domingo, 31 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: noche y fuegos artificiales 



TIEMPO DE DESEOS

Nos hallamos más o menos en el ecuador de ese periodo del año en que la gente no para de pedir cosas. Desde la mañana del 22 de diciembre hasta la del seis de enero no hacemos otra cosa que pedir. Imposibles además. Empezamos el día del sorteo, pidiendo que nos toque el gordo. Seguimos la noche del 24, pidiendo un Iphone, un portátil o alguna otra barbaridad por el estilo. Continuamos la del 31, pidiendo felicidad así, por las buenas, sin hacer nada para merecerla. Y la rematamos el día cinco, pidiéndoles a los Reyes lo que el avaro de Papá Noel no nos dejó, o sea la tablet o el fin de semana romántico en París. Y por si esto no fuera suficiente, nos encomendamos a San Pancracio para que el día seis nos toque el premio gordo en el sorteo del Niño.

Y el siete, como de costumbre, nos encontramos con tres kilos de más, un clavo del quince, los bolsillos vacíos, un complejo de culpa peor que el de Pinocho y una frustración encima que no nos quitan ni un equipo de psicólogos de clínica de pago.

Y es entonces cuando, ilusos de nosotros, nos aventuramos por el tenebroso túnel de los buenos propósitos: que si aprender inglés, que si ir al gimnasio, que si pasar más tiempo con los hijos, que si echar menos horas delante de la pantalla del móvil... y para San Valentín llevamos un estrés y una insatisfacción que no nos aguantamos. Porque seguimos con los kilos de las Navidades encima, hablando inglés como el Aznar y no haciéndoles a los peques ni puñetero caso porque estamos todo el rato pendientes del whattsap. Y a la vuelta de un año nos decimos que sí, que este viaje va en serio. Y nos pulimos el doble de pasta en lotería y en regalos. Y volvemos a desear lo inalcanzable...
Con lo fácil que es hacerse niño, pedir algo factible y que no cueste dinero, escribir una carta y meterla en un zapato, dejarla en el balcón la noche de reyes y luego confiar el que tal vez, y con un poquitín de esfuerzo por nuestra parte, el deseo se acabe realizando.

Que yo lo hice una vez y resultó.

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 30 de diciembre de 2017

 


 No se adhirió la piel a mis carpetas.
No trascendió al final esa pasión
ansiosa y lacerante
que irrumpía, briosa, entre los sueños

(desde la ausencia incluso)

y acercaba los muros hasta casi pegarlos
y dejar el espacio sin oxígeno.

No sirvió para nada el sufrimiento
que cegó las entrañas
y detuvo los ciclos planetarios
hasta casi extinguirlos

y acabar con el sol.

Nada quedó:
angustia únicamente
y regueros de lágrimas grisáceas
ensombreciendo mil y una noches

y la vaga memoria de ese origen
idílico y remoto
en que fui tan hermosa
como nunca
jamás

volveré a ser.

#SafeCreative Mina Cb

jueves, 28 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: gato 



COMO MI GATO

Yo solo quiero ser como mi gato:
caliente, alimentado, ronroneante,
despreocupado, gordo, bamboleante,
satisfecho adalid del celibato.

Yo quiero amodorrarme sin contrato,
bostezar y estirarme a cada instante,
hacerme de morfeo acompañante,
dormitar tras la estufa todo el rato.

Yo quiero ser mascota bajo techo,
me da igual de Fulano o de Mengano,
que a mí el invierno se me queda estrecho.

Yo quiero amarmotarme, ser gusano,
encoquillarme, hacerme berberecho,
hibernar hasta el próximo verano.

#SafeCreative Mina Cb

miércoles, 27 de diciembre de 2017

 



AMANECER

Es plomizo el invierno

densifica las nubes y a la luz
le cuesta despuntar en la mañana.

Mis pasos acarician el silencio
y brotan las ideas
pródigas como antaño

mas calmosas y lúcidas
plásticas como un cuadro sin colores
desdibujado en grises

insinuante y difuso
como el tenue visillo
que protege del mundo a los amantes.

Creo que estoy en paz.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Jozef Tomasz Watorski

martes, 26 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: calzado y exterior 



25 de Diciembre de 2017

Querido diario:

Hoy me he despertado a las nueve y sin resaca. Y sin el estómago como una planta atómica. Es lo que tiene escaquearse de las cenas, que una duerme como la princesa del guisante tras hallar la hortaliza. Me quedé sopa en el sofá viendo a los Gremlins y de ahí me fui a la cama. Y a las cuatro ha llegado una idea atropellándome los sueños y me he puesto con ello. Igual que hace dos años, poco antes de la muerte de papá. Pero esta no era triste sino más bien al contrario. La he escrito y me he vuelto a dormir, y a la mañana, tras abrir los ojos, he remoloneado un par de horas y he contestado a todos los mensajes de felicitación que habían ido llegando. Luego he desayunado y me he lanzado al mundo. Nada en la calle demostraba el carácter de este día. Tan solo los contenedores rebosantes de envoltorios y desperdicios varios. Por no haber, ni vomitonas hay este año. Con lo que es mi barrio.
Tampoco el campo parecía darse cuenta de que hoy es Navidad. Quiero decir que estaba como siempre. Más concurrido, eso sí, que la peña se lava la conciencia de los excesos cometidos yéndose a dar un paseo junto al río como si eso disolviera la grasa del cochinillo de las paredes del estómago como el Fairy la disuelve de los platos. Que el personal iba de ropa hasta las cejas y de no ser porque hoy es hoy no sale al campo ni Dios. Pero lo dicho; esto debe de ser una tradición como la del Olentzero o algo así. Lo bueno es que me he encontrado un mechero, mira. Que ha debido de ser papá Noel porque me hacía falta. Que esa es otra: irse a tomar el aire con la Faria. Pero oye, cada cual es como es. Luego he llegado a casa y me he puesto morada de quisquillas, que yo no compro nunca y ayer me regalaron una bolsa. Eso y cuatro guarrerías que había por el congelador. Que a veces pienso que si mi madre me viera comer algunos días se me llevaría a su casa arrastrando de los pelos. Y a continuación sofá, que en en Navidades ponen buenas pelis. Y siesta cósmica.
Más tarde me he desperezado para ir a felicitar a un familiar que cumple años. Que menudo diíca para venir al mundo. Lo bueno es lo que se ahorra en tarta y en licores, porque nadie llega con ganas de comer ni de beber. Solo de dejarse caer en la banqueta y mirar con aversión la bandeja de los polvorones. Menos yo, que me encantan y como vengo de refresco me pongo hasta las trancas. Y como son de confianza me dejan abusar. Es lo que tenemos los descarriados; que como somos un desastre, cuando nos convidan no hay invitados más agradecidos. Luego me he vuelto a casa, que la niebla no había levantado y no hay mejor sitio que el sofá para estas condiciones climatológicas. Me he enfundado el pijama y me he tragado varias pelis, una detrás de otra. A eso de la medianoche me he acordado de que no tenía cuento de Minina para mañana, o sea hoy. Y me he dicho, pues mira, les voy a demostrar cómo es posible pasar el veinticinco de Diciembre como si fuera un día normal. Que las clientas del súper me dicen que les gustaría poder hacerlo pero que no es posible. Y yo siempre les respondo que lo es.

Tan solo hay que atreverse.

#SafeCreative Mina Cb

domingo, 24 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: nubes, cielo y naturaleza 


 ¿Adónde van las preguntas peregrinas? ¿Viajan por el éter, erráticas y raudas como estrellas fugaces o acaso se mueven por debajo de la tierra, ocultas y viscosas cual lombrices? ¿Se desplazan en grupo o prefieren hacerlo en soledad, calzadas con sandalias de tiras y con un bastón del que cuelgan calabazas rellenas de agua fresca? ¿Se alimentan de los frutos que encuentran por el camino o llevan una visa y van parando por los supermercados de los pueblos que recorren? ¿Duermen en albergues o lo hacen al sereno, haga frío o calor, brille o no la luna? ¿Pasan penalidades o más bien disfrutan de una ruta plácida y llena de venturas? ¿Peregrinan por motivos religiosos o lo hacen por demostrarse a sí mismas que son capaces de superar tan dura prueba? ¿Conversan entre sí cuando se encuentran o se evitan, convencidas de que el recogimiento es lo más indicado para la empresa que persiguen? ¿Caminan al albur o existe un santuario hacia el que todos las preguntas peregrinas se dirigen, un lugar inquietante y recóndito en el cual depositan sus incertidumbres? ¿Hallan allí respuestas peregrinas con las que se ven obligadas a emprender una nueva peregrinación en busca de oráculos más documentados? ¿Tropiezan acaso en esos santuarios con ideas peregrinas que han quedado atrapadas entre los pétreos muros y que son incapaces de abandonar la estancia? ¿Cuelgan de las paredes del interior del templo raros exvotos con forma de interrogante que las más afortunadas cuestiones abandonaron como prueba de agradecimiento cuando sus dudas fueron satisfechas? ¿Es posible hallar algún archivo en el cual un escribano registre todas y cada una de las cuestiones que llegan hasta allí? ¿Hay un bar en el que las más sedientas y/o desesperadas puedan saciar su ansia o bien ahogar su frustración ante la insatisfacción de las respuestas obtenidas? Y, para concluir: ¿Es acaso posible que la duda pueda regresar al punto de partida con un razonamiento convincente que le permita ser restituida de modo irreversible a la respetada casta de las preguntas razonables o no existe posibilidad alguna de redención y habrá de resignarse a peregrinar eternamente por el proceloso y gris océano de lo irresoluble?

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

sábado, 23 de diciembre de 2017

 


PUZZLES

-Es para mí- le dijo a la dependienta, que ya estaba preparando el papel de colores y las cintas.

-Disculpe- respondió ella. Estos días todo es para regalo.

Sonreía abiertamente y a él le gustó la sonrisa. Tanto que se atrevió a invitarla a tomar un café cuando saliera. Ella rechazó la invitación pero él volvió al día siguiente. Y el siguiente al siguiente. Y el siguiente al siguiente al siguiente. Y así durante un mes hasta que ella al fin dijo que sí. Y empezaron a verse pero la cosa no acababa de fuir. No había feeling. No tenían demasiado de qué hablar. Pero el tipo se sentía solo y a ella le daba no sé qué darle un disgusto. Cada vez que salían ella volvía a casa pensando en que aquello tenía que acabar. Que no tenía sentido. Que no era honesto seguir con aquel juego. Hasta que un día se tropezó con alguien tontamente. Un tipo de estos con los que te pones a hablar y parece que le conoces desde siempre. Y fue entonces cuando de verdad estableció la diferencia. Así que aquella tarde, cuando él la invitó a su casa para enseñarle el puzzle, ella no sabía muy bien cómo empezar. Él estaba orgulloso, un Ravensburger de 10.000 piezas, de esos que llevan mil tonos de azules y que cuesta un huevo hacerlos. Lo iba a enmarcar y pensaba regalárselo, le dijo. Ella pasó la vista por la superficie satinada y detectó al primer vistazo una zona irregular. Le pidió la caja y comprobó la fecha de fabricación y el número de serie. Mierda. Lo sabía. Pertenecía a una partida defectuosa que había sido retirada del mercado, pero parecía que este rompecabezas se les había despistado. La mujer extrajo con dificultad la pieza, de distinta tonalidad que las del resto y que había sido encajada a la fuerza por el chico, deformando todas las de alrededor.

-Tengo que decirte algo- sentenció.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

viernes, 22 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: una persona 



CENICIENTA

Soy Cenicienta María;
tengo cita a mediodía.
Los príncipes me dan grima
porque arruinan la autoestima.
Son niñatos exigentes
y bastante repelentes
que complican la existencia
con su ego y su insolencia.

De modo que ahora frecuento
varones sin tanto cuento
y me junto con galanes
que venden peces y panes,
con sastres, con fontaneros,
con curtidores de cueros,
con camioneros de ruta,
con minoristas de fruta,
con probos encofradores,
con tenderos, con actores,
con jueces, con guitarristas,
con pintores, con lampistas,
con tratantes de seguros,
con fabricantes de puros,
con logopedas de chinos,
con plantadores de pinos,
con chapistas, albañiles...
y hasta con guardias civiles
si se tercia, y el chaval
es de corte liberal.

Paso, pues, si es el maromo
un gañán de tomo y lomo
de aceptar verlo en privado
para tomar un helado
aunque tenga sangre añil
y los millones a mil...

Que a mí, para ser dichosa
me basta con poca cosa.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen: José Rodolfo Loaiza Ontiveros

jueves, 21 de diciembre de 2017

 


SOLSTICIO

Antes me gustaba mucho la Navidad. Montaba el belén y el árbol y me llevaba un sofocón del quince cuando veía a los operarios retirar las luces de las calles. Llenaba la casa de talabartes y me ponía nerviosa el día 24. Me tragaba el especial de Nochevieja de principio a fin y me parecía una tragedia griega que alguno de mis hermanos faltase a esa cita ineludible porque estaba con la familia del consorte.

Pero la Navidad es como la nieve virgen, que se va ensuciando conforme la pisan, y ciertos días entrañables se acabaron convirtiendo en circunstancias de costumbre. No suele haber culpables en esas situaciones. Es más, creo que la responsabilidad es un poco de todos, que pedimos demasiado. Insistimos en que ciertos días sean perfectos y esto nos genera una ansiedad que acaba produciendo el efecto contrario al deseado. De hecho, las fechas señaladas son las más propicias a la decepción. Es por ello que yo, personalmente, hace algún tiempo que dejé de celebrar la Navidad. Pese a que me parece hermosa. Y a que me encanta ese ambiente que se forma por la calle. Y a que soy consciente de que es la única época del año en que puedo ver a algunos amigos que, de no existir estas fiestas, ya no se acercarían por aquí. Pero el invierno me disgusta por su carácter huraño y por la falta de luz. Y no hay Navidad capaz de cambiar ese deseo de ovillarse y esconderse del mundo hasta el retorno de la primavera. Así que no hago nada. Simplemente me ovillo en el sofá y dormito, perezosa y ausente como un oso, contando los días que separan este solsticio del 21 de diciembre del momento en el que, de una puñetera vez, se restablezca el horario de verano.

Y tan feliz.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

miércoles, 20 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: personas sentadas y mesa 



DISYUNTIVA

Si me dieran a elegir
entre lo curvo y lo recto
entre lo fino y lo basto,
entre lo ancho y lo estrecho,
entre lo chic y lo urbano,
entre lo blando y lo recio,
entre lo oscuro y lo claro,
entre la tabla y el cuero...

Decidiría sin duda
que en mi barrio hay mucho cerdo.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

lunes, 18 de diciembre de 2017

 


 CONSTRUYENDO RECUERDOS

Polvo en las botas y un sol ambarino
precipitándose deprisa sobre el agua
y acelerando el paso

y la tarde cayendo, y las estrellas
invadiendo el azul una tras otra
y el zorro de mirada centellenate
y el horizonte calmo
y un ratón trasteando entre las sombras
y el risras de mis uñas al rascarme
y una respiración plácida y queda
y un silencio insultante
y el vacío imponente del desierto.

Y al otro lado
el mundo que se está yendo a la mierda.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen de Jose Miguel Jiménez

domingo, 17 de diciembre de 2017

No hay texto alternativo automático disponible. 


 DE GRATIS

Es esta que se avecina
semana de mucho trote,
de portal con angelote,
de receta de cocina,
de piñas con purpurina,
de vestidos con escote,
de canastas y de lote
con bien de alcohol y chacina...

Pero también de cansinas
y cansinos amigotes
de menear el bigote
en casa de la vecina,
la cuñada o la sobrina
sin aportar otra dote
que unas almejas de bote
o una lata de sardinas...

O sea, de legañote.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

sábado, 16 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: árbol y exterior 


Desde que sé
que nadie tiene dueño

se me ha pasado
el miedo de perderte.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

viernes, 15 de diciembre de 2017

 



UN ORGASMO CATASTRÓFICO

La atmósfera se volvió atómica cuando sus miradas se cruzaron. Ella era la mujer del jefe y él el nuevo becario, unos treinta años más joven pero lo bastante osado como para dejar caer disimuladamente una tarjeta con su número sobre la mesa que ocupaba la mujer. La mañana transcurrió entre whatssaps enfebrecidos y furtivas visitas al lavabo en donde se pudieron refrotar fogosamente un par de veces.
Quedaron a la salida del trabajo en un hotel del centro. Cuando llegó, la dama le esperaba sobre el lecho, rodeada de velas y cubiertos el rostro y el cabello por un velo de novia. Él traía una botella de Remi Martin con la que roció a la bella para acto seguido lanzarse sobre ella y empezar a lamerla con lascivia, sin haberla besado, y a continuación tomarla con la fogosidad propia de un efebo de su edad. Tal era el ímpetu que en el transcurso de una de las sacudidas, y cuando estaban ambos a punto de llegar al momento cumbre del encuentro, una de las velas del cabecero cayó sobre los tules impregnados en coñac y en un instante la pareja se convirtió en una antorcha humana que se deshacía en gritos de dolor y de placer mientras que un pavoroso incendio devoraba la estancia, después la planta y para terminar el edificio entero.

Lo que viene siendo un orgasmo catastrófico.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

jueves, 14 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: una o varias personas y primer plano 



EL FINAL DE LAS COSAS

A veces postergamos el final de las cosas con una testarudez insoportable. Como si la extinción natural fuera algo remediable que se pudiese solventar poniendo una tirita. Como si los objetos, las amistades, las situaciones personales... hubieran de durar eternamente.
Como si el destino estuviese en nuestras manos.

Hablo de esos momentos en que las evidencias se presentan todo el tiempo y de manera evidentísima. En que nos cuesta horrores continuar. En que cada paso se convierte en un esfuerzo pírrico, como si nos moviéramos por terreno cenagoso con las botas embarradas y el avance no tuviera ya sentido. Y no supiéramos muy bien si continuar, retroceder o detenernos y dejar que el barro se secara o bien que el fango nos tragase para vomitarnos a continuación, sucios pero libres, y lanzarnos por el aire dejándonos caer a una distancia razonable desde donde poder mirar el panorama y cerciorarnos de lo inútil de nuestro empecinamiento.

Y es que nos agarramos al presente como un espacio que no admite mutación. Nos enganchamos a la seguridad y nos cuesta horrores admitir que eso que era válido hasta hoy no nos va a servir en adelante. O que aquella persona inseparable ha decidido darle un quiebro a su camino, y este ya no discurre paralelo al nuestro. Y es absurdo seguirla o insistir en que nos siga. Y al final prolongamos la agonía, y provocamos crisis que convierten la evolución en un trance duro y doloroso. Y todo por no ser capaces de asumir que nada es infinito ni inmutable.

Y que la vida es solo un préstamo sin cláusulas en el que no hay posibilidad de reclamar.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

lunes, 11 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: una o varias personas y cielo 


 MESIÁNICO

Quisiera salvarte, amigo
de los monstruos que te acechan,
del fantasma que el espejo
vomita a tu mente enferma,
del tren que te va llevando
a un nudo de vías muertas,
de ese pensamiento mudo
que te emponzoña las venas...

del acorde de silencios
tras cuyas notas te encierras.

Quisiera salvarte, amigo,
del imán de la tragedia.
Pero nada puedo hacer
si me acerco y tú te alejas.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

domingo, 10 de diciembre de 2017

 



LA NAVAJA

Era grande y afilada, con la cacha color beige, de concha y con una rendija y un tornillo en el extremo que permitía guardar el imponente y acerado filo en su interior al finalizar la tarea. Mi padre la guardaba en su funda de madera laminada, un estuche de dos piezas que encajaban la una dentro de la otra mediante un rebaje en el extremo de una de ellas.

Era la navaja un objeto prohibido que sólo de vez en cuando y bajo supervisión paterna se nos dejaba contemplar, y hasta tocar a veces. Yo me miraba en el metal brillante, mis ojos en mis ojos, mientras sujetaba cuidadosamente el acero con ambas manos, una en cada extremo, sosteniéndolo entre mis dedos como algo más frágil que dañino. Hasta que mi padre me la retiraba con cuidado y daba comienzo el ritual.

A mi padre le gustaba afeitarse en la cocina las mañanas del domingo, que es cuando tenía tiempo para hacerlo a fondo. Mientras yo jugueteaba con las cerdas de la brocha colocaba un espejo de plástico pequeño, de esos rectangulares que llevaban una patilla que servía lo mismo como pie que como colgador y llenaba con agua templada una pequeña palangana de metal que también guardaba lejos de nuestro alcance para que no la utilizásemos para jugar a las cocinitas. Después se mojaba la cara, esparcía el jabón por la brocha y el olor del ungüento llenaba la cocina y el cuarto de estar. El olor del jabón es, estoy segura, uno de los más evocadores. El de mi padre era una barra cremosa envuelta en papel metalizado que él iba desenrollando y cortando y por cuya superficie a mí me gustaba deslizar el dedo índice y después llevármelo a la nariz. ¡Qué bien huelen las cosas de los seres queridos en la infancia! Mi padre me dejaba hacer mientras arrimaba la cara al espejo, acodado en la mesa, la mano izquierda tensando la piel desde la base del mentón y la derecha sujetando la navaja. Ver el filo retirando la blanca pasta y dejando tras él fragmentos de piel tersa y rosada es uno de los espectáculos más fascinantes que puede contemplar un niño. Su pulso era certero y apenas quedaban resquicios de jabón en su rostro. Lo hacía lentamente, sin perder de vista ni su imagen ni el filo de la faca. Ni a mí, que me gustaba comerme el jabón de vez en cuando.

Una vez terminaba limpiaba cuidadosamente el bacín, la brocha y la navaja y volvía a guardarlo todo en su rincón, lejos del alcance de nuestras pequeñas y traviesas manos. Luego se vestía de domingo y me llevaba de paseo. A mediodía, cuando volvíamos a casa, el perfume del jabón aún permanecía en la atmósfera mezclado con el apetitoso olor de la paella.

#SafeCreative Mina Cb

sábado, 9 de diciembre de 2017

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MIGAJAS

Me resigné a vivir de las migajas
que tu malsano corazón esparce
en torno a ti, creyendo (¡pobre tonta!)
que mi amor lograría al fin salvarte.

Rellené los vacíos de tu agenda
(huecos en blanco, mar de soledades)
cuando el negro infinito de tu alma
te llenaba de angustia al asomarte.

Me dejé encapsular por tus mentiras,
cerré la puerta y te entregué las llaves
y al final, ni siquiera los espejos
eran capaces de identificarme.

Me desperté un buen día de repente
ebria de realidad, harta de amarte…

Saliste tras de mí como un chiquillo,
como un perro llorón

….. Como un cobarde.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

jueves, 7 de diciembre de 2017

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 Cuando se acabe el aire
y se extingan el tiempo y el espacio
y el amor se convierta en una sombra
y no existan amigos ni parientes
ni hombros para llorar tanta tristeza
ni cenizas de las que reencarnarse
ni luces al final del pasadizo

nos quedará la rima impenitente,
la palabra leal y salvadora,
el recurso frenético y salvaje
de liberar el alma con los versos.


#‎SafeCreative‬ Mina Cb

miércoles, 6 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: fuego, noche y bebida 


EL CÓCTEL O EL EXILIO

Cuando el propietario del bar le dijo que le contrataba estuvo a punto de saltar de alegría. Encontrar un curro, así por las buenas y tal y como estaba el patio. Claro que él había sabido venderse. De algo le tenían que servir sus estudios de empresariales y todos los años que llevaba trabajando en el departamento de ventas de una multinacional. Pero no le hacía ni puñetera gracia lo de trasladarse a Alemania, más que nada porque el país le parecía más bien frío y aburrido. Y el alemán nunca había sido su fuerte, se le daban mejor el francés y el inglés.
Y porque aquello estaba en el culo del mundo. Y además tenía cuarenta años, dos hijos, una ex mujer y una novia.

A las cinco en punto estaba tras la barra, como un flan. Sus primeros clientes fueron una familia que acababa de salir de un banquete de boda: dos manzanillas, una de ellas con sacarina, un poleo menta, dos cañas solas, una con limón, otra sin alcohol y con gaseosa, una coca cola light, una pepsi, un cortado descafeinado de máquina con leche fría, un café con leche desnatada, una fanta limón zero, un kas manzana y dos botellines de agua, uno de ellos con gas y un zumo de naranja sin pulpa para el niño, que estaba algo descompuesto.
Se frotó los ojos tras escuchar el pedido y tuvieron que repetírselo seis veces, de resultas de lo cual acabó poniendo azúcar en las dos infusiones, confundió los refrescos de cola, sirvió tres cervezas negras y dos carajillos y en vez de un zumo al chaval le adjudicó una copa de soberano. Y aún se atrevió a ponerse gallito cuando los clientes se negaron a consumir las bebidas y, por supuesto, a pagar la cuenta.

Se disculpó como pudo con su jefe, argumentando que la hostelería había cambiado un poco desde que, de crío, echaba una mano en el bar de su padre al salir del colegio. Y que aquello era algo más complicado que servir botellines en la cantina del cuartel, tarea que desempeñó durante los doce meses que pasó en Melilla haciendo el servicio militar. Y que lo que había pasado con el grupo que acababa de marcharse es que salían de una fiesta e iban un poco tocados del ala. Y la habían tomado con él porque lo vieron un tanto perdido.
El dueño lo miró con cierto aire dubitativo y se dijo que bueno, vale, que al fin y al cabo todos los inicios son duros. Pero le pidió por favor que no volviera a enfrentarse con nadie.

El siguiente conflicto lo tuvo diez minutos más tarde con una cuadrilla de chavales que entraron a tomarse unos chupitos. Se escandalizó al reconocer entre ellos a los hijos de alguno de sus amigos y se negó a servirles, arguyendo que, pese a tener dieciocho años, eran demasiado jóvenes para beber alcohol de tan alta graduación. Y que en sus tiempos lo único que tomaban los adolescentes era cerveza, porque incluso los cubatas estaban reservados para ocasiones especiales. Y que, además, las seis de la tarde era demasiado temprano como para empezar con vodkas negros y guarrerías de ese tipo. Fue nuevamente su patrón quien salvó los muebles, sirviendo a los chavales una ronda de chupitos a cuenta de la casa y llamando aparte a su nuevo camarero para recordarle quién mandaba ahí y ya de paso advertirle que una queja más y lo ponía de patitas en la calle. Aunque tuviera que reclutar para servir bebidas al primer andrajoso vagabundo que pasase por la puerta.

De modo que se mordió la lengua durante el resto de la noche, mascullando entre dientes mientras servía bebidas imposibles y diciéndose que mejor era eso que largarse a Alemania, por mucho que su empresa le pagase los gastos.

Al filo de las tres de la mañana entraron por la puerta su ex mujer y un tipo visiblemente más joven que ella. Aquello era demasiado, se dijo, de modo que salió de la barra y le dio al fulano un puñetazo de los de peli de Chuck Norris. El personal, que iba a esas horas bastante cocido, se animó a participar en la pelea y al poco el bar parecía el decorado de una peli de Tarantino.

La policía se personó en el local alertada por los vecinos y, una vez en el calabozo del cuartel, sacó el móvil y mandó un whatsapp al director de su empresa diciéndole que en cuanto resolviese un pequeño contratiempo que acababa de surgirle cogería el primer avión rumbo a Berlín.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

martes, 5 de diciembre de 2017

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 CONTRASTE

El mundo se esfumó hace ya unas horas
y se quedó fuera
de la atmósfera protectora que compone
esa burbuja tibia y transparente
que a veces habitamos.

Y se presenta el exterior como un lugar ajeno
estruendoso y trivial
molesto como un concierto indigerible
de instrumentos que no han sido afinados...

Y miramos los vasos
el semblante cansado y sin palabras
que broten de los labios

mientras todo se agita alrededor
borroso y cotidiano...

Y ya en la calle el frío de la noche
se hace rey del silencio

y podemos sentir que nos hallamos
(definitivamente)

en territorio hostil.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

domingo, 3 de diciembre de 2017

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 No quiero que me des tu corazón

Me gustas vivo,
activo,
burbujeante,
rebelde y sin angustia

y libre de pronombres posesivos.

No te quiero sin ti

si te quedas conmigo.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
La imagen puede contener: cielo, nubes, montaña, naturaleza y exterior 


 DICIEMBRE

Se ha templado el viento y el cielo se azulea, como tregua invernal de escasa duración. Ayer nevó en el norte y el blanco cubre las cumbres del Moncayo, nimbadas de nubes blancas voladizas. Los árboles se agitan tenuemente y los ocres matojos otoñales se inclinan hacia la tierra seca.

Diciembre es un mes raro. Un mes para los raros. Un mes frío y apocalíptico del que la muchedumbre trata de escapar encendiendo bengalas y luces de colores. Como si el hombre tuviera miedo de la oscuridad que le enfrenta con su esencia. Como si hubiese que suplir de forma artificial este descanso merecido de la naturaleza, que necesita replegarse para emerger de nuevo, enérgica y brutal, al despuntar la primavera.

Diciembre es el mes de los extremos. Esa época del año en la que los amigos de exhibirse despliegan su plumaje, como pavos reales, y se muestran al mundo, coloridos y ufanos cual terreno arco iris. Pero es también la época en la cual las gentes raras, esas que se recogen como erizos al menor contacto de la mano ajena, se repliegan y agazapan en sus madrigueras, atrincherados bajo mantas y alejados del barullo comercial y de los engorrosos compromisos navideños, amedrentados casi ante la magnificencia de este invento de la especie humana, siempre empecinada en huir de los silencios como si así exorcizase el inexorable paso de los años...

Y la vida.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen de Juan F. Peñas Viso

viernes, 1 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: cielo y exterior 


 LIBRE

Eres pez en el agua,
ave en el cielo,
rana en la charca,
oso en invierno.

Eres flor en el campo
alga en el río,
sol en verano,
canto de mirlo.

Eres pájaro errante,
rastro en la selva,
reptil mutante,
musgo en la piedra.

Eres tronco frondoso,
raíz profunda,
noche de agosto,
claro de luna.

Eres pulso rebelde,
gato de calle,
viento del Este

... alma de nadie.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

jueves, 30 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: cielo y nubes 



LO IMPROBABLE

Pasaron de jurarse amor eterno
de llenar un papel de garabatos
de buscarles tres patas a los gatos
de retomar la ruta hacia el infierno.

Pasaron de abrigarse en el invierno
de atarse con dos nudos los zapatos
de dejarse engañar como pazguatos
por el melifluo rictus de lo tierno.

Y hoy transitan sin tiempo y sin espacio
por la nube fugaz de lo improbable
señores cada cual de su palacio;

afecto liberal e incontestable
tan leal como pocos y reacio
a la engañosa trampa de lo estable.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

miércoles, 29 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: texto 


 EL PORQUÉ DE LA EXPRESIÓN “IRSE LA PINZA”

Estoy tendiendo la ropa. Una pinza cae a la calle. Oigo el "cloc" sobre el techo de un coche. Al poco un frenazo y alguien que grita. Un chaval de menos de treinta sale del vehículo hecho una fiera. Me pregunta por la pinza. Que si se la he lanzado adrede. Yo le digo que ha sido un accidente. El chico está de mala hostia y yo sonrío. Error puesto que se cabrea más. Me asegura que le he lanzado la pinza adrede (soy jodidamente mala calculando distancias, pero entre mi balcón y el punto donde se ha parado habrá de diez metros para arriba, y yo no le atino a un blanco inmóvil a dos metros con un pedrusco gordo -hay quien puede confirmarlo-) y yo le respondo que no. Me pregunta, atónito y aún más enfurecido, que cómo he conseguido hacerla llegar hasta allí desde donde yo estoy. Le vuelvo a decir que la pinza ha caído a su paso bajo mi balcón. Ahora ya se halla frente a mi portal e insiste en que se la he lanzado desde donde estoy aposta. Yo no he visto al chaval en mi vida y le argumento que a ver qué motivos podía tener yo para lanzar deliberadamente una pinza sobre su coche con el fin (me imagino) de dar por culo si él a mi no me ha hecho nada. Pero el chico a lo suyo. Ya le salen los conocimientos de física y me habla de la velocidad del proyectil. Y yo insisto de nuevo en la accidentalidad del caso. Él sigue sin creerme y continúa bramando, hecho una fiera. Yo ya me cabreo y me pongo en modo sarcasmo total y le digo que por qué no se dedica a redactar novelas, porque lo que es de imaginación va más que sobradito. Él se enciende aún más (yo siempre haciendo amigos, no puedo evitarlo) y me dice que como me pase de lista me echa abajo el tendedor. Yo miro las cuerdas repletas de cositas a las que tengo bastante cariño y decido cerrar el pico. Y lo veo marchar, muy digno, tras depositar en el suelo la pinza, y rezo para que no lleve a cabo su amenaza y me deje sin toallas, sin bragas y sin uniforme de trabajo.

Y ya luego pienso que debería haber memorizado la matrícula.

Por si las moscas.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

martes, 28 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: teléfono 


 SIN WIFI

Hola cariño. Me ha sorprendido mucho recibir tu mensaje esta mañana. Aquí no tienen wifi y lo último que esperaba, la verdad, es que a alguien se le ocurriese contactar conmigo por whatsapp. Pero ya que te interesas te diré que el viaje terminó bastante bien... quiero decir que llegué a mi destino sin más contratiempo que ese desafortunado accidente que provocó el fallo de los frenos. Lástima que el coche explotase y a los del seguro no les quedase más que un amasijo de hierros. De modo que no creo que tengas problemas con la indemnización; que tú además eres muy lista y fijo que sabes gestionarla. Y luego ese amigo tuyo tan simpático seguro que está dispuesto a echarte una manita, ya me entiendes... Vamos, que no creo que me necesites para nada, de modo que, si quieres, y una vez que ya sabes que estoy bien, puedes dejar de watsapearme. Además, aquí no hay donde poner a cargar el móvil y en cuanto se agote la batería el iphone no va a servirme para nada. Lástima. Te lo podías haber quedado tú. Con ese pedazo de cámara que tiene. De hecho, yo creo que hasta podría mandarte un selfie desde el interior del ataúd, pero con esta mierda de cobertura solo llegan los mensajes. Lo sé porque a tu amigo he tratado de enviarle una foto y no hay manera. Sólo ha recibido el texto.

En fin, querida; cuídate. Seguiremos en contacto.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

lunes, 27 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: una o varias personas 


RESCOLDOS

Ayer volví a encontrarlo
desnudo y descarnado
agazapado en un rincón oscuro

intrigante, al acecho
como una fiera hambrienta
dispuesto a aprovechar cualquier instante,
cualquier atisbo de debilidad
cualquier fisura

para hacerse presente y machacarme
y acercarme el pasado.

Me sorprendió que aún estuviera ahí;
que todos los agentes detergentes
y todos los complejos fumigantes
que yo había empleado
no hubiesen conseguido aniquilar completamente
esa plaga maldita
que hace que lluevan lágrimas en un día nublado.

Lo miré frente a frente
y le pedí respuestas
e insistí en que tenía que largarse
que ya no había espacio para él en mis cajones
que yo no era la misma de otros tiempos

y que su negra sombra
no tenía el poder de acobardarme,
de hacer que me volviera recelosa,
de arruinarme el presente,
de pisar el pedal del freno a fondo
y detenerme en seco.

Y le escupí a la cara mis temores
y le exigí que nunca

nunca
nunca

en la vida

volviera por aquí.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

domingo, 26 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: calzado 



AL DESCUBIERTO

El chico era tímido y no había manera de tener intimidad. Siempre que se veían era con un montón de gente de por medio y, una vez la reunión se disolvía, el chaval le daba un beso en la mejilla y se despedía cortésmente. Pero aquella noche se le fue la mano con los gintonics y le pidió que lo invitase a casa. Poco tardó el gozo en irse a un pozo puesto que el hombre, tras un torpe intento de escarceo amoroso, se desplomó en el sofá, casi cadáver, y a ella le sirvió de poco la lencería de Victoria Secret que se había puesto (por si las moscas, siempre), de modo que le echó una manta por encima y se acostó, dejando entreabierta la puerta de la habitación.

A la mañana siguiente preparó la cafetera para dos y, cuando salió un momento a buscar un cedé para que el se lo llevase, se lo encontró a la vuelta mirando ensimismado por entre los visillos de la cocina, removiendo divertido los barquitos que formaban las magdalenas en la taza y contemplando con sorpresa la colección de lencería que ella había dejado en el tendedero la tarde anterior, cuando aún no sabía lo que iba a suceder.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

miércoles, 22 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: una o varias personas, personas sentadas y primer plano 



EL CÓMPLICE

Dio un sorbo al café y lo dejó sobre la mesa. Abrasaba. Se acodó sobre el mármol, la mejilla reposando en su mano derecha y casi al instante sus ojos se cerraron. Los compañeros hablaban de trabajo, como de costumbre. Y de fútbol. Reían y discutían en voz alta y el sonido de sus voces se sumaba al ruido de los motores de las cámaras, al zumbido de la cafetera y al parloteo del locutor de la televisión siempre encendida. Un arrullo para su fatigado espíritu.
Otra noche en blanco. O casi. Porque hasta que a las cuatro de la madrugada no cesaron los golpes y los gritos no pudo pegar ojo.

- “Oye, Pedro… ¿No es esa tu casa?”
Dio un respingo y abrió los ojos lentamente. El enorme plasma donde hasta hace unos minutos Messi respondía a las preguntas de los periodistas emitía en este momento las imágenes de un cuerpo amortajado sobre una camilla saliendo por el portal de su bloque. Tras el cortejo de médicos, viandantes, vecinos y demás curiosos pudo reconocer, esposado y escoltado por varios policías, al grandísimo cabrón con el que se cruzaba cada mañana en la escalera.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

martes, 21 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: una persona, sonriendo, sentada 


MANOLO Y MI TÍA

Mi tía favorita estaba enamorada de Manolo Escobar. Y no me extraña nada puesto que su marido era un animal que se bebía hasta el mistol y, sospecho, la molía a palos.

Crecí, pues, acunada por la minifalda y el porrompompero, por esos sones cañís y machistones que no eran sino el reflejo de una época gris y más bien rancia. Pero yo era muy niña y no entendía aún de reivindicaciones, así que me encantaba que el maromo de la canción le prohibiera a su churri ponerse minifalda para ir a los toros, o bajar sola al mercado o cualquier otra cosa. Porque entonces la mujer tenía que estar en casa, con la pata quebrada y esperando a que su hombre llegara a las tantas, puesto hasta el garganchón de Soberano y con ganas de jugar a los médicos.
Me daba sin embargo mucha pena la vecinita de a la lima y al limón, que no tenía los ojos grandes, ni el talle de espiga ni los labios de sangre, y que al final acababa quedándose para vestir santos, que siempre es preferible, se decía entonces, que desnudar borrachos. Como le pasó a la de la minifalda…

Acabaron al fin los años de la infancia y el curso de la vida me hizo ver que, afortunadamente, lo de Manolo Escobar no eran más que eso: canciones; crónicas de una época, retazos de un pasado oscuro y pintoresco… sones alegres, estrofas familiares, melodías cañeras de verbena, músicas de convite de bodorrio.

Pero aún con todo, y pese a ese horror que me produce el recuerdo de sus mensajes anticuados, no puedo evitar esbozar una sonrisa al tiempo que recuerdo a mi pobre tía, ya difunta, tarareando el porrompompero mientras yo jugaba con el pompón del pulverizador de su frasco de colonia, la alcoba inundada por la tímida luz de una mañana de domingo.

Descansen en paz los dos… el cantor del pelo echado para atrás y sobre todo mi tía, siempre sufriendo en silencio, enterrada en vida con aquel animal, intentando evadirse, soñando con hombres guapos que llevaban a sus mujeres a los toros cogidas del brazo… aunque no las dejaran ponerse minifalda.

#SafeCreative Mina Cb
Extraído deli libro "Los cuentos de mi niña"
Inma Benítez- 2017


lunes, 20 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: una o varias personas 



EL CULO

Hace ya algunos años que he aprendido
a huir, o por lo menos no fiarme
de los tíos que dicen que eres lista
sólo para intentar llevarte al catre.

Hace tiempo que no me creo nada,
pero aún así me siguen camelando
y, por mucho que tome precauciones,
siempre hay alguno que me sale sapo.

Hace décadas que me convencieron,
no mi mamá sino la vida misma,
de que el refrán de tetas y carretas
es frase, como dicen, que va a misa.

Hace lustros que vengo comprobando
que por mucho que cuide a mis neuronas
no hay nada que cautive más a un hombre
que unas ubres con bien de silicona.

Resumiendo, queridas: tanto verso,
tanto libro engullido, tanto curso,
tanta cultura… sirven para poco
si eres mujer y no tienes buen culo.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
La imagen puede contener: texto 



LA VERDAD

He aprendido contigo el valor del silencio

al cabo de una vida
de hablar más de la cuenta.

He aprendido a escuchar las respuestas
que otorga la mirada
o que ocultan los labios apretados.

He aprendido a observar las reacciones,
a aguzar los sentidos,
a descifrar enigmas
que nunca fui capaz de resolver
y de cuya existencia
no llegaba a tener conocimiento.

He aprendido
al final
que la verdad,
la verdad absoluta,
esa verdad desnuda y afilada
como un sable de esgrima

no siempre es necesaria.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

sábado, 18 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: una persona 



QUISE

Quise ser ángel de niña
y vivir cerca de Dios.
Quise ser diáfana y pura,
quise ser pájaro y flor.
Quise hasta ser una santa
buscando la perfección.

Quise más tarde ser bruja
y yacer con Satanás.
Quise adormecer princesas,
quise herir, aniquilar…
Quise envenenarme y casi
me quise querer quemar.

Quise, al fin, bajo el paraguas
refugiarme para siempre.
Quise aislarme de la lluvia,
quise del sol guarecerme.
Quise evitar ser humana,
ser real, ser evidente.

Y llegó el día en que quise
dejar de querer ser otra…
El día que siempre quise
ver filtrarse entre las sombras…
El día que al fin me quise
tal y como soy ahora.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb
Imagen: Georgiana Chitac

jueves, 16 de noviembre de 2017

 



BRUJA

Soy bruja en el armario
que es lo que mola ahora:
casi nadie lo sabe
pero todos lo notan.

Soy bruja de pociones
más bien innovadoras:
tiro de sopinstant
y paso de la olla.

Soy bruja de tendencias
que escapan a las modas:
cabellos enredados,
jirones en la ropa.

Soy bruja de felino,
de luna bien redonda,
de arañar las espaldas
cuando no duermo sola.

Soy bruja con recursos:
me quemaron la escoba
y ahora vuelo sin cables
con una aspiradora.

Soy bruja sin verruga
ni risa delatora:
pero ¡Ay, de quien se atreva
a acercarme una antorcha!

Pues, aun siendo una bruja
risueña y bondadosa,
sé usar mis malas artes
con las malas personas.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

miércoles, 15 de noviembre de 2017

No hay texto alternativo automático disponible. 



ABSTINENCIA

Penélope se había tragado “Pretty woman” tantas veces que lo del beso en la boca se le quedó grabado a fuego. Tanto que estaba esperando al hombre de su vida para dárselo y claro, como ninguno se parecía a Richard Gere, la moza no se decidía. Es más, era tal su empecinamiento que cuando llegó aquel crudo invierno y una capa de hielo se formó en el interior de sus fosas nasales impidiéndole respirar y el médico le dijo que la única manera de arreglarlo era con un beso de tornillo se negó en redondo, insistiendo en que sobreviviría hasta la primavera respirando solo por la boca. Hasta el infausto día en que encontró a Gregorio, que puso tal insistencia en el intento de besarla que la pobre murió de asfixia por mantener los labios apretados durante demasiado tiempo.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

Ni siquiera se dejó reanimar.

martes, 14 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: texto 



VERSO LIBRE

Se han cumplido
los plazos de la espera y ya no es tiempo
de invadir los espacios con preguntas
cuya respuesta aterra
y además no ha de ser de utilidad

o de ensuciar silencios
con vanos parloteos
que esparcen el vacío del cerebro
y arruinan la belleza del presente.

Hoy tan solo deseo
mirarte en el trasluz de la mañana
sin filtros
con la mente despierta y los sentidos
empapados de amnesia

como si este poema no tuviese
métrica ni palabras
y fuera un voladizo verso libre

hecho solo de ritmos.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

lunes, 13 de noviembre de 2017


 La imagen puede contener: exterior
 
 
EL ARPA


Hay un espacio en el que nadie habita


un lugar sin horarios y sin normas

en donde coinciden

epidermis errantes en el tiempo


que se andaban buscando

intuitiva, despreocupadamente,


ignorantes incluso de su esencia,

ajenas al milagro de la vida,

olvidadas del mundo,


empolvadas y anónimas


como el arpa de Bécquer.


#‎SafeCreative‬ Mina Cb

viernes, 10 de noviembre de 2017

 



Somos náufragos

supervivientes habitando el mismo mundo
pero distinto espacio

y observándose,
expectantes,

desde sus alejadas islas

sabedores de la existencia del otro
y al tiempo guarecidos
bajo el tibio paraguas

de la autenticidad.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

jueves, 9 de noviembre de 2017

No hay texto alternativo automático disponible. 



LA SEÑORA FERNÁNDEZ

Desde luego que Diéguez no estaba nada mal. No era demasiado común y además tenía ese toque de hidalguía de los apellidos castellanos; un aire como de abolengo añejo, de embozados de florete fácil y carrera presurosa. De hecho, ella siempre se había sentido bastante orgullosa de llevarlo....

Hasta que lo conoció y ahí se vino todo abajo. Y ya no tuvo otra obsesión que ser Fernández. La señora Fernández más concretamente. Y mira que él le repetía que la cosa estaba bien tal cual; cada uno en su casa y un encuentro cuando las circunstancias eran favorables. Pero a ella se le metió entre ceja y ceja y ya no hubo manera. Fue trasladando enseres poco a poco y, para cuando él quiso darse cuenta, ya la tenía instalada con la excusa de que el piso de él era en propiedad y el de ella en alquiler, y total, si pasaban juntos la mayoría de las noches, para qué iba a seguir gastando en un alojamiento. Ya contribuiría a los gastos.

Pero nada es eterno y esa pasión ígnea que caracterizaba los encuentros del inicio se fue desinflando y acabó por convertirse en casi un trámite, circunstancia que no la hizo desistir de su empeño de convertirse en la señora Fernández, cosa que logró a los pocos meses, tras convencer al chico de que era lo mejor a nivel legal por si a alguno de los dos “le pasaba algo”.

Y lo que les pasó fue que el hecho de compartir apellido acabó por convertir su intimidad en un marasmo, hasta el punto de que el deseo desapareció del todo, más que nada porque, en uno de los escasos escarceos sexuales que tuvieron, el señor Fernández dijo haber visto en el interior de la cavidad vaginal de su señora una especie de ojo que lo observaba y ella se creyó en la obligación de consultar a un terapeuta. Este le recomendó que pidiese cita a un reputado sexólogo a cuya consulta acudió una mañana. El profesional la derivó a un ginecólogo que, tras hacer entrar a la señora Fernández en su consulta, se puso a examinarla con meticulosidad y quedó sorprendido por la presencia en el interior del conducto de la dama una especie de telaraña como las de los escaparates de Halloween en cuyo centro, en lugar de un arácnido, se vislumbraba un diminuto y extraordinario ser, una especie de minion de cuya cabeza brotaban, a modo de pelambrera, unos hilos viscosos que llegaban hasta la pared del receptáculo. Quizás se trataba de una mutación de las bacterias de la flora o puede que incluso fuera una infección. O cualquier otra cosa, pero el caso es que la señora Fernández tenía una presencia extraña alojada en el lugar, seguramente a causa del abandono del mismo, que fue, desde el momento en que la mujer cambió al fin de apellido, un paraje desierto en el que nada interesante podía suceder.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb






miércoles, 8 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: cielo, exterior y agua 


 EL BOTÓN DE DAR ÓRDENES

No todo el mundo lo tiene. Bueno, a lo mejor sí pero no a todos nos funciona de la misma manera. Y claro, no todos tenemos las mismas posibilidades de utilizarlo. El problema real no es el dispositivo en sí. Ni su funcionalidad. El problema es que no se conoce su ubicación. Y por tanto es imposible desactivarlo o bien repararlo cuando funciona incorrectamente. Y estaría muy bien que alguna de esas universidades que se dedican a hacer estudios chorras tales como por qué las vacas mugen sólo en un idioma o por qué el sobrino bastardo de Ramsés II era tartamudo se empleasen en localizar el emplazamiento del dichoso botoncito.
Sí, porque en según que casos es un auténtico coñazo. En el de las madres por ejemplo: que desde que no levantas dos palmos del suelo ya empiezan con el rosario de mandatos: estudia-ordenatucuarto-novuelvastarde-apagaelordenador-notecomaslosmocos… pero todo a la vez… que ni aunque tuvieses cien manos podrías dar abasto. Ahora que a mí la orden materna que más me gusta es esa de “obedece a tu madre”, que te entran ganas de contestarle: “vale… ¿pero en qué orden?”.
Dí que lo de la madre se pasa con el tiempo. O bien uno se va de casa o bien más tarde o más temprano acaba activando una especie de sistema de bloqueo que hace que cada vez que ella se pone a dar órdenes a nosotros se nos medio taponen los oídos y toda la letanía se filtre hacia nuestro cerebro como un gris ronroneo; como el rumor de las hojas de los árboles azotadas por la suave brisa.
Y como hablo de las madres hablo de las esposas, que hay algunas que llevan a sus pobres maridos al retortero. Hombres ya hay menos. De los del botón estropeado digo. Al menos en el ámbito familiar. A lo mejor es por eso, porque en casa apenas mandan, por lo que algunos son tan mandones en el trabajo, y entran ya al punto de la mañana, agobiados perdidos, como si el mundo estuviera a punto de acabarse y ellos tuvieran que elegir entre cortar el cable azul o el rojo de la bomba… Y claro, ya se obcecan y van por ahí dictando directrices, una detrás de otra, amontonadas como la arena de las dunas del desierto. Y te mandan una cosa sin dejarte terminar otra. Y luego te preguntan que por qué lo primero está sin acabar. Y dan la misma orden a varios miembros del equipo. Es más: incluso a veces dan órdenes contradictorias a distintas personas y luego se montan unos pollos que hay que fastidiarse. Y al final nadie sabe qué hacer, ni cómo ni dónde. Y de repente ves a un compañero mirando al jefe detrás de la nuca, como si fuera un vampiro dispuesto a dejarlo sin leucocitos. O como si estuviese pensando en cogerlo por el cuello. Pero no.
En realidad está buscando el botón. Para desactivarlo un rato y que así la plantilla tenga tiempo de acabar con todos los tajos que han quedado a medio hacer y luego ya volverlo a conectar y que el hombre siga desde donde terminó.

Y es que esta gente tiene mucho peligro. Yo creo que lo de Traflagar vino por ahí. Y más teniendo en cuenta que la operación la lideraban dos personas: un español y un francés. Que ya mal empezamos. Y es que a ver qué se nos había perdido a nosotros allí, de comparsa de las tropas de Napoleón, que aquello no podía acabar bien. Que a poco que hiciera Nelson la victoria era suya. Dos jefes en vez de uno con el botón estropeado, repartiendo órdenes en dos idiomas, a lo loco, venga… primero a babor y luego a estribor (a baber y a estriber para los gabachos), apuntando las bocas de los cañones hacia adentro y haciendo agujeros en cubierta y rasgando velas a todo trapo… hasta que claro, el español se agobió, se le desencajó el botón del todo, miró a su alrededor y, al ver tanta gente a la que dar órdenes y tanto humo y tanta sangre y tanto inglés y tanto ruso y tanto francés y tanta vela ardiendo se vino arriba y soltó eso de: “Atomarporsaco, aquí al que no hable cristiano, ración de sable. Que más se perdió en Cuba.”

……………. O igual no fue así.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

martes, 7 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: 5 personas, personas sonriendo, personas de pie y sombrero 



LOS MÍTICOS INGALLS

“Taaaa♪raaa♫raaaa♪raaaa♫raaaa♪♪♪ raaaaa♪raaaa♫raaa♪raaa….”

La música sonaba. Al fondo de la escena se dibujaba el carromato tirado por dos caballos donde papá y mamá saludaban sonrientes al sol de la mañana. Las hermanas Ingalls corrían tras su perro por el prado en blanco y negro: faldas floreadas y miradas cándidas: primero Laura, la protagonista, con sus trenzas y esa sonrisa picarona adornando su pecoso rostro; luego Mery, la mayor y por tanto la más responsable, con sus rubios cabellos sueltos y luchando por mantener el equilibrio porque lo suyo era más el estudio que la vida silvestre, y más tarde Carrie, la pequeña, viva muestra de que el hombre (en este caso la mujer) puede tropezar en la misma piedra todos los domingos a la misma hora.

Eran los Ingalls una familia feliz y desgraciada al mismo tiempo. Feliz porque se querían, porque tenían un techo bajo el que cobijarse y un Dios que velaba por ellos. Y amor. Mucho amor: los Ingalls se amaban entre ellos, amaban a sus caballos, amaban la tierra donde sembraban sus cosechas, amaban los árboles que talaban para construir sus casas, amaban al río donde pescaban truchas… amaban incluso a la señora Oleson, y a su odiosa Nelly, ese niña repipi con tirabuzones que iba siempre endomingada y a la que Dios utilizaba para poner a prueba a Laura Ingalls, que no acababa de asimilar eso de amar a los enemigos, poner la otra mejilla o perdonar hasta setenta veces siete.
Pero, pese a esa capacidad de amar que se les salía a los Ingells hasta por los agujeros de las desgastadas suelas de los zapatos, y a los desvelos que el buen Dios tenía para con ellos, la verdad es que a los pobres les pasaba de todo. De hecho, en el episodio piloto, que contaba su llegada a las verdes praderas, recuerdo que, una vez instalados en una casa que Charles y Caroline habían construido con sus manitas, una banda de apaches llegó en plena noche, prendió fuego a la barraca y ya de paso asoleó las tierras de labranza que la familia acababa de sembrar. Pero el buen hombre no se amilanó, ni se enfadó, ni guardó rencor a los pieles rojas, sino que más bien lo tomó como una prueba del señor y se puso manos a la obra: construyó otra casa, preparó de nuevo las tierras y las volvió a sembrar, sin dejar de dar gracias al Altísimo en todo momento porque los salvajes no habían hecho ningún daño a su familia.

Claro que a esa cosecha perdida seguirían muchas otras: y es que aún no se habían inventado los seguros agrícolas. Ni los médicos. De modo que cuando el doctor Baker les comunicó que la dulce Mery se estaba quedando ciega el pobre Charles tuvo que rascar dinero de donde no lo había. Y es que tampoco se habían inventado los maratones benéficos, así que la pasta para llevar a la niña a un médico de la ciudad la tuvo que sacar de donde pudo…
¡Y qué intriga y qué sinvivir pasamos todos…! Que yo creo que hasta le pregunté a mi madre adónde podía mandarles las cinco pesetas de la paga, si a la tele o a su casa en la pradera.

Pero ese Dios de los Ingalls era de una inclemencia que te rilas y de nada sirvieron mis llantos ni los de todas mis amiguitas: la pobre Mery se quedó más ciega que el Serafín Zubiri. Pero como era una Ingalls le echó un par de narices y estudió magisterio, y se casó y se dedicó a ocuparse de atender a otros niños ciegos. Y eso que la Once tampoco se había inventado todavía.
Entretanto, su díscola hermana seguía pescando truchas, revolcándose por el suelo en violentas peleas con los chiquillos del lugar y corriendo por el prado con su gorro con visera y su lecherita colgando del costado. Cada domingo a las cuatro durante años.

Hasta que un día también se hizo maestra, dejó de pescar en el río, cambió las trenzas por un moño bastante complicado, se echó novio, se casó y perdió ese aire de marimacho que a mí me había gustado siempre tanto…

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

lunes, 6 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: exterior 


 REFUGIO

Muere el domingo

se fue la luz del sol hace ya un tiempo
y la cuidad se tiñe de gris
de cierzo y soledad
y de luna redonda y gigantesca...

No me llama hoy la calle
y la quietud se adueña
de este rincón pequeño en el que escribo

dueña de mi silencio y del espacio
en el cual las ideas
revolotean, libres, desbocadas,
fluyendo hacia mis dedos
sin más interferencia
que el tictac del reloj.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

domingo, 5 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: fuego 



CUERDAS

Arde la casa. Vienen los bomberos.
Un par de locos tocan la guitarra.
Toda la tropa se ha ido ya de farra.
Mi amiga y yo escapamos por los pelos...

Y los músicos siguen a su bola;
quemándose los dedos sin pisparse
de que están a dos pasos de abrasarse
como carne picada en un Mc Donalds.

No sé muy bien que tienen esas cuerdas
de nylon o metal, cortas o largas
que no pueden dejar de acariciarlas
aunque el mundo esté yéndose a la mierda.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

jueves, 2 de noviembre de 2017

 



EQUÍVOCO

Lo llamé desengaño y fue revelación.
Lo llamé amargura y fue conocimiento.
Lo llamé final y fue renacimiento.
Lo llamé hecatombe y fue reconstrucción.

Lo llamé desconsuelo y era evolución.
Lo llamé tortura y era salvamento.
Lo llamé locura y era entendimiento.
Lo llamé desamor y fue liberación.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb