lunes, 23 de marzo de 2015



TRES… SON MULTITUD

La verdad es que no le hizo ninguna gracia que se lo contara, para qué nos vamos a engañar. Por el papelón y porque no le apetecía ni una miaja largarse del ático con terraza en que vivían. Así que cuando él le aclaró que su intención no era la de abandonarla sino la de continuar con las dos, pero sin mentiras, ella le pidió que la dejase reflexionar un poco. Y al ponerse a meditar se acordó del tipo aquél que le tiraba los tejos en el curro pero al que no había hecho caso, en primer lugar porque estaba casada y en segundo lugar porque tenía más cara que un saco de céntimos, y lo llamó para tomar unas cañitas. Al pavo le pareció estupenda la propuesta, y allí que se fueron los dos al ático soleado para echarse un puñado de kikis en el tálamo nupcial que su legítimo había ya, seguro, compartido con la veinteañera de quien le había hablado a mediodía. Cuando él llego, ellos estaban aún tumbados en la cama, como Dios los trajo al mundo y dando cuenta de una de las botellas de Moët Chandon que el señor de la casa solía tener en la nevera para ocasiones especiales. Ella se puso en pie, contoneándose, y le tendió una copa:
-“Querido -le dijo-  he decidido aceptar tu propuesta. Este es Iñaki. Y yo también os quiero a los dos. Supongo que no te importará. Así podré entretenerme cuando tú estés con Cristina. Porque se llama Cristina, ¿no?... Jaja, tiene gracia la cosa; Iñaki y Cristina, qué casualidad...”

Lanzó la copa contra la pared, abrió el armario, sacó una mochila y la llenó a toda prisa con lo imprescindible.

-“Te haré llegar a través de mi abogado los papeles del divorcio”- aulló antes de salir dando un portazo.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen de Torrisi Anne Marie artiste peintre médiumnique

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