¡PAZ!
me llamaron a gritos.
No era
la primera vez.
Ya lo escuché hace eones,
acuoso y ondulante,
en un medio más cómodo;
confortable refugio uterino
que siguió a aquella noche
de besos y ternura.
Paz…
- susurraba
aquel hombre tranquilo
acariciando el vientre de mi madre.
Paz,
- escuché,
como música,
al emerger al mundo
una tarde de agosto.
Paz,
en el cole
en aquel primer día
de palotes y cuentos con dibujos
de bordes troquelados.
Paz
resonaba el concepto
(que ya no era mi nombre)
oscuro y tembloroso
tras la pantalla de televisor:
presidentes, ministros,
personas importantes, trajes caros…
Paz,
se escuchaba, y aún
no sonaban las balas
en la pérfida noche.
Paz,
y mi calle era un mundo
sin paredes ni techos;
un vacío de escombros laberínticos,
una nada absoluta y temerosa,
un silencio infinito
gris y desangelado
roto de vez en cuando
por el brutal estruendo
de las detonaciones
y los sordos aullidos de los niños
caminando entre el polvo,
huérfanos como un témpano de hielo
sin un rayo de sol.
¡PAZ!
se escuchaba…
y mi nombre
se hundía en el silencio.
#SafeCreative Mina Cb
Imagen: Nana Pez
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
viernes, 15 de noviembre de 2024
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