viernes, 11 de octubre de 2019




¿BAÑO O DUCHA?

Creo que con lo de la ducha y el baño pasa un poco como con el Nesquik y el Colacao, que a una mala te vale cualquiera pero de normal, el pasarse a uno si eres del otro es una especie de vaderetrosatanás.
Y es que, ya partiendo de la base de que todos somos gente limpia, lo del baño o la ducha te define un poco ante los demás. Yo tengo una amiga que llena la bañera, se pone velas y música, se lleva un libro y, seguro que de ser fumadora, hasta se echaría un Faria durante el tiempo que invierte en el ritual. Claro que a ella no le pasa como a mí, que soy de carácter inmediato y que, además, no tengo bañera. Lo cual es muy bueno porque no me puedo ahogar, que es algo que siempre me ha dado mucho miedo. Yo es que veo esas películas con tipas rodeadas de espuma y me pregunto, ¿Y si
ahora les pega un subidón el martini y se desmayan? ¿O si se les corta la digestión o lo que sea? O les da una bajada de tensión del vaporcillo... no sé, mil cosas que te pueden suceder... Te escurres hacia abajo y zas, con las burbujas no te ven y te descubren al día siguiente cuando llega la asistenta. Para el que la tenga, que como no es mi caso, las sospechas se levantarían cuando no acudiese al trabajo y, entre que consiguen dar con mi madre, que no tiene fijo y no sé para qué coño lleva el móvil, le dicen que si sabe algo de mí, va a casa (que está siempre por ahí), coge mis llaves, va a mi piso y empieza a dar vueltas sin encontrarme y al final pregunta a los vecinos y el del tercero, que es un sabueso, le quita el tapón a la bañera pues ya estoy yo que no hay quien me reanime. Y luego el riesgo de que te dé una crisis y te quieras cortar las venas, vaya incomodidad, de pie, detrás de la mampara, con la sangre escurriéndose por el desagüe y desvaneciéndote en plan Pepe Viyuela, sin el espacio suficiente como para languidecer con dignidad... Que no, que no, que prefiero la ducha, sobre todo por la noche, cuando ya te has quitado de encima todos los marrones y dejas que los malos rollos se deslicen rumbo al sumidero mientras, ahora que llega el frío, los cristales se empañan y el cuerpo se destensa y se prepara para el merecido descanso. Yo, al menos, no conozco sensación más placentera. Aunque desde que vi “Psicosis” me ha podido el instinto de supervivencia y he dejado de lavarme.

Será por eso que mis amigos me rehuyen.

#SafeCreative Mina Cb

No hay comentarios:

Publicar un comentario