lunes, 15 de diciembre de 2014



COMO BEATLE SIN GUITARRA
(viviendo en stand by)

Tuve una vez un novio hiperactivo: uno de esos tipos que son como los tiburones, esto es, que no pueden estar un momento sin moverse y que se emperran en pasar el día yendo de acá para allá, haciendo una y mil cosas sin dedicarse a ninguna en cuerpo y alma y empeñándose en que la vida está hecha para disfrutarla a saltos y a carreras, y que eso de estar un domingo entero sin pegarle un palo al agua es una pérdida de tiempo irreparable que uno lamentará sin duda en el momento en que llegue al asilo y lo acomoden para siempre en un sillón rodante. Eso, claro está, siempre y cuando esté en condiciones de ser consciente de su estado de salud.

Pues eso. Y al final lo que pasa es que te acabas sintiendo culpable de tu debilidad y terminas con un estrés acojonante, porque el día que tú dedicarías a descansar has de emplearlo en disfrutar de la vida, en vivir a tope, en programar un sinfín de actividades que te hagan acostarte reventado y satisfecho, convencido de haber rentabilizado tu tiempo libre de la misma manera que lo haces con tu jornada laboral. Y así llegas al lunes hecho un asco, pero eso sí, siendo la envidia de tus compis cuando les cuentas todo lo que has hecho durante el finde, cosa que les hace sentirse unos mierdecillas que sólo son capaces, a lo sumo, de montar una cena con los amigos el sábado a la noche. Y de este modo, ellos sueñan tu vida y tú sueñas la de ellos. Porque la verdad, darías un ojo de la cara por pasar un fin de semana descansando. Sobre todo en invierno, que es cuando menos apetece andar de un lado a otro haciendo fotos y jodiéndose de frío.

Y es que, no nos engañemos, queridos míos. Por mucho que los novios hiperactivos y los programas de aventura de la tele nos quieran convencer de lo contrario, donde mejor se está un domingo de diciembre es en casita, en bata y zapatillas, haciendo cráteres en el asiento del sofá, quemando incienso y sin pensar en nada, en plan beatle sin guitarra, all you need is nothing, o llenando la bañera y sumergiéndose en ella hasta que los dedos se arruguen como pasas, vegetando dulcemente y sin ningún remordimiento, dándole por saco al carpe diem y sin pensar en el asilo. Ni en el lunes. Ni en el martes.

Viviendo en “stand by”.

#SafeCreative Mina Cb

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