lunes, 16 de diciembre de 2013




INSOMNIO
 
Escondo las fotos,
guardo bajo llave todos los objetos que pueblan la casa,
que llevan tu nombre.
 
Ni siquiera me atrevo a abrir la despensa
para no ver tus latas de brotes de soja,
tus frascos de alubias,
tus tostas de pan…
 
Te invento defectos,
casi eres un gángster…
Y esta maldad tuya de mentirijillas
me deja dormir
un par de horas, no más… tres acaso.
 
Durante ese tiempo me evado,
me ahuyento y te ahuyento
y casi consigo creerme a mi misma,
y casi consigo dejar de pensarte…
 
Y casi consigo conseguir la paz…
 
Más el alba llega, y con ella sus luces
tenues y azuladas…
y el tibio recuerdo de dulces auroras,
y tu olor a vida…
 
Y la realidad.


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