LO DEL TARDEO

El otro día quedé con una amiga. Habíamos acordado vernos a las siete y media pero al final me propuso adelantarlo y para las siete menos cuarto ya estábamos dándole al palique, jarra en mano. Me comentó que es que últimamente madruga mucho y quedar más tarde le viene regular. Y vamos, que yo también madrugo, pero lo de liarme a cervezas al filo de las seis y media se me antoja demasiado british. Porque claro, a las nueve de la noche estás hecha un escombro. Y acabas por coger el hábito de retirarte pronto, meterte en la cama a eso de las diez y caer como una piedra, más que nada por los efectos de las birras y la mierda de programación que hay en la tele. Porque lo de leer en esas condiciones queda descartado. El caso es, que para cuando quieres darte, cuenta ya has adoptado el hábito y luego, si sales con gente que lleva horarios más ibéricos, resulta que te vas durmiendo por las barras de los bares. Y te dicen de ir a un concierto a las doce de la noche y contestas que ni hablar, que ya tienes la manta eléctrica y al Gusyluz esperándote en la cama. Y eso, claro, manda al traste la reputación del más canalla y ya no te llaman ni para el vermú.

Pues eso. Que mecagüen el tardeo.

#SafeCreative Mina Cb