conozco a una poeta
que hace tiempo tenía
miedo de los buzones.

Permanencia inmóvil ante ellos:

bloqueada
con la llave en la mano

incapaz de atreverse utilizarla
para activar con ella el mecanismo

que abriría las puertas del pasado.

Conozco a una poeta
que hace tiempo tenía
miedo de los buzones.

No sé sí entonces ella era poeta
o se volvió poeta
por ser capaz de abrirlos.

Eso no me lo dijo.

Puede ser que la próxima vez
se lo pregunte.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 19 de julio de 2023


 

MOSCAS VULGARES

Insistentes y molestas,
pesadas y omnipresentes,
compañeras permanentes
de las estivales siestas.

Veloces y siempre prestas
a ignorar los repelentes
o los venenos potentes,
estáis en todas las fiestas.

En jardines y en hogares,
tentadas por las golosas

ambrosías familiares,
os instaláis, pegajosas.

Vosotras, moscas vulgares,
resultáis bien enojosas.

#SafeCreative Mina Cb