COSAS QUE PASAN EN LAS PUERTAS DE LOS BARES

Tengo una amiga de esas que (casi) siempre llegan tarde, o sea que aunque tú te retrases un cuarto de hora te tocará esperar, y es por ello por lo que me estoy convirtiendo en una experta contertulia de las puertas de los bares. Porque es ahí donde te quedas cuando estás esperando, sobre todo si es sábado y hay gente. Quiero decir que entre semana buscas un rinconcito donde aguardar mientras miras el móvil o el periódico o hablas con el camarero si es que lo conoces. Pero si la barra está a reventar como que te parece mal quedarte ahí, ocupando un sitio precioso para que el garito haga cajón y te escurres como puedes hasta llegar a la puerta, conde te quedas, cual cariátide, bien pegadita al dintel.

Y es entonces cuando empieza a suceder. Quiero decir que comienza a entrar y salir gente que se queda parada junto a ti mientras espera a la cuadrilla y surgen conversaciones de lo más variadas. Incluso hay quien te ofrece una segunda caña (esperando a mi amiga es fácil acabarse la primera) o un cacho de torrezno con una rebanada de pan. O te pregunta si has visto a no sé quién, o te propone que le escribas algo al casta del abanico, que anda por ahí en plan Locomía sacudiendo las varillas con más empaque que la Lola Flores. O te tropiezas con ese conocido que sólo te saluda cuando va mamáo y al que de repente empiezan a salirle brazos por todas partes y tú ya no puedes pegarte más al marco porque aún encima sabes que su novia no anda lejos. O llegan los de la despedida de soltero envueltos en papel higiénico y con el novio vestido de Tutankamón y te dan el móvil para que les hagas una foto mientras cantan el “Si te ha pilláo la vaca jódete”, que pega mucho con la egiptología. O incluso en un momento dado, cuando ya estás tan a gusto haciendo de Cleopatra, que hasta te han improvisado un cetro con un corcho de cava y un palillo de brocheta, hasta llega tu amiga con las chicas de la despedida de la novia, que la habían liao por el camino.

#SafeCreative Mina Cb
Dedicado a Matilde. Gracias.