martes, 22 de marzo de 2016



CLICK

El otro día, buscando unos archivos, me tropecé con unas fotos nuestras. Las fui haciendo pasar, click, click, de forma distraída y sin una sola lágrima. Reconozco que al principio, al contemplar las primeras instantáneas en las cuales tus ojos resplandecían mirando a mi objetivo, llegué a echarte de menos y pensé en responder a alguno de esos mails desesperados que me has mandado últimamente. Pero conforme iban pasando las imágenes y tu vista se desviaba poco a poco, me empecé a acordar de, por ejemplo, aquella horrible noche en blanco en la cual tú no contestabas al teléfono y yo imaginaba el porqué de tu mutismo, o esa mañana festiva de diciembre en que, por ver si se me pasaba la grisura del espíritu, me puse a hacer zafarrancho en la cocina y acabé llorando desconsoladamente con las manos hundidas en el barreño de agua jabonosa y hube de correr hacia la calle en busca de aire fresco. O de cómo otro día iba tan aturdida y tan llorosa que al salir olvidé las llaves puestas al otro lado, tuve que llamar al cerrajero y por poco no llego a trabajar. Y se me pasaron las ganas de contestarte a nada, y seguí accionando el ratón, mis ojos fijos en tu esquiva mirada, más llena de mentira a cada click.

#SafeCreative Mina Cb

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