lunes, 9 de agosto de 2021


 

POLIAMOR

Creo que voy a pasarme al poliamor, que se está poniendo muy de moda y últimamente no le veo más que ventajas. A lo mejor es por mi tendencia a fijarme en tíos que, pese a ese pacto inicial de “si alguno se encuentra con otra persona que lo diga cuanto antes”, me la acaban pegando y para cuando me cuentan la movida ya casi están comprando los anillos.

Y luego que yo he sido siempre bastante casquivana y muy amiga de la variedad. Y estoy un poco hasta el moñito de aguantarme las ganas y ser fiel mientras los otros se ponen las botas a mi espalda. Y que mi problema es que me gustan siempre varios y lo que yo quisiera es fabricarme al hombre ideal con una túrmix pero no es legal. Y por eso me estoy pensando lo del poliamor, que es una corriente muy práctica para la gente que, como yo, no está dispuesta a renunciar a los placeres de la carne pero tampoco tiene ganas de andar haciendo sitio en los armarios. Y luego porque pienso que, por mucho que a la iglesia y al PP les joda, la humana es una especie no monógama y que lo que nos parece amor no es a menudo otra cosa que la manifestación inguinal de nuestro instinto de conservación; esto es, que confundimos los calentones y el encoñamiento con amor verdadero y el amor verdadero, creo yo, está lejos de eso y tiene más que ver con los suspensos de los críos y las dificultades para llegar a fin de mes.

Pero a lo que iba: que a mí ese movimiento del poliamor me mola. Y además que conozco a varios militantes que cuentan maravillas acerca de lo de los triángulos y los pentágonos y los dodeacedros. Y que oye, lo dicho: para que al cabo de los meses te salgan con que tienes competencia lo mejor es que la otra venga ya de serie.

Así te ahorras disgustos.

#SafeCreative Mina Cb

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