SIETE

No tiene la culpa el lunes
de ser un día maldito.
Le tocó ser el primero
por azares del destino.

Ni el martes compró boletos
para que la mala suerte
le persiga por sistema
cuando le toca ser trece.

Ni eligió el miércoles ser
esa especie de jamón
que se halla en mitad de un sándwich
al que nunca se apuntó.

Quiso el azar, sin embrago
que el jueves se convirtiera
con el juevincho, en el viernes
de la semana moderna

y que pasase así el viernes
sin llegar a ser un sábado
en tener la aceptación
que tiene un día feriado

y que así llegase el sábado
a mutar, quién sabe cómo,
en ese ambigú festivo
en que la peña da todo

y que convierte al domingo
en el malo de la saga.
Si los cuentas y son siete
ya has fundido la semana.

#SafeCreative Mina Cb