lunes, 26 de febrero de 2018

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¡¿DE COBARDES?!

No sé cómo hay quien puede decir que correr es de cobardes porque yo, la verdad, he visto gente ingresada en plantas de medicina interna de hospitales con mejor aspecto.

¿Cómo se empieza con esto, pordiosss? ¿Es responsabilidad de la familia? ¿De la sociedad? ¿Del sistema educativo? ¿Del culto al cuerpo? ¿De los profesores de gimnasia? ¿De un trauma infantil? Porque esto no es ni normal ni de recibo, dada la evolución. Que vale que hubo un tiempo en que correr era necesario, en la Edad de las Cavernas, cuando se iba a la caza del bisonte y si el bicho se mosqueaba pues había que salir por patas. O en épocas de guerras y catástrofes... ¿pero ahora? Que alguien me explique qué sacan corriendo. Así quiero decir. Con ese desafuero y esa desesperación. Y esa angustia en la cara, que a algunos dan ganas de echarles un cubo de agua por encima y luego llevártelos a casa, ponerles una olla de cocido y después meterlos en la cama hasta el día siguiente.

Y es que eso no puede ser bueno para la salud. Porque si lo fuera no tendrían ese aspecto. Ni necesitarían llevar tanto artilugio, que algunos parecen conejillos de indias de la Nasa. Que van con la cinta en el pelo, la tirita en la nariz, la banda con el contador de pulsaciones y el móvil enganchados del antebrazo y luego la barba de hipster o las melenas heavys... que no les pegan nada con tanto perifollo, la verdad. Tanta ingeniería deportiva y luego lo joden todo desaerodinamizando el conjunto con los pelos. Si uno se coloca todo eso ya puestos se afeita hasta la pelusilla del ombligo. Que ya vale de tanta tontería.

Pero a lo que voy, que me despisto. Que no puede ser bueno. Y no solo por el aspecto desmadejado y sudoroso, sino por la respiración. Que hay algunos que jadean de un modo que cualquiera diría que están a punto de alcanzar el orgasmo mientras se la cogen con una llave de perro. Que como los lleves detrás, y según por donde vayas, los puedes confundir con un maníaco y llevarte un susto de muerte. Y a mí, si me caigo redonda, que ni se le ocurra hacerme el boca a boca. Prefiero dormir cien años, como la del cuento, y despertarme cuando ya no esté el Rajoy. Aunque quien me dé el beso sea una de las hijas de la Leti. Pero de que me toque un tío de esos nada. Que lo mismo me pega el vicio y eso tiene que ser muy malo. Que luego dicen de los que hacen puenting o se tiran en paracaídas. Pero al menos esos, al llegar a tierra, gritan de emoción y no se trincan de golpe un litro de agua y luego caen al suelo como fardos que es lo que hacen los korrikolaris.

Que no, que no...

Que eso no puede ser bueno.

#SafeCreative Mina Cb

2 comentarios:

  1. Soy maratoniana, y sé de buena tinta que te falta algo ahí por poner. El léxico ininteligible que usamos que parecemos una panda de mermados mentales, y la poca vida social que hacemos con personas NORMALES.
    Menos mal que yo me estoy reinsertando en la sociedad, estoy dejando esa droga del "objetivo", ya corro solo por salud, por mantenerme ágil, porque sé que si dejo de hacer deporte me volveré insoportable y me deprimiré. Es curioso también hacer mucho deporte me volvió insoportable y depresiva, entrenar para el maraton fue toda una experiencia, mala experiencia. Mereció la pena para vivir y correr esa prueba, pero dudo que lo vuelva a hacer.

    No, no puede ser bueno.

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  2. Yo tengo el vicio de caminar y te entiendo. El ejercico al aire libre es medicina para el cerebro. Yo, de no ser por la escritura y los paseos, me haría francotiradora. Un saludo.

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