sábado, 12 de enero de 2019





DONDE FUISTE FELIZ 

Parece sencillo:

Confiar en el paso del tiempo
y en la capacidad humana
para aprender de los errores cometidos...

¡Ah...!
Y en el amor:

esa luz cegadora que todo lo ilumina

y por la que Iberdrola
(de momento)
no te pasa factura.

Creer en las promesas
y en el siempre engañoso propósito de enmienda

y lanzarse
de nuevo
a la piscina

olvidando en la orilla el casco, los manguitos
y hasta las rodilleras

(que nunca se es bastante cauto a nuestra edad)

Confiar en que los años
que atemperan las personalidades más ariscas
van a obrar el milagro.

Es medio razonable:

ya se sabe...

Ayer era imposible pero hoy
seguro que funciona

porque tú eras el hombre de mi vida
y yo era la mujer
perfecta para ti...

solo que éramos jóvenes
y no era un buen momento.

Y ahí está la escalera
que lleva a lo más alto
de todo el trampolín

y abajo el agua helada
y décadas pegadas a los huesos
y esa lesión tan tonta en la rodilla
que nunca te dio guerra

hasta que los cuarentaymuchos
entraron por la puerta
igual que un elefante 
en el taller de un soplador de vidrio.

Sabes que el batacazo

solo es cuestión de tiempo.

… Pero es tan tentador.



#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario