domingo, 31 de diciembre de 2017

La imagen puede contener: noche y fuegos artificiales 



TIEMPO DE DESEOS

Nos hallamos más o menos en el ecuador de ese periodo del año en que la gente no para de pedir cosas. Desde la mañana del 22 de diciembre hasta la del seis de enero no hacemos otra cosa que pedir. Imposibles además. Empezamos el día del sorteo, pidiendo que nos toque el gordo. Seguimos la noche del 24, pidiendo un Iphone, un portátil o alguna otra barbaridad por el estilo. Continuamos la del 31, pidiendo felicidad así, por las buenas, sin hacer nada para merecerla. Y la rematamos el día cinco, pidiéndoles a los Reyes lo que el avaro de Papá Noel no nos dejó, o sea la tablet o el fin de semana romántico en París. Y por si esto no fuera suficiente, nos encomendamos a San Pancracio para que el día seis nos toque el premio gordo en el sorteo del Niño.

Y el siete, como de costumbre, nos encontramos con tres kilos de más, un clavo del quince, los bolsillos vacíos, un complejo de culpa peor que el de Pinocho y una frustración encima que no nos quitan ni un equipo de psicólogos de clínica de pago.

Y es entonces cuando, ilusos de nosotros, nos aventuramos por el tenebroso túnel de los buenos propósitos: que si aprender inglés, que si ir al gimnasio, que si pasar más tiempo con los hijos, que si echar menos horas delante de la pantalla del móvil... y para San Valentín llevamos un estrés y una insatisfacción que no nos aguantamos. Porque seguimos con los kilos de las Navidades encima, hablando inglés como el Aznar y no haciéndoles a los peques ni puñetero caso porque estamos todo el rato pendientes del whattsap. Y a la vuelta de un año nos decimos que sí, que este viaje va en serio. Y nos pulimos el doble de pasta en lotería y en regalos. Y volvemos a desear lo inalcanzable...
Con lo fácil que es hacerse niño, pedir algo factible y que no cueste dinero, escribir una carta y meterla en un zapato, dejarla en el balcón la noche de reyes y luego confiar el que tal vez, y con un poquitín de esfuerzo por nuestra parte, el deseo se acabe realizando.

Que yo lo hice una vez y resultó.

#SafeCreative Mina Cb

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