lunes, 25 de febrero de 2019




ENTRE PARÉNTESIS

Podría quejarme todo el tiempo.

Ser realista y empezar

(cada vez que me levanto del sofá
y siento cómo mis rodillas chirrían y se quejan,
entumecidas y dolientes)

a mascullar que la vida es una mierda
y que cualquier tiempo pasado

(incluyendo esa turbulenta adolescencia
en que me miraba con asco en los espejos
y me hubiera pegado dos tiros de saber
todos lo que me esperaba antes de llegar
a ese punto en el que todo te la trae al fresco)

fue mejor.



Inma

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