miércoles, 21 de febrero de 2018

 



LOS SINGLES

Hay un montón de mitos con respecto al mundo de las personas separadas.

En primer lugar, cuando acabas de romper con tu pareja hay una fase en la que todo el mundo intenta buscarte otra. No les cabe en la cabeza que hayas acabado tan harta del asunto que no quieras ni oír hablar de ello.
Dicho momento coincide, además, con la época que pasas en casa de tus padres.
Sí, porque si eres tú quien decide romper (y olvidémonos del falso mito de la ruptura por mutuo acuerdo, porque eso es como el orgasmo simultáneo: no existe), la única forma de que el otro se dé cuenta de que la cosa va en serio es dejar el piso.

Y volver a casa de tus padres, que, lo primero que hacen es mirarte de arriba abajo y decirte: “Tienes que engordar 5 kilos”.
Y se ponen a ello desde la primera comida.
A eso y a decirte que puedes pasar en casa todo el tiempo que quieras, eso sí, siempre que no te dediques a poner la música alta, a ver el Hormiguero o a llevar amigotes.
O sea, comer y trabajar.
Eso tus padres. Tus conocidos empiezan a decirte que lo que tienes que hacer es echarte novio, que un clavo saca otro clavo y blablablá.
Paralelamente a ello, inicias la más dura de las etapas: la búsqueda de un piso que puedas pagar tú sola y que no esté para servir de plató al Bricomanía.

Por fin encuentras tu piso y se inicia la apasionante aventura de la vida en solitario.
El primero en agradecerlo es tu estómago, un poco saturado de las pochas con albóndigas y menudillos de cordero de tu madre.
Los segundos son tus nuevos vecinos, porque ha llegado alguien con quien compartir la limpieza de la escalera. Y la tercera la grúa municipal, que se lleva tu coche a los dos días de haber llegado por aparcarlo en zona reservada sin tener tarjeta de residente.
Luego van empezando los descubrimientos. Uno de los más agradables es lo grande que es la cama. Otro que tienes que hacer la mitad de lavadoras, que el baño se ensucia menos, que el dinero para la compra cunde el doble…
Por otra parte, el sueldo te dura la mitad, cuando te duermes en el sofá nadie te pega un codazo, la noche que no tienes hambre nadie te pregunta por qué no vas a cenar…. Y cuando te pones a dieta no te pasan bajo las narices un bocadillo de jamón.

Claro que hay grandes inconvenientes. Por ejemplo, si un día llegas a casa del trabajo con un cabreo del copón y tienes pareja, puedes abrir la puerta y, al comprobar que él está tirado en el sofá viendo un mitin del Rajoy y todavía no ha sacado la basura, le puedes montar una bronca del quince, con lo cual, aparte de descargar tu malhumor y sentirte muchísimo mejor (los remordimientos vienen más tarde, pero hay que aprender a disfrutar del momento), consigues:
1-Que quite la tele y así puedas ponerte el Hormiguero
2- Que baje la basura y así no tengas que volver tú a la calle, donde hacía un frío del carajo y
3- Que se quite un rato de en medio, porque hoy no estás para nadie.

Sin embargo, si llegas un día cabreada del trabajo, abres la puerta y lo único que encuentras es un animalejo que está tirado en el sofá y que salta inmediatamente a tus pies, se te enrosca en los pantalones y grita “guaaaaooo”…. ¿Qué haces? A alguien que te recibe con esa actitud no puedes gritarle. Y aún encima tienes que tirar la basura.

En fin. Que no es tan excitante como muchos piensan eso de vivir solo.
Sí. Porque luego, además, todo el mundo te dice que los solteros ligamos un montón.
¿Pero cuándo? ¡Si con un sueldo no alcanza y tienes que pluriemplearte…! Y cuando al fin llega el fin de semana, y eso en caso de que no los aproveches para servir copas en un bar, no te quedan fuerzas para nada.
Y es que existe la leyenda negra de que los que vivimos solos nos pasamos el domingo recogiendo la basura de las fiestas, organizando las bragas y los calzoncillos que nos hemos encontrado por el suelo y poniéndonos como el tenazas de marisco en casa de la madre cuando lo que en realidad hacemos es llenar lavadoras, pasar el aspirador, preparar comida para toda la semana y dar un paseo por el parque con el perro.

Aunque vuestros amigos solteros os juren lo contrario.

#SafeCreative Mina Cb

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