lunes, 22 de julio de 2019




TRÁNSITO


Seguro que al otro lado hay alguien que lleva mucho tiempo observándote y te espera. Alguien que te guarda un lugar en el que continuar; un lugar tan hermoso que te hará olvidar todo lo que aquí has vivido. Estás ahí, atascado, en tránsito, lo mismo que un niño en el cuello uterino de su madre durante un parto demasiado largo. Y sabes que te vas, pero no adónde. Tienes miedo, no del lugar al que te encaminas, sino de lo que dejas: ves a tu familia y tus amigos llegar y entristecerse. La gente te besa y te dice que te quiere y luego se marchan. Y sabes que es entonces cuando pronuncian la palabra entre sollozos, hablando de ti en pasado, como si ya te hubiera sucedido. Ya se están preparando, igual que tú, que te has quedado rezagado, enganchado a ese limbo del mundo conocido donde el cuerpo no duele pero el alma aúlla. Ha pasado una vida desde el minuto cero, ese momento en que alguien te propulsó hacia el vértigo fetal en cuyo confortable seno pasaste nueve meses, que quedaron borrados en el instante de producirse tu llegada al mundo. Tal vez ahora, tumbado en esa cama y aún consciente, te tropieces de nuevo con aquel embrión que un día fuiste y vuelvas hacia atrás, de nuevo hasta el minuto cero, hasta el origen de todas las cosas, y te deslices otra vez por el embudo hasta volverte nada para después, y de nuevo sin memoria, reiniciar el ciclo.

Tal vez.

Yo tan solo deseo que no sufras.

#‎SafeCreative‬ Mina Cb

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