viernes, 4 de abril de 2025


 

VEINTICUATRO HORAS

Amaneces con la confirmación radiofónica de la declaración de guerra arancelaria por parte del chérif del planeta. Que no es más que un suma y sigue porque el día de ayer acabó peor que regular. Las peras que sacaste de la nevera para el desayuno tienen más parte podrida que comestible y te acuerdas de ese reportaje que enseñaba la putrefacción al microscopio y van a la basura, que hay amaneceres que es mejor no tentar a la suerte. Así que desayunas otra cosa. Piña no, que a veces te sienta mal y no está el horno para bollos. Te echas a la calle y amenaza lluvia. La borrasca nueva, que no se las que van. Y cuando llegas al curro hay un marrón de mil narices que te termina de tumbar el ánimo. Sales y jarrea. Te vas a dar una vuelta a ver si se te pasa el mal humor y de pronto te das cuenta de que debes de tener un agujero en la suela de la bota. Y con razón, porque ese par es de antes del covid. Llegas a casa, te sientas a escribir y quemas la comida. Lo cual tampoco es una novedad. Tras la ingesta de las lentejas churruscadas intentas descabezar un sueñecito pero los últimos acontecimientos personales (a lo de Trump ya te has acostumbrado) te tienen la cabeza en modo centrifugadora, de modo que coges el libro que empezaste ayer y entonces sí, te duermes. Y te despiertas con el tiempo justo para llegar al compromiso que tienes esta tarde, que ya está negra la gente que te espera. Tratas de concentrarte en lo que estás, sales más o menos airosa y al activar el móvil tras el evento te encuentras varios mensajes de tu ex, ese que vuelve a dar porculo de vez en cuando. Que hoy toca porque hay alineación planetaria. Dudas si contestarle o no y al final le mandas una frase lapidaria y lo bloqueas. Por todas partes. Y te acercas a lo viejo a echarte una cerveza pero resulta que hoy, precisamente, no te encuentras con nadie. Y sigue jarreando. Y entonces decides irte a casa, te acuerdas de que es jueves y reparas en que van a dar las nueve y hace veinticuatro horas que la primera pequeña catástrofe se desató. Y que seguro que la maldición ha caducado. Así que pones la tele en el canal ese donde dan el sorteo de la primitiva.

Porque a ver, algo tiene que salirte bien por fin.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb 

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