jueves, 16 de abril de 2015



METÁFORAS URBANAS

Ya no sólo los hombres;
ya incluso las paredes se rebelan, furibundas,
hartas de este sistema envenenado,
de este denso maremágnum de mentiras,
de manipulaciones y de miedos
que va apretando sogas y achicando mañanas,
empequeñeciendo las vidas anónimas
de todos aquellos
que contribuimos sin chistar a mantener este embuste,
esta estúpida farsa,
este sólido y bien tramado lienzo
que, de puro pintar sobre lo antiguo
se ha convertido en un pastiche burdo e infumable
que nos siguen vendiendo
y por el que seguimos pagando,
cada cuatro años,
con nuestras irreflexivas papeletas.

Ya vomitan los muros el hartazgo
desde las sucias calles,
ya no soportan más tanta desidia,
tanto bandido, tanto indeseable,
tanto miedo infundado,
tanto mirar hacia otro lado para no mostrar la realidad desnuda…
ese futuro tétrico, tiránico, maldito
que nos espera, si no vamos poniéndonos las pilas,
más temprano que tarde;
ese gris porvenir que nos va persiguiendo
desde hace algunos años
(no diré cuántos, que cada cual haga sus cuentas)
y que va a terminar por darnos caza.

Ya gritan las fachadas, agoreras
vaticinando el fin de este convite,
de esta fiesta salvaje, de esta orgía sin freno
a la que fuimos invitados hace tiempo
y en la que nos sumergimos como bestias:
sexo y alcohol, placeres sin medida
como si el mundo fuera una línea recta, virtual e inacabable
y esto fuese infinito
(“esto” es el hombre, el cielo, los planetas…
la honestidad consigo mismo y con los otros)
y como si nosotros, ególatras mortales,
los putos amos de este mundo al que damos en llamar “civilizado”
fuésemos intocables
y este nirvana fuera a ser eterno.

Ya lo escupen las tapias encaladas,
rugen, furiosas,
intentando abatir sus puertas tabicadas.
Y nosotros mirando hacia otro lado…

#SafeCreative Mina Cb

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