martes, 10 de septiembre de 2013






RINCONES DE OLVIDO
 
El cuaderno usado,
el vestido estrecho,
la muñeca rota,
el libro leído,
el disco rayado,
el zapato viejo,
la vajilla ajada,
el espejo mate,
el tapiz raído…
 
Los muros vomitan
cascotes blancuzcos,
gimen las cortinas
esparciendo el polvo,
chirrían los goznes
escupiendo herrumbre
y alumbran la estancia
(uno frente al otro,
uno en cada esquina)
dos pálidos cirios:
 
Dos velas que fueron
hogueras antaño,
dos vidas que fueron
una sola vida,
dos seres que fueron
dos seres amados,
dos almas que fueron
almas compartidas…
 
Dos sombras ausentes
que un día existieron
y que ahora son sólo
rincones de olvido.

 


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