lunes, 25 de abril de 2016



PECADO DE AUSENCIA

Me estoy convirtiendo en una adicta
al pecado de ausencia.

 Lo descubrí en la juventud.
Por aquel entonces lo practicaba muy de vez en cuando
y siempre acompañada por la angustia
y los remordimientos de conciencia.

Pero, conforme pasa el tiempo
y me voy dando cuenta de la fugacidad de la vida
y de la importancia de no desperdiciar el más mínimo instante
me estoy convirtiendo en una reincidente
sin ninguna posibilidad
(peor aún, propósito)
de enmienda.

En el último mes
he desasistido
a, al menos,
dos exposiciones,
una charla,
la presentación de un libro
y el concierto del grupo del hijo de una amiga
que toca como el culo.

El otro día fui no invitada a una boda
de estas íntimas
y me pareció perfecto
(ahí estáis vosotros, les dije, con un par)
y creo que en breve
voy a no apuntarme a una cena,
aun sabiendo que me va a caer un chaparrón,
porque no me apetece ni un poco el asistir.

En fin… y a lo que vamos:
que peco de ausencia
y no pienso pedir la absolución.

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario