martes, 21 de noviembre de 2017

La imagen puede contener: una persona, sonriendo, sentada 


MANOLO Y MI TÍA

Mi tía favorita estaba enamorada de Manolo Escobar. Y no me extraña nada puesto que su marido era un animal que se bebía hasta el mistol y, sospecho, la molía a palos.

Crecí, pues, acunada por la minifalda y el porrompompero, por esos sones cañís y machistones que no eran sino el reflejo de una época gris y más bien rancia. Pero yo era muy niña y no entendía aún de reivindicaciones, así que me encantaba que el maromo de la canción le prohibiera a su churri ponerse minifalda para ir a los toros, o bajar sola al mercado o cualquier otra cosa. Porque entonces la mujer tenía que estar en casa, con la pata quebrada y esperando a que su hombre llegara a las tantas, puesto hasta el garganchón de Soberano y con ganas de jugar a los médicos.
Me daba sin embargo mucha pena la vecinita de a la lima y al limón, que no tenía los ojos grandes, ni el talle de espiga ni los labios de sangre, y que al final acababa quedándose para vestir santos, que siempre es preferible, se decía entonces, que desnudar borrachos. Como le pasó a la de la minifalda…

Acabaron al fin los años de la infancia y el curso de la vida me hizo ver que, afortunadamente, lo de Manolo Escobar no eran más que eso: canciones; crónicas de una época, retazos de un pasado oscuro y pintoresco… sones alegres, estrofas familiares, melodías cañeras de verbena, músicas de convite de bodorrio.

Pero aún con todo, y pese a ese horror que me produce el recuerdo de sus mensajes anticuados, no puedo evitar esbozar una sonrisa al tiempo que recuerdo a mi pobre tía, ya difunta, tarareando el porrompompero mientras yo jugaba con el pompón del pulverizador de su frasco de colonia, la alcoba inundada por la tímida luz de una mañana de domingo.

Descansen en paz los dos… el cantor del pelo echado para atrás y sobre todo mi tía, siempre sufriendo en silencio, enterrada en vida con aquel animal, intentando evadirse, soñando con hombres guapos que llevaban a sus mujeres a los toros cogidas del brazo… aunque no las dejaran ponerse minifalda.

#SafeCreative Mina Cb
Extraído deli libro "Los cuentos de mi niña"
Inma Benítez- 2017


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