domingo, 12 de abril de 2020




SEÑALES

Me ha dado pena el chiquillo
que se ha quedado este año
sin salir desde el templete
de la maroma colgando.

No tiene la criatura
culpa de que el ser humano
sea un caín en potencia
ni de que se esté cargando

los recursos naturales
sin pensar... el muy insensato
que no hay acción que no tenga
efectos a largo plazo.

Yo no sé si el virus este
habrá salido de un frasco, 
como dicen, y es un arma
que alguien está utilizando,

o es más bien la mutación
de un germen descafeinado
que se ha vuelto, y a saber
por qué y cuándo, más malsano.

Pero el caso es que, ya veis:
un planeta confinado,
vulnerable, improductivo,
y puede que hasta arruinado

por un microbio invisible
para el que, tanto soldado,
tanto tanque y tanto avión,
tanto dinero gastado

no sirven... pues no hay vacuna
ni tratamiento adecuado
capaz de garantizar
que nuestra especie esté a salvo.

Yo, que no soy de complots
creo que este virus raro
nos lo ha enviado Natura
para que le hagamos caso:

Es una especie de toque
de atención que, o escuchamos
y empezamos a tratarla
con exquisito cuidado

o, me temo que nos manda
el día menos pensado
una plaga más letal...
y a la mierda que nos vamos.

De momento, me consuela
saber que al menos este año
no comerán en los sotos
esa hatajo de marranos

que dejaban, al marcharse
los campos hechos un asco
de botellas, de papeles
y de bolsitas de plástico.

Que me imagino a las bestias
y a los árboles, brindando,
mientras dicen: “Ojalá
no vuelvan nunca esos guarros”.

#SafeCreative Mina Cb

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