Y EN EL
CAJÓN, LAS FOTOS
Miro a
través de tu ventana,
de la
estrecha mirilla,
del ojo
acristalado y que todo distorsiona,
del
resquicio que ha quedado
en la
oquedad de tu vida…
Y me
remonto al origen,
al
principio del fin…
cuando
comenzó esa mierda,
esa
miseria,
esa
lamentable peregrinación
de lo
malo a lo peor
que
poco a poco
convirtió
nuestra existencia
en ese
despropósito infumable
que nos
abocó, por fin, al borde del abismo
Mentiras
a puñados, a litros, a mechones,
montañas
de mentiras,
palabras
engañosas,
mensajes
fraudulentos…
Embustes
despiadados
henchidos
de venganza…
Patéticos
inventos, excusas sin sentido…
Desdén
e indiferencia, veneno entre los dientes,
palabras
como dardos,
saetas
afiladas, urentes como ortigas…
Silencios
como nubes oscuras de tormenta,
negros,
densos y turbios, húmedos como el moho,
mil
veces más hirientes que un millón de reproches…
Y yo
mirando al sur y tú mirando al norte
y
hablando a las paredes en idiomas distintos…
Y en el
cajón, las fotos…
y en la
memoria a veces
un
fugaz parpadeo de ese ayer tan lejano, de ese ayer tan difuso…
de esos
días pasados, mis ojos en tus ojos,
de
aquella prehistoria en que tú y yo nos amamos.
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