CACOS Y GITANOS
Ya le ha caído la condena
al caco de los balcones.
Menos mal, porque el verano
se asoma, y con las calores
lo de dormir por la noche
con todo bien atrancado
es para morir de asfixia
por miedo a ser asaltado.
A cuatro casas trepó
por el balcón, que se sepa,
pero en el último intento
dio con sus huesos en tierra.
Fue auxiliado por un tipo
que circulaba en su coche
y se detuvo al instante
al verlo ahí, en plena noche,
inconsciente y dolorido
sobre el duro pavimento.
También un par de vecinas
que bajaron al momento
asistieron al chaval,
llamaron a los munipas
y se ocuparon del mozo,
que tenía mala pinta.
Algún hematoma que otro
y un ojo a la virulé
y a los dos días estaba
dando por saco otra vez.
Pero las cuatro denuncias
no fueron a saco roto:
dieciocho meses le han caído,
y eso negándolo todo
y diciendo (manda huevos)
que los rasmazos y heridas
son a causa de que al pobre
le dieron una paliza.
Y que, para más narices,
se la dieron los gitanos,
y que nada de balcones
ni de robos ni de saltos.
“Los gitanos”, vaya jeta
que le está echando el gachó,
pues gitano es quien, al verlo,
paró el coche y lo auxilió.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
jueves, 22 de mayo de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario