Lleva un tiempo 
recolocar los muebles en el alma. 

Hay mucho que tirar 
porque nos hemos habituado a los recuerdos 

y nos aterroriza
lamentar su abandono después de desecharlos.

Por eso es necesario silencio.
Silencio y paz.

Muchas horas al sol
sin nadie cerca
con los ojos cerrados
y vacía la mente

dejando que la calma obre el milagro

y que cada emoción
encuentre su lugar

y se arrellane en él,

segura y perezosa

como un gato al calor.

#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Susana Tarragona Castro