lunes, 23 de noviembre de 2015



TORMENTA DE VERANO

Un subidón de serotonina,
un aluvión de mensajes,
un te quiero un tanto prematuro,
un mar de promesas al tuntún,
un montón de proyectos,
un millón de horas hablando de ti mismo.

Una sola frase:
“Deja que hable yo también”

Un parón en el aire,
un descenso en picado,
un silencio intrigante,
un cúmulo de excusas,
un adiós que te tuve que arrancar casi a la fuerza.

Y al fin, una canción que me escribiste
y en la que, en vez de el mío,
mencionabas el nombre de tu perro.

Eso fue nuestro amor.

#SafeCreative Mina Cb

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