miércoles, 10 de abril de 2019




CAMPAÑA SOBRE CAMPAÑA

Ha llegado la hora. Y por partida doble además. Que, si os voy a decir la verdad, ni las fechas me sé. Lo único que sé es que empieza la campaña. Y que va a ser doble. O no, cuádruple. O quíntuple, que me parece que entran también las europeas. Y a mí me sobra, la verdad, porque tengo clarito por dónde voy a ir. En las cinco. Me da igual lo que me cuenten los unos o los otros porque todos mienten. Y cuando digo todos digo todos. Incluso los que dicen la verdad, puesto que saben que no les van a permitir hacer lo que prometen. Los empresarios y la banca y el gobierno de Bruselas. Todos están vendidos. Sin excepción. Lo que pasa es que unos mienten con alevosía y otros con inocencia. Pero todos mienten. Así que yo procuro tirar hacia los inocentes. Cuando tiro, que a veces paso de todo y no voto a ninguno, que se jodan. O voto en blanco, que es esa cosa que más de la cuarta parte del censo no sabe lo que es porque lo confunden con la abstención. Y no es lo mismo. Abstenerse es no ir y votar en blanco es ir con el sobre vacío y así decirles que ninguno te convence. Que quieres votar pero a no a ellos. A ninguno. Que yo siempre he dicho que esto del sistema electoral está mal hecho. Que vale lo de la lista más votada, pero que deberían contabilizar el voto en blanco y la abstención. Y que si superaban a la lista más votada pues atomarporculo. Se repiten las elecciones y ya está. Pero que lo financien los partidos. Y que pongan en las mesas a parados y no les arruinen el domingo a los currelas. A parados o a gente subvencionada, que no hay poca. Que se reconvoquen los comicios y a ver. Y si vuelve a pasar los mismo pues se repiten otra vez. Y así hasta el infinito. Entonces no les quedaría otra que espabilar. Porque resulta que en España no se vota al más bueno. No. Se vota al menos malo. Al que te da la sensación de que va a robarte menos. Porque das por sentado que robar, roban todos. Que parece que no entran más que a eso. Y luego lo de la estabilidad de los emolumentos. Que cuando se les acaba el chollo les queda una paguita que te rilas. Lo mismo que la que me va a quedar a mí. Y si han tenido cargos importantes les ofrecen la presidencia de alguna compañía de las que nos rascan el bolsillo. Que así de cara está la luz. En vez de irse a su casa con lo puesto y volver al ejercicio de su antigua actividad, se quedan con la mensualidad por los “servicios prestados” (hay que fastidiarse) más las perras de la presidencia de la compañía. Y luego las entrevistas y las conferencias y lo que chorrea. Que cuando la palman se les tienen que poner a los herederos los ojos como platos mientras al resto así nos va. Que ya no nos quedan agujeros en el cinturón. Que estamos manteniendo a todos los gobiernos desde que se murió el caudillo. Y a los de la casa real, que parecían tan honrados y al final también le han cogido gusto a lo del trinque. Y es que a los gobernantes españoles les pasa como a Spiderman:

Que es ponerse el traje y transformarse.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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