lunes, 11 de mayo de 2020




VUELTA A LA VIDA

Esta mañana me he levantado muy temprano. Quería salir a pasear antes de que llegase la marabunta pero hoy ya estábamos los de siempre. He saludado a unos cuantos y he reñido a un señor al que no conocía de nada por escupir en el suelo. Que luego lo habrá vuelto a hacer pero yo le he reñido. Después del paseo me he vestido de calle y he salido. Mi primera salida de calle para no ir a trabajar. Sin justificantes en el bolso, que no me lo podía creer. Ha sido genial. Había gente tomando café en la terraza del Ritual y ese gesto cotidiano, de tan olvidado casi me ha hecho llorar. He ido a la farmacia de mi amiga, que estos meses no he podido porque cae lejos de mi barrio, y he estado más rato de palique que de compras. Me he llevado una mascarilla de trescientos lavados, que malo será, y una caja de guantes que lo mismo me van a servir para el coronavirus que para recoger basura del campo. Que estamos tirando mucha y además puede estar infectada. La farmacéutica me hablaba de los policías de balcón, que ahora parece que no van a dar abasto porque además se van a convertir en policías de rellano, que me los veo pegados a la mirilla y contando la gente que entra en el piso del vecino. 
Luego he ido al súper y a la herboristería, que estaba ha harta de infusiones de esas de saquito; que, como le he comentado a la dueña, donde esté meter las hierbas en la bola y echar la cantidad que quieras que se quite todo lo demás. Después, en la Plaza Nueva, me he metido a la tienda de chuches a por caramelos, que me gusta ir allí porque tienen granel y te llevas los que quieres y los puedes mezclar si son del mismo precio. Y las mozas son muy majas y a veces echas un rato con ellas cuando no hay gente. De camino a casa, me he parado a saludar a mis chicos favoritos, David y Miguel, de Letras a la Taza. Me hubiera gustado darles un abrazo, la verdad, pero no se puede, así que nos hemos puesto al día y hemos hablado de esta vida rara que comienza ahora y del futuro, que es lo que procede. Para terminar, he entrado en la frutería del barrio para coger unas alcachofas que me miraban, seductoras, desde su cajón, y ya de paso echar otra charrada con Pili, que es la repera y siempre te cuenta algo gracioso. Ya en casa, tras quitarme la mascarilla y lavarme las manos, he vaciado la bolsa de la compra, he sacado los saquitos de las hierbas aromáticas, que huelen incluso cerrados, he desenvuelto un caramelo Lindt, y mientras sentía el chocolate fundiéndose al contacto de mi paladar, he pensado, de nuevo, en lo hermosa que es la libertad.

Feliz vuelta a la vida.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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