jueves, 30 de enero de 2025


 

EL DERECHO A INTERVENIR

Durante mi lejana juventud pasé cinco años en una Escuela de Artes. Lo cual no me sirvió para gran cosa, la verdad. Quiero decir que no influyó en mis designios laborales, pero sí que me aportó un cierto conocimiento acerca de la historia del arte. O sea, lo que viene siendo distinguir un arco de medio punto de un ojival o un carpanel. O saber que las agujas de la catedral de Burgos son gótico flamígero. Y de paso tener un cierto criterio estético en lo que a remodelaciones se refiere.

Y es que el turismo está haciendo estragos en el patrimonio porque, preservaciones aparte, conservar los monumentos en condiciones supone mantener lleno el cajón durante más años de los que el tiempo permitiría normalmente. Y así, mientras algunas reformas se acometen con criterios acertados y respetuosos, en otras ocasiones el autor no puede resistir la tentación de dejar la huella de su paso por la historia del edificio en forma de aberración arquitectónica. No sé si seguirá en vigor una norma que especificaba que las reformas de los edificios históricos habían de tener alguna característica que permitiera diferenciar la parte antigua de la remodelada y al amparo de la cual algunos arquitectos se despacharon a gusto añadiendo metal y vidrio a construcciones medievales mientras que otros, más discretos, recreaban a tamaño real las maquetas del legendario Exin Castillos.

Pero todo este rollo que os estoy metiendo viene a cuento del toldo de la Magdalena. Que a lo mejor hay que preservar la piedra o a lo mejor no. Porque igual hay que dejar que se deteriore, si es eso lo que debe suceder, en lugar de colocarle un aparatoso avance que convierte al templo en una especie de inmensa tienda de campaña. No sé yo lo que va a pensar Santa Ana cuando el día veintiséis la pasen por delante de tan espantoso añadido. A lo peor se enrabieta y se alía con su madre, que es al fin la inquilina del inmueble afectado, y le piden al hacedor que mande una tormenta eléctrica en la que un rayo divino convierta en cenizas a esa malhallada pérgola.

En fin… que Dios dirá.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Chema de la Osa

No hay comentarios:

Publicar un comentario