viernes, 25 de agosto de 2023


 

NO LO DIGAS

De verdad. Abstente. Sé que te mueres de ganas. Sé que la calle arde al sol de poniente. O de levante. O del que sea. Si es verano, claro. Que en invierno también pasa pero por la razón contraria. Pero a lo que iba. Vienes del infierno y atraviesas esa deliciosa frontera del chorro de aire frío. Que está ahí precisamente para eso. Para el gustirrinín. Para que tu impresión al entrar sea la de estar accediendo al paraíso. Y de que lo que hay ahí son huríes, o efebos, que no conocen un lugar mejor en el que estar. O sea que podrían hallarse en la piscina. O en el monte. O en una playa del Cantábrico. O en el salón de casa, delante del ventilador con un mojito. Pero están ahí. Con el uniforme y aguantando mecha como tú hasta hace un rato. O hasta hace unos años si ya te has jubilado. O sea que no están allí por el chorro de aire frío. Ni por los veinte grados de temperatura ambiente contra los cuarenta de la calle. Están por la hipoteca. Por el crédito del coche. Por los libros de los críos, que cuestan un riñón. Y porque las facturas no perdonan. Y tú, sin embargo, estás ahí como podrías estar en otra parte. O sea que te hallas disfrutando de esa parcela del día que te pertenece. Que no tienes que entregar, previo acuerdo pactado, a la empresa Tal o Cual. De modo que de verdad. Aunque el chorro te sepa a gloria bendita. Aunque te den ganas de bajarte la tienda de campaña y acampar allí. Aunque alargues la elección de los helados por estar unos segundos más con la cabeza dentro del congelador. Aunque te parezca que allí se está en la gloria no lo hagas. Abstente. Piénsatelo dos veces. Por favor. Sé bueno. Aguántate las ganas y dejes salir de tu garganta, los labios estirados al máximo en una beatífica sonrisa, las palabras:
“¡Qué bien estáis aquí!”.

#SafeCreative Mina Cb

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