JUBILADOS SIN CAUSA
Confieso que me jode mogollón.
Salir de casa sobre todo ahora, en veranito, a eso de las siete, camino del trabajo, con los vencejos chillando allá en lo alto y pensando en lo bien que estaría todavía dormitando o, en su defecto, en la mañana tan estupenda que hace para coger la piragua y subir hasta la presa con un grupo de amigos. Pero sobre todo dormir, que lo de la presa se puede hacer más tarde, que no se mueve de ahí. O sea que puedes holgazanear y luego desayunar a gusto, con la radio puesta, y después el paseo o la piragua o la bici y después el café o la caña, dependiendo de la hora.
Pero, porelamordedios, que son las siete y hace un sueño feroz y él está ahí, las manos a la espalda, que es el ademán favorito del gremio, paseando lentamente, mirando los adoquines y haciendo hora para que abran la tienda de la esquina. Y a mí se me llevan los demonios y digo que no es justo, que madrugar es una cosa que se hace por obligación o por una causa chupi, pero no para estar más tiempo sin hacer nada o para, aún peor, dedicarse a chinchar con su ociosa presencia a los pobres gilipollas que van a trabajar.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
miércoles, 6 de agosto de 2025
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