lunes, 14 de noviembre de 2016

 


 CARONTE

Trastea. Va y viene. Apura el cigarro y consulta la hora en el reloj de su muñeca. Las gentes observan, impacientes, a la espera de que el hacedor de los milagros se arrime a la bestia e introduzca tesoros en sus tripas. Al fin se aproxima, las llaves tintineando, se coloca ante el monstruo y comprueba la identidad de los usuarios, que van siendo engullidos, uno tras otro, por las fauces del rodante habitáculo.

#SafeCreative Mina Cb

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