LA RADIO
Que te creías muy lista,
muy moderno y digital
y el lunes a la mañana
se te fundió la moral.
Sin corriente en la cocina
para hacerte un huevo frito;
sin teléfono, sin feisbu,
sin guasáp pa compartirlo.
Más solica que la una
en el salón de tu casa
con la tele como un mueble
y sin coscarte de nada.
Porque hace meses, en uno
de tus arrebatos zen
regalaste el transistor
y ahora no sabes qué hacer.
Y es que baterías tienes
para el ratón y el teclado,
pero… ¡ay, amiga! de poco
te sirven sin una radio.
Pero como no hay un mal
que por otro bien no venga
al rato, con los nudillos,
llama el vecino a la puerta
llevando en la mano (¡albricias!)
un transistor de los de antes;
“¿No tendrás unas pilicas?”.
Lo miras y casi aplaudes
y quitas las del ratón
(que ahora te sirven de poco)
y las ponéis en la radio
para enteraros de todo.
Le has ofrecido al vecino
un trueque que él ha aceptado:
Tú le regalas las pilas
y él comparte el aparato.
Sacáis unas cervecicas,
que aún enfría la nevera,
y a escuchar al presidente.
La radio…
¡Qué compañera!
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
jueves, 1 de mayo de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario