BUENA GENTE

Me levanto mucho antes de lo que quisiera para intentar apañar un trámite administrativo antes de ir al curro. Ya hace calor y cuando llego a la oficina, al trote tras un diálogo de besugos con el expendedor de números de Correos, que ha decidido volverse loco para mí, me encuentro gente esperando ante la puerta del local aún cerrado. No me gusta la figura del jeta profesional que se salta las colas por sistema. Me enfrento a diario con ella en el trabajo y me supera, la verdad. Por eso me lo pienso mucho. Pero he madrugado para esto: para poner a prueba la bondad humana. De modo que me acerco al grupo de chavales y pregunto. Tienen hora antes que yo. Todos. Van a realizar el mismo trámite y me da que pidieron la cita al mismo tiempo. Entre las diligencias y los tranquilamente diez minutos de trayecto no llego al tajo a tiempo ni de coña. Les explico lo que hay. Les digo si no les importaría dejarme pasar la primera que tengo que fichar y blablablá. Que andamos como tres en un zapato y no quiero retrasarme. Me dicen que de acuerdo. Todos. Sin dudarlo. Les doy las gracias un millón de veces, entonces y cuando ya he terminado la gestión. Salgo pitando, sonriendo y pensando que hoy no puede pasarme nada malo, y que ojalá a ellos hoy les suceda algo tan hermoso que lo recuerden durante el resto de sus vidas.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb