domingo, 6 de enero de 2019




EL FIN DEL AMOR

A veces sé de alguna de esas separaciones repentinas en las que una de las partes agarra sus pertenencias y se larga mientras el otro se queda con dos palmos de narices, la cabeza gacha y preguntándose qué es lo que falló.

Y la respuesta es nada.

Nada falla y al tiempo falla todo. El amor se desgasta, la relación se agota, las discusiones se repiten... o un tercero se cuela por las grietas que han ido formándose en el afecto poco a poco. Y buscamos respuestas y culpables cuando no los hay. Y hacemos una larga lista de los defectos del otro, que de repente sacamos a la luz, exhibiéndolos ante todo el mundo, como si no tuviera cualidades. Y nos olvidamos de que, en el transcurso de los buenos tiempos, cada cual dio lo mejor de sí mismo. Pero aquello se derrumbó. Por la razón que sea. Porque las personas cambian y a menudo quien nos conviene ahora dejará de hacerlo en el futuro. Porque cada cual debe seguir su camino y en ocasiones los componentes de la pareja van adquiriendo diferentes inquietudes. Porque el ser humano evoluciona y no sería justo dejar de hacerlo por sumisión al otro. Porque el amor debe ser libre ya que de lo contrario no es amor. Y porque no ha de ser eterno. Y no se le pueden poner parches. Al menos no continuamente.

Pero tenemos miedo. Miedo a la soledad y al mundo sin el otro. A volver a empezar. A lo incierto de buscar nuevos amigos. De tener que dar explicaciones. De ir al Ikea solos y que nadie opine acerca del color de los sillones. Tenemos tanto miedo que preferimos guardar al otro en una jaula, sin voluntad ni ganas, anestesiado y gris. Y engañarnos a nosotros mismos pensando que solo es una crisis y que va a arreglarse con el tiempo.

Mas no se arreglará. Porque los sentimientos no se recuperan y las emociones escapan a nuestro control. Por mucho que intentemos someterlas se rebelan, y cuando creemos que la paz ha retornado se desata de nuevo el huracán de lo improbable. Y resurgen las dudas el cansancio, y esa constante sensación de ahogo que nos oprime el pecho cuando nos sabemos en el lugar equivocado.



#SafeCreative Mina Cb

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