jueves, 9 de abril de 2015



ALTIBAJOS

Querida mía:

Por la presente te comunico que me tienes harto. Es más, que ya no te soporto. Que estoy hasta el gorro y más arriba de tus vaivenes y tus altibajos. Y que no hay quien te entienda. Que por la mañana dices una cosa, a mediodía otra y por la noche otra distinta. Y que raras veces dices la verdad. Y yo ya no sé si eres tú o soy yo… La verdad, no lo sé. Porque no hay quien se... aclare: cuando pienso que vas a ser benevolente me das un sobresalto… y cuando ya he tirado la toalla y me he rendido a la evidencia creyendo que todo está perdido… ¡zas! me coloco sobre ti y me haces sentir ligero como el viento. Feliz y renovado. Como un chiquillo casi. Y entonces me confío y te perdono, y pienso que al fin voy por el buen camino, menos mal, después de tanto sacrificio. Pero es sólo un espejismo, pues al cabo, cuando vuelvo a encontrarme con tu gélido visor parpadeante y tu atiplada voz anunciándome “Ha ganado 200 gramos” me entran ganas de pegarte un hachazo y ver cómo tu plástica anatomía se quiebra y se desgaja, y tus circuitos salen despedidos, liberándome por fin y para siempre de esta tiranía a la que mi dietista me tiene sometido desde que a mi novia le ha dado por ponerse minifalda.

#SafeCreative Mina Cb

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