HEREDA Y VENCERÁS

Quiero cobrar una herencia 

de mi padre y de mi madre 

y desde el primer momento 

todo son dificultades.

La cosa parece simple 

o debería de serlo 

si el difunto, al fallecer, 

ha dejado testamento.

Pero cuando uno se mete 

con el tema de la herencia 

o más tarde o más temprano 

se te acaba la paciencia:

Empiezas con el notario 

y sus citas bien pagadas 

que, antes de que veas un duro, 

te la clava bien clavada.

Luego, una vez que te llaman

para darte los papeles, 

te vas con ellos al banco 

y arranca la teleserie. 

Porque si hay un hijo sólo

puede que sea sencillo,

pero de haber dos o más 

es un auténtico lío. 

Sobre todo si te mandan 

a un servidor de Internet 

y eres, como en nuestro caso, 

un zote en temas de red. 

Porque empieza justo entonces 

un trasiego de mensajes 

que hacen se pase el tiempo 

y que la cosa no avance 

y que te acuerdes veces 

(y juro no exagerar) 

de la parte contratante

de la peli de los Marx, 

que cuantos más documentos 

te piden y tú les mandas, 

más documentos te dicen 

a continuación que faltan. 

Y luego, como ahora todo 

se hace mediante un robot, 

si llamas para aclararlo 

te sale C3PO 

y te larga su discurso 

con voz enlatada y rota 

y te deja como antes, 

que no entendías ni jota. 

Me da a mí que ésta mandanga 

tan lenta y tan farragosa 

es una excusa del banco 

para no soltar la mosca. 

Que dicen: “Vamos a ver 

si se pasa pronto el plazo 

y nos quedamos las perras 

de esta pandilla de incautos.”

Y hacen que al final te sientas 

como en un reality show, 

esperando que alguien llegue 

y diga de pronto: “¡Acción!”

O como en algún concurso 

de esos que, al pasar las pruebas, 

cuando ya no puedes más 

y vas con la lengua fuera

aparece el Jordi Hurtado

con dos o tres azafatas

que te entregan TU dinero...

¡Y aún tienes que dar las gracias!

#SafeCreative Mina Cb