lunes, 9 de marzo de 2020




SOBLA Y LORRACHA

Aunque ya se haya pasado
el día de la mujer
no quiero que se me escape
algo de lo que no hablé.

Es ese eslogan tan fino
que dice “sola y borracha
(ambas cosas respetables)
quiero yo llegar a casa.

Y no cabe duda alguna
de que es cierto que no deben 
acosar a una mujer
si va por ahí haciendo eses

o si va sola de noche
por un callejón oscuro
y además, con un pedal
de padre y muy señor suyo.

Desde luego que razón
no le falta al ministerio,
pero me da que esta vez
se han pasado varios pueblos.

Porque si las feministas
no teníamos bastante
con lidiar con esa fama
de marimachos y cafres

y estábamos, ya era hora
metiendo en la cabecita
del mundo que es compatible
feminista y femenina

ahora, y con la frasecita
de la citada campaña
hemos quedado (a mi juicio)
como un hatajo de zafias.

A veeeer... señora ministra:
que el súmmum del albedrío
no es llegar a casa sola
y con un ciego supino

(aunque pueda darse el caso
-que me ha llegado a pasar
hasta el punto de ir tras mío
un guardia municipal-)

sino hacer lo que una quiere
sin que nadie se lo impida
o aproveche la ocasión
para arrancarle la liga.

Pero me da, a mí que soy
un poco mujer de letras
que el mismo mensaje puede
lanzarse de otra manera.

Porque si estamos pidiendo
a los hombres corrección
seamos también correctas,
que cuesta poco... ¡Copón!

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: María Parra

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