lunes, 9 de septiembre de 2024


 

UN BARRIO EN ALERTA
(el ladrón de los balcones)

Agosto. Noche tórrida. Sueño profundo. Cinco menos cuarto más o menos. Dos o tres golpes. Como una pelota rebotando sobre el escritorio. Estoy desnuda. Abro los ojos. El balcón del salón cae justo en frente de mi cama. A través de la luz verde que proyecta la cortina veo a un hombre.

En mi casa.

Un desconocido.

No sé quién es. Ha entrado por el balcón. Es obvio. Es lo único obvio. Eso y que lo tengo en casa. Y que no tengo ni puta idea de a lo que me enfrento. No sé si es violento. No sé si va armado. No sé si se conformará con llevarse lo que pille. No sé si me atacará.

No sé nada.

Solo que está en mi casa.

En MI casa.

En esa casa que sigo pagando religiosamente currando once meses al año de lunes a sábado. En esa casa que es mi refugio. El lugar donde río y donde lloro. El sitio donde amo. Donde bailo descalza. Donde hago cacas con la puerta del baño abierta.

Mi puta casa. Con el puto balcón abierto una noche de agosto. Porque si no me ahogo.

Todo esto pasa por mi cabeza en una fracción de segundo. No me da tiempo ni para tener miedo. Solo sé que está en casa. Que no sé quién es y que quiero que se vaya.

¿QUÉ HACES AQUÍ?

El grito me sale desde dentro. No soy consciente hasta que yo misma me escucho. Veo que se gira y escapa entre la cortina.

¡¡LARGO DE AQUÍ!!

Veo que se encarama a la barandilla del balcón y salta.

Y ya.

Me siento en la cama, la espalda apoyada en el cabecero y un cojín sobre el pecho. Lo abrazo, pegado al corazón, hasta que este recupera su latido habitual.

Se ha ido.

Y eso es lo único que importa.

Aunque nada va a volver a ser igual.

#SafeCreative Mina Cb 

No hay comentarios:

Publicar un comentario