DE LODO Y DE CARROÑA
No debería sorprendernos porque ya pasó cuando el volcán de La Palma. O cuando los atentados de Atocha. Lo hemos visto demasiadas veces como para que nos coja por sorpresa. Me refiero al nivelón de los políticos. Esa habilidad de los unos y los otros para convertir a los muertos en carroña antes de que se hayan descompuesto. Antes incluso de que los hayan encontrado y podido identificar.
¿De verdad que no os lo esperabais? ¿En serio que pensabais que esta vez iba a ser distinto, que se iban a comportar honestamente, que iban a poner el duelo de las familias por delante de sus propios intereses?
Porque hay que ser muy inocente para confiar en que la clase política española esté a la altura de las circunstancias. Ellos van a lo suyo, a remover la mierda y a echarle la culpa al otro. A sacudirse responsabilidades y hacerse los guays. A retratase con los afectados y afectadas y a prometerles que no los han de dejar solos.
Pero es mentira y todos lo sabemos. Ellos pasarán algunos días visitando las zonas afectadas en sus coches oficiales y contemplando el desolador panorama desde los helicópteros. Y dejarán allí una dotación que los represente porque es lo que toca. En cuanto a los medios de comunicación, igual aguantan un poquito más, dependiendo de lo que vaya aconteciendo en otras áreas y de la atención que les reclame. Pero nadie cogerá una pala, a no ser, claro, que haya una cámara delante dispuesta a difundir la hazaña.
Y en unas semanas, cuando los servicios de emergencia ya hayan hecho lo que esté a su alcance, se quedarán solos con su ruina y con su luto, esperando al perito del Consorcio que pasará cuando pueda, porque no darán abasto, para efectuar su tasación venal y les dirá, acostumbrado a bregar con grandes dramas, que lo siente de veras pero que es lo que hay. Y seguramente lo sentirá, pero la administración es lo que es y eso no hay quien lo cambie. Porque el final del temporal es el comienzo de otra guerra contra un enemigo casi tan imbatible como el agua aunque menos destructivo.
A esa pobre gente, aparte de la amargura de una experiencia dantesca, le esperan meses de batalla antes de recibir las indemnizaciones. Y que el cielo los ampare sin en las pólizas de los seguros había alguna incongruencia porque entonces están jodidos pero de verdad.
Y es que, como dejaron bien patente esas trabajadoras que salvaron de la muerte a más de cien ancianos en una residencia, solo la humanidad puede salvar al ser humano.
Y de eso los políticos andan más bien escasos.
#SafeCreative Mina Cb
Cuentos, poemas, historias... Soy Inma y os propongo que hagamos un club de cuentistas. Con imaginación. Con ilusión. Con esperanza. Un club donde pasar el tiempo, donde evadirse... Donde jugar a ser otro.
domingo, 3 de noviembre de 2024
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