jueves, 29 de mayo de 2025


 

LAS TILDES DEL ALMIRANTE

No me cabe duda de que, si en Tudela hay un lugar que pueda ser considerado como templo cultural, este es, sin duda, La Casa del Almirante, sede de la administración artística de la ciudad y edificio bello y señorial donde los haya.

Esta institución, bien por ser un ente relativamente independiente o bien por el acierto de quienes la gestionan, ha albergado la obra de importantes creadores al tiempo que deja espacio para colecciones locales, sin olvidar la disponibilidad de su salón de actos, que se utiliza con frecuencia para conferencias, cursos o presentaciones de libros. De sus muros ha colgado el trabajo de fotógrafos de la talla de Ouka Lele o Gervasio Sánchez, por no hablar del recientemente fallecido Sebastiao Salgado, y en las sillas de esa sala del zaguán se han sentado personalidades relevantes de la cultura nacional. Amén de las decenas de turistas que frecuentan, cada vez más, las dependencias del palacio.

Por eso me cabrea tanto. Lo de la ortografía digo. Y es que montar una exposición de campanillas colando gazapos en los paneles informativos es como irte a cenar al Ritz y que de postre te pongan un flan del Carrefour. Con envoltorio y todo. No es esta la única ocasión. En la de Ribera Creativa también faltaba alguna tilde. Y a la entrada, con un par. Que ya cuando voy a algo me dan ganas de llevar una hoja con calcomanías de esas que usaban antes los delineantes para ir corrigiendo los errores sin marcarles la pared. Más que nada porque creo que hay cámaras y la corrección me iba a costar un ojo de la cara.

A lo que voy. Que es rara (lo repito: RARA) la exposición en que, en los carteles, no se les despista alguna tilde. Y eso por no hablar de los signos de puntuación, colocados a veces de forma aleatoria, que dificultan la comprensión del texto. Haré especial referencia al uso de las comas, que se llegan a insertar con particular desinterés.

Y vale que un artista gráfico no tiene por qué escribir como Delibes, pero digo yo que para suplir esas carencias podían echar mano de un especialista que les diera un vistazo a los paneles antes de abrir la muestra al público. Que tales negligencias dicen muy poco a favor de la obra y el legado de Doña Mari Carmen.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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